Wolves [H.S] [Terminada]

"Pequeño amor"

12

Harry vomito una y otra vez en aquel sucio inodoro que solo lograba que vaciara aún más su estómago. Sentía asco, pero era hacia el mismo y no por el lugar. Se odiaba por sentir compasión por esa mujer que lo había sido todo en su vida, por quien estaba dispuesto a huir lejos dejando atrás a su familia. Nada le importaba, solo deseaba poder estar a su lado disfrutando de su amor. Pero, ya nada de eso quedaba. Ese pequeño y mágico amor se vio interrumpido por las mentiras, la traición y la muerte de mas de un corazón. Ella también era la culpable de asesinar aquel amor. Audrey solo se encargaba de quitarle la vida a todo lo bonito que existía.

No reconocía a la mujer encadenada e infeliz que le había suplicado con lagrimas en los ojos que abandonara el caso. A pesar de haber sentido un poco de compasión, rápidamente recordó el pasado por el que tuvo que pasar. La amaba, pero él entendía que ya era muy tarde para intentar salvar algo.

Limpio su boca, así como su rostro. No podía reconocerse tampoco él al espejo. Pero se repetía que todo valdría la pena, que después de ganar podría su alma estar tranquila.

—Esto es pasajero—murmuro frente al espejo.

Tomo su maletín, acomodo rápidamente su corbata y salió de aquel asqueroso lugar. Fue entonces cuando logro divisar a su hermano saliendo de estar con Audrey. Alex lo vio, e ignorando a la mujer que lo acompañaba se encamino hacia Harry.

Fingió una enorme sonrisa. Su hermano era el que menos debía de darse cuenta de como Audrey le afectaba, de la manera en la que llevaba el corazón roto bajo su piel.

—¡Que demonios hiciste! —grito Alex empujándolo

Florence lo tomo del brazo para evitar una pelea

—Ella tenía derecho de enterarse, y que mejor que de mi propia boca

—No te reconozco, Harry—dio un paso hacia atrás mirando a quien era idéntico a él, pero solo exteriormente. Interiormente era una basura—Audrey no te hizo nada para que la trates de esa manera

Apunto estuvo de contestarle con la verdad, pero prefirió callar. Alex se enteraría, pero no sería en ese momento.

—Esto es trabajo, Alexander, tú lo sabes bien

Se marcho sin mirar atrás. No importaba que Alex fuese su hermano, el día de mañana le agradecería haber llevado presa a Audrey McGillis.

—Tu hermano tiene un carácter fuerte—murmuro Florence preocupada por su amigo

—Antes no era así—confeso—O al menos no tanto. ¿Sabes? Hubo una época en que lo veías sonreír a todas horas. Y cuando se bañaba, su voz resonaba por toda la casa mientras cantaba—sonrió un poco para después apagar esa sonrisa—Después, un día simplemente se marcho de la casa. Papa solo mencionaba que estaría bien, que Harry se estaba forjando un futuro.

—No conocí a tu padre, pero por lo que he leído sobre él, no era un hombre fácil

—Y no lo era, pero al final del día era nuestro padre.

—En verdad lamento que tengas que pasar por todo esto. Estas ayudando a quien se le inculpa por la muerte de tu padre, y, por si fuera poco, te enfrentaras con tu hermano

—Audrey no tiene a nadie que la apoye

Florence asintió con pesadez, sin embargo, sonrió un poco.

—¿Y que sigue ahora? —quiso cambiar de tema, aunque el nombre de Audrey siguiera presente—Por lo que veo, tu hermano dará batalla

—Él es un gran abogado, y se moverá tan rápido como yo.

—Entonces tenemos que ir a su par, de ser posible adelante que él

—Prácticamente no tenemos nada, pero sino tenemos elementos suficientes para una buena defensa, quiere decir que las acusaciones de Harry deben de tener un punto débil. Además, hay muchas irregularidades según lo que he investigado

—Todo eso lo podremos aprovechar para sacarla

—Claro, porque sino hay pruebas claras, hay posibilidad de que Audrey salga libre.

La fe era lo último que se debía de perder. Le había prometido a su amiga sacarla de aquel lugar, y lo haría.