018.

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—¡Min Yoongi! ¡Estas ocupando mi lado!

Yoongi se había acostado y estirado en toda la cama, invadiendo mi espacio. Trate de quitarlo y ni siquiera lo moví un milímetro.

—Te toca dormir en el suelo.- hizo un pequeño puchero e hizo que mi corazón se ablandara.

—Puedes acostarte en la cama de mis padres, ni siquiera van a regresar hasta que la tormenta se calme.- le informo.

—¿Y tú porqué no duermes en su cama?- abre uno de sus ojos y así mirarme.

—¡Porque este es mi cuarto!

—¡Fue primero mio, que tuyo!- volvió a cerrar su ojo.

—Te dejo dormir aquí, pero si me dejas maquillarte.

—Lo que quieras, pero dejame dormir.

Como si fuese una niña de cinco años, doy pequeños saltitos en la cama. Estiró mi brazo para alcanzar la pequeña bolsa de mis cosméticos que estaba en el buró en el segundo cajón.

—Si te mueves, te quitas de mi cama.- él asintió y dejo ambos brazos sobre su cabeza.

Saque todo de mi bolsa y comencé mi trabajo, quite su cabello del rostro y comencé a limpiar si rostro con una toallita húmeda.

—Esto se siente bien.- susurro y yo reí.

Como su piel es demasiado perfecta, no tuve que usar mucha base, así que comencé a rellenar los huecos de sus cejas. Al momento de tratar de rellenar la ceja izquierda, no pude lograrlo ya que mi brazo temblaba un poco.

Así que tenia dos opciones, hacerlo con la mano izquierda o subirme sobre Yoongi y estar a centímetros de su rostro para poder pintar su ceja o la opción alternativa era hacerlo como cayera.

Pero quería hacerlo bien.

Dejo mis piernas en cada costado del cuerpo de Yoongi y este se sobre salta.

—¿Q-qué haces?

—Estoy tratando de hacerte la ceja.

—¿Es necesario qué estés encima de mi?- su cuerpo se tenso y eso me hizo reír.

—No te haré nada. . .- mis mejillas cobraron un tono carmesí.

Me incline para poder reyenar la ceja de Min, inconscientemente me senté sobre su estomago y apreté mis piernas, hablando que Yoongi dejara sus manos en mi cintura.

Aquello me hubiese incomodado, sino estuviese concentrada en maquillar a Yoongi.

Saque la pequeña paleta de sombras y una brocha, cogí un poco de color azul cielo en ella y comencé a difuminarlo en los párpados de Yoongi. Cuando termine con ambos, saque una pequeña cajita donde tenia pequeñas pegatinas para adornar el rostro; Así que cogí un par de estrellas y los pegue en el párpado izquierdo de Min.

—He terminado.- digo con orgullo, mientras me incorporo.

—¿Ya me dejarás dormir?

—Solo si te miras en el espejo y me dices que tal te pareció.

—¿No tienes un espejo de mano?

—Yoongi. . .-sin pensarlo, di pequeños saltos sobre él.

Yoongi abrió sus ojos al tope, yo solo le quede quieta esperando que mis mejillas explotaran de la vergüenza.

Rápidamente baje de su torso y me hice a un lado, acomode un mechón de cabello detrás de mi oreja. Yoongi se levanto de la cama y se acerco al espejo de cuerpo completo que estaba enseguida de la ventana.

—¿Qué se supone que soy?- toca delicadamente las estrellas y me mira por el espejo.

—Eres como las estrellas. . .- trago saliva.

—¿Como son las estrellas?

—Cada una de ellas es especial.- Yoongi me mira con atención.—Un niño se emociona al verlas, se emociona por ver su luz, pero a la vez les da curiosidad el saber de ellas, el porque están tan lejos de nuestro alcance.

Yoongi giro sobre sus talones y así poder mirarme de frente.

—¿Crees que soy una estrella inalcanzable?

Me dispongo a levantarme de mi cama, me cruzo de brazos y dejo escapar un suspiro.

—A veces creo que soy estúpida por creer cosas que no son.- mi voz se quiebra.

—¿A qué te refieres?

—Creo que tú estas aquí por alguna razón. . . y no es por tu piano.- Yoongi se tensó.

—¿Cúal seria esa razón? Según tú.

Una pequeña lágrima recorre mi mejilla y rápidamente la limpio con mi mano.

—Solo duerme, puede que mis padres regresen y necesitamos pensar en una buena excusa del porque estas aquí.

—Ya la tenemos.- lo miró con curiosidad.

—¿Cúal? Ni siquiera hemos tomado esto en serio, yo te conozco, los demás no.

—Soy tu novio, es lo que todos piensan.

—¿Qué?

—¿Confías en mi?

»Más de lo que debería.

Lo mejor es que no salgas de mi habitación, hasta que encuentre la forma de decirles que tú eres el fantasma que vive aquí.

—Pero. . .

—Hasta mañana.

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El fantasma del piano. ✘M.Y ✅ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora