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Mi espalda dolía como el mismo infierno, mis ojeras eran tan notables que ni siquiera el corrector podía ocultarlas, mi cuerpo perdió peso, mi piel se volvió más pálida y el hambre había desaparecido. El piano marrón estaba frente a mi, tocaba cada tecla intentando sentir la piel de Yoongi, tratando de escuchar su voz con cada tecla que presiono.

Traté de verlo, trate de buscarlo en el terreno de los muertos, trate de encontrarlo y nada funcionó, solo me queda el piano.

—Han pasado dos meses y no te has movido de aquí.- Jimin se sentó a un lado de mi.

No mencione ninguna palabra.

—¿Sabes? No debiste de haberte enamorado de Min Yoongi, él mismo lo dijo.- no dije nada.

Jimin se quedo segundos callado y sin importarme su presencia, volví a tocar una a una las teclas del piano. Trate de tocar la melodía que Yoongi siempre tocaba para asustarme, pero no salio. Aquel sonido solo vivía en mi mente y no podía llevarlo al exterior.

—Tú no lo miraste como yo lo hice. . .- susurré.—No lo conociste como yo, no sufriste aquellas visiones que tanto me atormentaban y no solo a mi, también a él. . .

Mis ojos se volvieron a inundar de lágrimas, aquellas trágicas imágenes volvían a mi mente de golpe.

—¿Qué es lo que quieres?

—Quiero que lo regreses, quiero que este conmigo o. . .-rompí en llanto.

—Sé que es difícil perder a un ser amado, pero hay ciertas cosas que no se puede cumplir aquí y por eso la muerte se los lleva.

—Él tenía algo que cumplir, tenia que ser feliz desoues de todo lo que sufrió y. . .- cierro mis ojos con fuerza.—No sabes cuanto lo amo, Jiminnie. . .

—Solo es una hoja más, dejala libre hasta que llegue al pasto y las hojas de arriba se olvidaran de ella.

—Yo no me olvidaré de él, quiero borrar el dolor, pero no a él. . .

—¿Sabes? A veces la muerte se siente culpable de las cosas que hace, pero recuerda que él no tiene sentimientos.

—¿Quien no los va a tener? Hasta las plantas sienten.

—No puedo traerte a Yoongi de vuelta, pero puedo curar tu dolor.

Me quede quieta por un par de segundos, aquella conversación era sumamente extraña. Jimin nunca me hablaría de la muerte y tampoco diría que podría curar mi dolor; Desde que Yoongi murió él siempre me ha dicho "Sé que no puedo curar tu dolor, pero quiero que señas que no estas sola".

Me levante rapidamente de aquel banco y miré al supuesto Jimin, mis ojos se abrieron más de lo normal al ver que no era mi mejor amigo; Sino otra persona más.

—¿Tú quien eres y qué haces aquí?-retrocedí todo lo que pude, hasta que toque la fría y dura pared.

—Soobin o mejor conocido como la muerte.- aquél chico se levanto sin apuros y preocupaciones.—Realmente amas a Yoongi, pero me faltaba una alma para el inventario y que el señor no se molestara conmigo.- mis piernas comenzaron a flaquear.—Lamento lo que hice y voy hacer, esta es la primera vez que siento lástima por los humanos. . .-me mira de arriba a bajo.

—¿De qué estas hablando? ¿Por qué hiciste la voz de Jimin? ¿Donde esta él?

—Yo quería tu alma, tú estas conectada a los dos mundos y eso facilitaría mi trabajo.- explicó sin dejar de mirarme.—Sé que Jimin es importante para ti y quería que fueras sincera.

—¿Q-Qué me harás?

—Ya lo dije, puedo curar tu dolor pero sin Yoongi.

Me rendí, deje de estar a la defensiva; el dolor era tan desgarrador que ni mi cuerpo lo soportaba.

—Yo. . .- mis ojos se inundaron de lágrimas.—Solo dile a Yoongi que lo esperare del otro lado del túnel.

Soobin cerro sus ojos con fuerza y sorbió su nariz, para ser la muerte estaba siendo demasiado sentimental.

—Realmente me arrepiento de haberte quitado al amor de tu vida, pero es mi trabajo. . . No se porque me transmite tanto dolor y tristeza.- la muerte se acerco a mi y dejo una de sus manos en mi hombro.

—Promete que le dirás mi recado y que él estará detrás de la luz esperándome cuando llegue mi turno.

—¿Por qué tenías que ser una chica tan tierna?- susurra para si mismo.—Lo prometo.

Una pequeña punzada en el pecho y cabeza se hicieron presente, cada vez se hacia más doloroso y mi vista comenzaba a nublarse. Los cerré con fuerza tratando de relajarme.

(...)

Me encontraba sentada en la pequeña silla frente al gran piano marrón que se encontraba en la esquina de la sala.

Mire confundida todo a mi alrededor buscando el significado del porque vestía tan horriblemente y estaba cubierta por una sabana.

—Diablos. . . -Murmuré al olerme.—¿Por qué Huelo de esta manera? ¿Fui ayudante de un albañil?

Con rapidez me levante de mi lugar y me quite la sabana, sin querer toque una tecla del piano haciendo que este emitiera un sonido seco, ocasionando que un escalofrío recorriera mi espalda.

—Soy un asco de persona, Jimin no se fija en personas como yo.- Sonreí bobamente y como si fuera un flash corrí hacia mi habitación para poder arreglarme y estar presentable.

Dejé atrás la sabana que me cubría anteriormente y ahora esta cubría el gran piano marrón, aquel extraño instrumento que me da sensaciones extrañas desde que llegue a esta casa.

Mi madre me ha dicho que tal vez sea un espíritu que necesite de mi ayuda,  pero yo no he visto a nada ni nadie como suelo verlos.

Te encontrare de una u otra forma.
                                                —First love.

El fantasma del piano. ✘M.Y ✅ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora