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El día había llegado, mis manos sudaban como si fuese un enorme río y mis piernas no dejaban de moverse por los nervios.

En menos de cinco minutos, mis padres regresarían a casa y yo ni siquiera he pensado en una buena excusa, en la cual explique que Yoongi vive con nosotros.

La puerta principal se abrió, dejándome ver a mis padres con dos maletas en cada lado de ellos.

—¡Omma! ¡Appa!-olvidandome de mis nervios, corrí hacia ellos y así poder abrazarlos.

—Creo que alguien nos extraño.- menciona mi padre con una risa burlona.

—Demasiado y no saben cuanto.- los aferré contra a mi.

—Nosotros también, cariño.- mi madre acaricio mis cabellos y yo me separe.

—¿Esta Jimin aquí?- mis padres se adentran por completo a la casa y cierran la puerta a sus espaldas.

—No. . .

—Pero ha llovido, Jimin siempre viene cuando el clima esta así.- mi madre me mira con extrañes.

»Porque tengo a Yoongi.

—Porque ya he superado un poco ese miedo.

—Debemos festejar este logro.- dice mi padre con una enorme sonrisa.

—Hija, trae un par de vasos y jugo para celebrar.

Yo asentí de inmediato y corrí hacia la cocina, cogí tres vasos y la jarra donde seencontraba vertido el jugo.

Salí de la cocina y las risas de mis padres inundaron mis oídos, Sonreí como tonta al escuchar aquel sonido que tanto extrañaba. Me adentre a la sala y mi rostro palideció por completo y el pánico se hizo presente.

—Cariño, ¿Por qué no dijiste que Yoongi estaba aquí?- pregunta mi madre con una enorme sonrisa.

Yoongi me miraba con una enorme sonrisa, al igual que mis padres.

¿Qué es lo que esta pasando aquí? ¿Acaso los hipnotizó?

—Yo. . . No sabía que estaba aquí.- me excuse, sin apartar la mirada de Min.

—Pero si me ha dicho que se quedará con nosotros, mientras sus padres arreglan los trámites de su divorcio.- hablo mi padre y yo abrí mis ojos al tope.

»¿Qué diablos dijiste Min Yoongi?

—Perdón, estoy distraída.- deje los vasos y el jugo, en la mesa de centro y tome asiento a un lado de Yoongi.

Mis madres nos miraron con una sonrisa resplandeciente, como si estuviesen en TOTAL de acuerdo con esta "relación".

—¿Cuando se casaran?- pregunta mi madre de la nada y yo comienzo a toser, exageradamente.

—Mamá. . .

—Creo que sera pronto.- Yoongi coge mi mano entre las suyas y me mira con una hermosa sonrisa.

—¿Qué?- le susurró.

—Cuando llegue ese día, sera el mejor de todos.

—Mamá, ni siquiera acabo la escuela.- suelto la mano de Yoongi.

—El tiempo se va rápido y creo que lo suyo se volverá más fuerte.- habla mi padre con un nudo en la garganta.

—¿Nos permiten? Tenemos que hablar.- me disculpo.

Sin decir más, cogí la mano de Yoongi y lo arrastre conmigo hasta un pasillo.

—¿Qué diablos hiciste Yoongi?- suelto su mano de golpe.

—Siguiendo el plan, para que no sospechen.- dijo con obviedad.

—¿No pudiste inventar algo más?

—¿Como qué?

—Como que eres primo de Jimin.

—Ni loco.- su rostro se volvió tenso.

—Esto se va a salir de control.

—Deja de ser paranoica.

—Esto saldrá mal, creeme Yoongi.

Di media vuelta para regresar con mis padres, pero él me detiene.

—Solo tenemos que tener reglas, de fantasma a humano.

—¿Y eso de que serviria?

—En que a mi no me vuelvan a matar y que tú estés a salvo.

—¿Cuales son las reglas?- me suelto del agarre de Min y así cruzarme de brazos.

—Actuaremos como novios frente a los demás, cuando estemos solos; no seremos nada.-aquello dolió.—Me besarás y yo te tomaré de la mano.

—Que regla tan conveniente.- Yoongi rodó los ojos.

—Y la regla más importante que ambos no podemos romper, no enamorarse del otro.

»Tarde.

Ni siquiera me gustas, así que será fácil.

—Bien, dame la mano.- ordeno.

—No te voy a dar la mano, no estamos en la calle.

Yoongi bufo y a la fuerza cogió mi mano e hizo caminar tras de él, para volver con mis padres quienes hablaban animadamente y se miraban como si fuesen la última bebida del desierto.

—Perdonen el retraso.- se disculpo Yoongi.

—Esta bien, hijo.- responde mi madre con suma amabilidad.

—¿Ya has cambiado de opinión?- dice mi padre con una ceja levantada.

—¿El casarme? Sigue siendo un no.- sentí como Yoongi apretó mi mano, esa era una señal de que tenia que hacer algo más.

—Oh vamos, amor.- habla Min y un escalofrío recorrió mi espalda.

—¿Por qué casarnos? Vamos a estar juntos siempre y eso es lo que quiero.- sin pensarlos dos veces, acerco el rostro de Yoongi con el mío y lo beso con lentitud.

Mi estomago se volvió un huracán, mis mejillas comenzaron arder y mis manos a sudar. Pero sabia perfectamente que Yoongi no sentía todo lo que yo estaba pasando.

—Esto es tan incomodo.-hablo mi padre en el fondo y yo me separé de Yoongi.

No tuve el valor de mirarlo a los ojos, así que giré mi cabeza y entretenerme en otra cosa.

»Esto acabara mal . . para mi.

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El fantasma del piano. ✘M.Y ✅ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora