PSYCHO

0.5 Verdades Ocultas

La vida seguía, no se detenía después de la muerte de alguien conocido, y eso se veía reflejado el día de hoy, camino junto con Caleb, el lleva un gran bolso de viaje en su espalda y me ayuda  arrastrando mi maleta de rodines, introduzco mis manos en la chaqueta blanca que llevo, suspiro y miro a unos cuantos metros el bus escolar y varios compañeros con maletas o bolsos de viaje.

El viaje escolar no se cancelo, estaba previsto desde el inicio de lecciónes este viaje, el profesor de ciencias naturales todos los años fijaba este viaje para los que cursaban el último año, este año era el nuestro.

El viaje consistía en ir a  un bosque a las afueras del nuestro pueblo, como a dos horas en el bus escolar, nos quedaríamos en cabañas, el proposito era el de realizar un proyecto en el que debíamos documentar el habitad natural de un animal que eligeramos dentro de las opciones que el profesor había propuesto, en mi caso había elegido la mariposa monarca, me parecía interesante.

Una vez que llegamos al bus escolar nos detenemos, cruzo mis brazos y miro con atención quienes irán, mi mirada se detiene en Elliot, este se encuentra sentado sobre su maleta de viaje observa sin interés su móvil, lo miro por largos segundos, el parece sentir mi mirada ya que frunce levemente su ceño y sus ojos se posan en mí, no quito mi mirada, lo observo con expresión seria, el lentamente lame su labio inferior, su mirada penetrante logra incomodarne, aparto mi mirada.

-Es extraño, ¿No crees?- Pregunta Caleb a mi lado en voz baja, parpadeo y lo miro, el observa algo en específico, sigo su mirada.

Encuentro al chico nuevo llamado Damian, el viste una chaqueta negra, comenzaba a notar que el negro era su color favorito, algo que no me sorprendía, se encuentra sentado sobre una roca, ladeo mi cabeza mirándolo, su piel pálida, su cabello negro alborotado como su hubiera pasado su mano despeinado su cabello, sus labios rojizos por el frío, el mantiene sus manos en las bolsas de su pantalón mirando hacia otro lugar. 

Debía aceptar que el desconocido era el chico más apuesto que había visto nunca, incluso Elliot no era tan apuesto como él, entrecierro mis ojos cuando Damian mira a alguien y tensa su mandíbula. 

Observo como el profesor le hace un gesto para que lo siga, frunzo levemente mi ceño, entre abro mis labios y miro a Caleb, el ya se encontraba mirando con atención otra dirección, así era Caleb, siempre ageno a lo que ocurria a su alrededor. 

-Iré a preguntarle al profesor cuanto tiempo falta para que nos vayamos- Le aviso a Caleb, el asiente y cruza sus brazos soltando un suspiro aburrido. 

Muerdo el interior de mi mejilla, camino en dirección donde ellos caminaron, rodeo el auto bus, camino un poco más y me detengo al ver a Damian prestado atención al profesor, me aculto en la esquina del bus y pego mi espalda en la puerta del mismo, solo me asomo un poco, lo suficiente para verlos y poder escuchar mejor.

-Me dijeron que debías llevar tu medicamento y tomarlo- Dice el profesor, el saca un papel y frunce levemente su ceño -Risperidona- Murmura leyendo la nota, elevo mis cejas, ¿Que?, ¿Eso que era?. 

Observo como Damian saca su mano del los bolsillo de su pantalón y introduce una de sus manos en el bolsillo delanteros de la chaqueta que lleva puesta, miro con atención como saca una pequeña caja de pastillas y se la enseña al profesor, este las ve y asiente, Damian guarda silencio y vuelve a guardar la caja de pastillas en su abrigo.

Observo con atención el rostro de Damian, sus facciones eran finas y un poco pronunciadas, cada vez llamaba más mi atención, cuanto más lo miraba me daba cuenta que era casi perfecto, todo a excepción de su mente, es decir, el chico tenía trastornos mentales, no estaba bien de la cabeza y eso era su gran imperfección, porque a alguien como él se tenía que tener de lejos, ¿cierto?.