26. Epilogo

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 La Única Salida 

Para cuando cierre mis ojos, todo abra terminado, el dolor, el miedo, la tristeza.

AVA.

Mi cuerpo entero tiembla, Damian camina con lentitud y una gran sonrisa sádica en su rostro, este era mi destino, ser continuamente traicionada, las lagrimas se deslizan por mi mejillas de forma automática, trago con dificultad, si este era mi final no lloraría, no esta vez.

-¿Siempre fue un juego?- Me atrevo a preguntar, el viento corre y causa que me estremezca, mis pies descalzos y heridos, doy unos cuantos pasos acercándome a Damian.

Él eleva sus cejas al verme caminar hacia él, llevo mis manos a mis mejillas y quito mis lagrimas, me atrevo a elevar mi barbilla. Los monstruos se alimentaban del caos, de la destrucción, del dolor, y no le daría eso en mis últimos minutos de vida.

-Debo aceptar que fue divertido- Murmura, el eleva el cuchillo y entrecierra sus ojos mirando la hoja filosa, humedezco mis labios y no aparto mi mirada de la suya -Por un momento llegue a pensar que eras como yo- Susurra de forma peligrosa.

El comienza a dar pasos hacia mi, detengo los míos, y de pronto aunque no lo quiere ese miedo surge, porque era lo que Damian provocaba, miedo, el amaba eso, y el nota el escalofrío en mi piel y una sonrisa ladina en su rostro me confirma que se siente satisfecho, que siente placer al verme tener miedo.

En un movimiento rápido el avanzo hacia mi y me empujo hacia un árbol cercano, un jadeo salio de mis labios ante su rapidez, en segundos tenia su cuerpo apresando el mio y el cuchillo en su mano contra mi cuello, un nudo se formo en mi garganta y con visión borrosa lo mire

-Nunca fuimos iguales, nunca sentimos lo mismo por el otro- Susurro mirando sus ojos siniestros oscurecerse mas, por un momento me pregunte se tenían pupila, se veía como un verdadero demonio, ¿como me deje manipular?

-Tienes razón, tu siempre sentiste miedo y yo siempre sentí tentación, tentación por matarte, sabia que tarde o temprano lo haría, y eso fue lo único que me mantenía tranquilo-

 -Eres un monstruo- Susurro.

Su sonrisa se amplia, el humedece sus labios y su mirada se posa en el cuchillo contra mi piel delicada, el ejerce un poco de presión, hago un gesto y puedo sentir como algunos hilos de sangre se deslizan en mi cuello.

-¿Sabes que fue lo mas divertido de todo?- Pregunta elevando sus cejas, el tenia un brillo de malicia y satisfacción -Ver como enloquecías un poco mas cada día, ver como la maldita enfermedad mental que tienes te destruye, y utilizar eso a mi favor- 

-Te quería- Confieso bajo, tratando de ver que algo cambiara en su mirada, pero eso nunca llego, el nunca cambio su mirada, en lugar de eso sus ojos se oscurecieron mas, brillaron con mas maldad.

-Lo sé, para que la manipulación sea efectiva tiene que haber algo en la otra persona para que seda, se la fuerte conexión que se formo entre nosotros, pero todos esos sentimientos que tienes, todas esas emociones que te dominan... me dan tanto asco, tantas nauseas, ver lo débil y vulnerable que eres, solo me dan mas ganas de matarte-

Sin poder evitarlo una lagrima se escapa de mi, Damian la observa, el se distrae mirando el recorrido de mi lagrima, la misma queda en mis labios, humedeciéndolos, Damian parpadea y se inclina, cierro mis ojos cuando sus labios se posan en los míos, no correspondo a sus movimientos.

Él presiona mas el cuchillo contra mi garganta, ahogo un jadeo, y luego en un ultimo intento de aferrarme a la vida, entierro en el abdomen de Damian la cuchilla que guardaba en el ligero bajo mi vestido, Damian jadea y abre sus ojos, el me mira, veo la sorpresa en su mirada, el retira el cuchillo de mi cuello, observo como baja su mirada a su abdomen, la sangre comienza a manchar la camina blanca de vestir, el retrocede unos pasos.

Me mareo, llevo mi mano a mi cuello, siento liquido tibio, miro mi mano, hay mucha sangre, mis manos tiemblan, siento como la sangre comienza a caer por mi cuello, mis piernas tiemblan sintiendo la debilidad, el había cortado profundo.

Miro a Damian caer de rodillas, su mano va a su abdomen y hace un gesto al sacar la navaja, mas sangre comienza a salir y su rostro palidece, el oscuro bajo sus ojos se ve ahora mas, el me mira, en su mirada hay confusión.

-Ganaste el juego- Susurra, observo como un hilo de sangre cae de sus labios.

Temblorosa y débil dejo de mirarlo, miro el acantilado, camino hacia este a paso lento, por mi mente pasa el día en que Elliot me hablo, pasa la sonrisa de Caleb, el abrazo cálido de mis padres, me quedo en la orilla, miro el vacío oscuro.

Escucho como alguien grita, frunzo mi ceño y me giro, oficiales llegan a la zona, dos de ellos se abalanzan contra Damian toman sus brazos y lo esposa.

-¡Ava!- Grita mi madre, la miro, ella llora y respira agitada al ver donde me encuentro.

-¡Solo hazlo!- Grita Damian, mi mirada se centra en el, este sonríe ampliamente de forma siniestra, su labios y dientes manchados en sangre.

Mi visión se vuelve borrosa ante la debilidad y mi cuerpo pierde la fuerza, sin tener tiempo para pensar mi cuerpo cae de espaldas débil, el vacío es lo que me recibe, escucho el grito de mi madre, y como caigo en el vacío, cierro mis ojos, y una sonrisa leve se forma en mis labios.

Era libre, porque sabia que para cuando cierre mis ojos, todo abra terminado, el dolor, el miedo, la tristeza.


Diez años después. 

Camino por el oscuro callejón, sonrió de medio lado y ajusto mi agarre en el cuchillo en mi mano, ajusto mis lentes oscuros, y observo al hombre apresurar el paso sintiendo el miedo, sintiendo la persecución.

Lo había estado vigilando por semanas, había estudiado todos sus movimientos, sabia todos sus horarios, una asquerosa rata debía morir, y este no era mas que un maldito violador, había atacado a dos niñas hace un año, y era momento de que pagara con sangre lo que había hecho.

Estaba a tan solo dos metros de distancia, y justo cuando me iba a lanzar a atacarlo por la espalda alguien paso por mi lado rápido y se acerco al hombre, frunzo mi ceño, observo como el desconocido saca algo de la bolsa de su pantalón y con rapidez corta el cuello de la rata.

El cuerpo cae al suelo, entre abro mis labios y frunzo mi ceño, el hombre se gira, y mi cuerpo se tensa, luego de tantos años, volvía a ver esa mirada siniestra, esos ojos sin sentimientos y esa sonrisa torcida y enferma.

-Esa era mi presa, no iba a permitir que me la quitaran- Murmura elevando su ceja, su cabello negro despeinado, parpadeo mirándolo incrédula, ¿No había muerto?-

-¿Damian?- Pregunto incrédula, este sonríe de medio lado divertido y ladea su cabeza, el  saca un cigarrillo y lo enciende.

-¿Te conozco?- Pregunta elevando ambas cejas, esa conocida diversión no deja su mirada, retrocedo dos pasos, el da una calda al cigarro y expulsa el humo-Te has equivocado, no te conozco- Murmura.

No se si creerle ante su mirada, el me mira y me guiña su ojo, al pasar por mi lado, lo que dice en un susurro me congela.

-Parece que la chica torpe y llena de emociones murió- Dice con burla, un jadeo abandona mis labios.

Me giro y lo miro alejarse, una leve sonrisa se forma en mis labios.




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¿Que les pareció?, bueno, solo comenten y nos vemos en otra historia.

Lo sé, soy mala para dejar morir a mis personajes. 

Instagram keithkatt96

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