PSYCHO

21. Dulce Pecado

                                                      AVA. 

Damian había dicho que esto aún no había terminado, no lo entendía, todos los que me habían hecho daño habían pagado, todos estaban muertos ahora, yo los había asesinado. En la oscuridad de mi habitación me miro en el espejo, hago un gesto al verme cubierta de sangre. 

Camino hasta el baño en mi habitación, cierro la puerta, me acerco al lavado trago con dificultad miro con repulsión la sangre un poco seca en mi rostro, ropa y manos, aprieto mis labios, abro el tuvo y comienzo a lavar mis manos, hago un gesto, la sangre se mezcla con el agua, me inclino y mojo mi rostro lavando, cierro mis ojos con fuerza. 

En mi mente se reproducían los rostros de todos ellos, el momento en que el brillo en su mirada se apagaba, el momento en que dejaban de ser una escoria viva. 

Una risa baja a mis espaldas me hace saltar, abro mis ojos y me giro asustada, trago con dificultad, no hay nada, parpadeo y miro todo, solo estoy yo aquí dentro, me giro y me miro al espejo, los latidos de mi pecho acelerandose. 

Parpadeo frunzo mi ceño al ver que el reflejo en mi espejo se queda quiero con una sonrisa siniestra en mi rostro, entre abro mis labios me muevo pero mi reflejo continua inmóvil, jadeo asustada de inmediato busco la luz y la enciendo, me giro, ahora mi reflejo es normal, frunzo mi ceño y muevo mi mano, el reflejo hace lo mismo. 

Respiro agitada, cierro mis ojos unos segundos, llevo mi mano a mi pecho sintiendo los latidos. 

-Solo es mi mente, es mi mente- Repito bajo, controlo mi respiración, abro mis ojos, mi mirada se centra en mi ropa sucia, comienzo a desnudarme, abro la llave y me meto bajo la regadera. 

Escenas de lo ocurrido con esos monstruos pasan por mi mente, cierro mis ojos y disfruto en como el agua cae en mi cuerpo, ya ellos no estaban, era libre, por fin podía estar tranquila, yo acabe con ellos. 

-Yo termine con eso, yo sola- Susurro, una amplia sonrisa se forma en mis labios. 

Termino de ducharme, aun con esa sonrisa un poco demente en mis labios salgo de la ducha, tomo una toalla y en vuelvo mi cuerpo, me miro al pasar por el espejo, muerdo mi labio inferior y guiño mi ojo a mi misma. 

Tomo el pomo de la puerta lo abro y salgo, doy un salto y te primo un grupo al ver a Damian sentado en la orilla de mi cama, sostengo con fuerza la toalla alrededor de mi cuerpo y lo miro frunciendo mi ceño, trago con dificultad y me acerco a él alarmada. 

-¡¿Que haces aquí?! - Pregunto alarmada tratando de bajar ni voz, mi madre si escucha algún ruido extraño podría venir, abro mis ojos mirándolo. 

Damian sonríe con diversión y su mirada recorre mi cuerpo cubierto solo por la toalla, mi cabello húmedo gotea, me tenso y doy un paso hacia atrás, el eleva su ceja y enfoca su mirada en la mía. 

-Acabo de terminar de borrar toda la evidencia que pueda culparnos- Dice elevando sus hombros restándole importancia, elevo mis cejas, el sonríe de medio lado y cruza sus brazos -¿Oh que creías?, ¿Que toda la evidencia desaparecidas por arte de magia?- La diversión y burla en su tono es común en él, ruedo mis ojos. 

-Me refiero a que haces en mi casa, en mi habitación, ¿Como has entrado?- Pregunto frunciendo mi ceño, cruzo mis brazos y lo miro a la defensiva. 

Damian se limita a sonreír, el se levanta, me tenso y lo miro con atención, el comienza a ver todo lo que hay en mi habitación, toma una fotografía donde están mis padres y yo de pequeña y la mira, ninguna expresión en su rostro. 

-¿Me tienes miedo?-  Pregunta bajo, su voz suave pero con ese toque siniestro, río bajo.

-Sabes que no- Respondo, un silencio se forma en mtre nosotros, Damian mirando mis pertenencias con interés.