16. Sucesos Retorcidos

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Pasado parte 2.

                                                               AVA. 

Dos semanas habían pasado desde que con Elliot me había enterado que estaba embarazada, no sabía que haría, nadie más lo sabía solo Elliot y era evidente que no iba a contar con su ayuda, el quería que me deshiciera del bebé, pero no podía, no tenía el corazón para hacer eso, era mi bebé, aunque no fuera planeado ya era parte de mi y tenía vida.

Elliot no me había buscado, ni siquiera me había escrito un mensaje, y me sentía aliviada, no quería escuchar sus amenazas.

Varias lágrimas se deslizan por mi mejilla, no quería perder a mi bebé, llevo mi mano a mi vientre plano y camino, llevo mi mano a mi rostro y limpio mis lágrimas con rapidez, nadie podía verme en este estado, el pueblo era pequeño, si alguien me veía llorando le dirían a mis padres.

Ajusto mi abrigo, el día de hoy era frío, me detengo frente a la ventana de una tienda, entre abro mis labios viendo el oso de peluche blanco, coloco mi mano en el vidrio, era hermoso, sonrío de forma inconsciente al imaginar a un pequeño bebé dormir abrazado a ese pequeño oso de peluche, humedezco mis labios, tenía un poco de dinero, le compraría el primer obsequio a mi bebé.

......

Camino hacia mi casa observo sonriendo la bolsa en el interior el pequeño oso de peluche blanco, el sonido de mi móvil detiene mis pasos, frunzo levemente mi ceño, introduzco mi mano en el bolsillo de mi abrigo y tomo mi móvil, un nudo se forma en mi vientre al ver que el texto es de Elliot, dudo en abrirlo, tomo una respiración y decido leer el texto.

Princesa, se que me comporte como un imbecil, por favor ven a mi casa y hablemos sobre nuestro bebé. E.

Los latidos en mi pecho se aceleran al leer su mensaje, aprieto mis labios, él escribió nuestro bebé, sonrío levemente y no puedo evitar sentir emoción, llevo mi mano a mi vientre, ya no estaríamos solos, suspiro y me giro dispuesta a caminar hasta su casa.

Sabía que Elliot no era esa persona que me trató mal en su habitación el día que supimos de mi embarazo, el no era así, camino con tranquilidad hasta su casa, le enseñaría el oso de peluche blanco que le compre a nuestro bebé, se que no era mucho ni costoso pero era muy lindo y ya podía imaginar a mi bebé durmiendo con él.

Luego de varios minutos de camino llego a su gran mansión, empujo el gran portón para poder entrar al jardín de su casa este se encuentra abierto, camino hasta la puerta principal de su casa y toco la puerta, luego de algunos minutos la puerta se abre, mi mirada se dirige a Elliot, este me mira unos segundos y luego sonríe, el alivio me recorre, el no esta enfadado conmigo ya.

-Princesa, sabía que vendrías- Murmura, el se acerca a mi para besar mis labios pero aparto mi rostro y sus labios dejan un beso en mi mejilla, el se aparta y busca mi mirada, me encontraba mirando el suelo, aunque amara tanto a Elliot no podía evitar recordar la forma en que me trato.

-Primero debemos hablar sobre lo que ocurrió- Susurro, Elliot suspira y asiente, hace un gesto para que entre.

-Vamos a mi habitación- Dice el busca mi mano y la entrelaza con la suya haciéndome caminar junto a él, lo miro unos segundos, esa sonrisa tan conocida ya no está en su rostro, y hay algo en su mirada que me incómoda un poco, un profundo malestar se forma en mi pecho, y por alguna extraña razón algo me decía que no lo siguiera.

Cuando estamos frente a la puerta de su habitación el la abre, entro en silencio y elevo mis cejas al ver a los amigos de Elliot, parpadeo confundida, Wilmer deja de jugar play al igual que Ian para fijar su mirada en mi, Charly sentado en un sofá cercano bebe algo de color ámbar, entre abro mis labios sin comprender que hacían ellos aquí si esto era algo entre Elliot y yo, ellos ni siquiera sabían que teníamos algo. 

PSYCHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora