capítulo 1:La invasión

3.9K 204 75
                                    

— ¡Buenos días pequeña luciérnaga! —escuché decir a mi madre entre sueños—, vamos, es hora de despertar e ir a la escuela.

Entonces abrí mi ojos poco a poco logrando divisar a mi madre, una mujer hermosa, tez blanca, cabellos rubios, unos ojos azules profundos, un azul que me mira con amor y dulzura. Entonces comencé a incorporarme en la cama.

— ¡Buenos días mami! ¿Cómo dormiste? —dije mientras me colgaba de su cuello en un cálido abrazo.

— Bien querida, ¿Y tú? ¿Alguna pesadilla está noche? —dijo correspondiendo a mi abrazo.

— No mami —solté su cuello y salí de su agarre—, Lucy me ha cuidado muy bien esta noche —dije mientras abrazaba a un peluche con forma de luciérnaga—, ella me cuida noche y día por eso nunca la suelto, es mi mejor amiga.

— Vaya, vaya, mira quién despertó —se escuchó la grave y resonante voz de mi padre por detrás de mi madre, entonces entró a mi habitación, un hombre alto, tez un poco más oscura que la de mi madre sin llegar a ser moreno, ojos verdes cálidos y un cabello castaño rizado, al entrar abrazó a mi madre por la cintura dando un beso en su cabeza y acariciando su cabello y aprovechando el momento me colgué al abrazó de ambos.

Esos éramos nosotros, una familia feliz, pequeña, en una casa pequeña pero con lo suficiente, no éramos millonarios pero vivíamos bien, bastante bien, cada cosa que teníamos era de calidad, pero no por tener millones de pesos sino por la sabía administración de mi madre y el esfuerzo y trabajo de mi padre, ellos eran un gran equipo juntos, no podían estar solos así que a donde fuera papá, mamá iba y por ende iba yo.

Mis padres salieron de la habitación, papá fue a por sus cosas de trabajo, mi madre a preparar el desayuno. Me levanté de la cama, fui al baño, lavé mi pequeño rostro y cepille mis dientes, entonces me dirigí al armario y saque mi uniforme. Me quité la pijama rosada de flores rojas, luego puse mi playera del colegio, la falda color verde con cuadros negros que me quedaba al ras de las rodillas y las calcetas blancas que apenas y tocaban mis rodillas. Me dirigí al espejo de cuerpo completo de mi cuarto y comencé a peinarme, ahí estaba yo, una pequeña niña de cinco años, tez blanca, pero no como la de mi madre, ojos color miel oscuro, casi café, cabellos castaño claro casi rubios y rizados, comencé a hacerme dos coletas y poner mis moños verdes en cada una. Lista para la escuela.

Baje al comedor y disfrutamos de un delicioso desayuno, mi mamá era una excelente chef, al terminar subí a mi habitación por la mochila y cuando me disponía a bajar escuché el grito de mi madre hablando en japonés.

— _____ o daunrōdo shinaide kudasai kikendesu —mamá decía "_____, no bajes es peligroso"

— okāsan ni shitagau, kanojo ga subete shizuka ni naru made kudatte wa ikenai —"obedece a mamá, no bajes hasta que todo esté en silencio" musitó la voz ronca de mi padre prosiguiendo a mi madre.

En verdad algo iba mal, mi madre era japonesa, mi padre inglés, así que entendía perfectamente ambos idiomas, solo hablábamos japonés en caso de riesgo o sospecha. Cuando escuché a mis padres me dirigí a mi cama, agarré a Lucy y me escondí debajo de la cama abrazándola fuertemente, abajo se escuchaban golpes gritos y muchos ruidos ensordecedores, sufría un pequeño problema, mis oídos captaban la vibración de los sonido 3 veces más de lo normal por lo que un ruido fuerte a mí me irritaba, cuando al fin escuché que el ruido cesó espere un poco para rectificar que no había nadie, cuando pasó el tiempo prudente salí aún con Lucy en brazos y baje de nuevo, cuando vi lo siguiente me eché a llorar, mi padre estaba al final de las escaleras con una bala incrustada en la cabeza, por la posición pude deducir que evitó que las personas invasoras subieran a mi habitación, entonces seguí bajando las escaleras, salte el cuerpo de mi padre, sabía que estaba muerto, él era médico así que entiendo algo de enfermería, cuando voltee al lado izquierdo, al comedor, vi a mi madre tirada sangrando del pecho, me acerqué a ella, aún vivía, con poco aliento me dijo.

— Papá y yo... te amamos... hasta el fin... vive una vida... feliz —dijo entrecortadamente y dio su último aliento de vida. Había perdido demasiada sangre y murió.

Del lado derecho al comedor estaba la sala de televisión, junto a uno de los sillones un teléfono, llamé a la policía, cuando colgué me senté en el sillón a esperar con lágrimas en los ojos y abrazando a Lucy, en menos de cinco minutos llegaron, me pidieron salir de la casa y me senté en el columpio de fuera, el llanto había cesado pero la tristeza en mi interior no.

Un oficial de policía me interrogó.

— Hola pequeña, ¿Cómo te llamas?

— Me llamo ____.

— Yo me llamo William, ¿Tienes más familia? —moví mi cabeza en respuesta negativa. La familia de mi padre tiempo atrás se había mudado a Estados Unidos de América y no conocía a nadie, mientras que la familia de mi madre estaba en Japón—, ¿Tienes un apellido?.

— Vonette.

— ¡Excelente! En unos minutos vuelvo —llevaba consigo una de las primeras laptops a la venta, era grande pero funcional, introdujo datos y con cara de sorpresa dijo a lo lejos—, Vonette, no hay registros de una persona con ese nombre en esta ciudad, sin embargo todos los documentos están a ese nombre, extraño— dicho esto tomó un comunicador y pidió contactar a no sé quién, pues cuando estaba escuchando otro oficial me cubrió con una manta distrayéndome, hacia frío, pero no lo sentía, hacía más frío en mi interior que fuera de él.

Minutos más tarde un señor, de tal ves 40 años se me acercó. Vestía un traje negro, muy formal y poseía una cara que transmitía paz.

— Hola, mi nombre es Quillsh, ¿Me acompañarías a un lugar? Te gustará

Su cara me convenció, la paz de la atmósfera me atrajo, extendió su mano y la tomé, entonces caminamos hasta llegar a un carro negro muy lujoso, subí y me abracé fuertemente a Lucy y en un acto de empatía el señor me abrazó. El día comenzaba a anochecer, los oficiales estuvieron todo el día en casa y para cuando llegó Quillsh ya oscurecía, una vez en el carro el cansancio me venció y no supe más de mi realidad.

~~~~~~~~
Primer capítulo

Espero que esta historia sea de su agrado, disfruten y nos leemos pronto.
~Yumiliet💜

Death Note: Todo por una apuesta (L Lawliet y Tu) [corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora