capítulo 11: Rubio y Castaño

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Al día siguiente mientras me alistaba para salir alguien tocó la puerta.

-Adelante.- dije mientras cepillaba ni cabello y me peinada una media coleta.

- Buenos días ______, traje cosas para el niño.- entró con un carrito detrás de él lleno de cosas para bebé.

-Se llama Nate, Nate River, yo se lo puse.- veltee a verlo, estaba dormido en mi cama.

-Oh, me ahorraste otro trabajo, bien más tarde comenzaré con su papeleo. Me retiro.

-Espera.

-¿Sí?

- ¿Podrías traer el desayuno acá?, tengo cosas que hacer.- dije apuntando al carrito.

-Claro ______, es un momento lo traigo.- dicho esto salió de la habitación dejando el carrito.

-Bien pequeño, hora de acomodar tus cosas.

Primero saqué una bolsa de una tienda de ropa, había mucha ropa de bebé, toda era color blanco y azul, hice un espacio en el armario, aunque no era tan necesario, Elle había dejado vacío su lado, puse la nueva ropita doblada en su lugar. Luego saqué otra bolsa, está vez eran pañales, los acomodé en el armario, alguien tocó a la puerta.

-¡Adelante!- grité para que mi voz se escuchará desde el armario.

-Hola ____, ¿Qué haces?

-Ah, hola Beyond, acomodo las cosas de Nate.

-¿Nate?- se sentó en la cama con su nueva forma de hacerlo y observó a Nate.

-Sí, el pequeño, yo le puse el nombre.

-Ah, ¿Vendrás a jugar?- puso su pulgar en los labios.

-No lo sé, debo terminar esto, ¿Podrías dejar de imitarlo? Me incomoda.- lo miré aún dentro del armario.

-Creí que te gustaba ese chico, a mi me gusta como es.- ignoró mi petición.

-Estoy algo enojada con él.- volví a mis quehaceres.

-¿Por qué?

-Le he escrito a diario y no tengo respuesta, ya pasaron 5 meses y no se digna a responder.

- Que mal novio.

-Es más, ya no se si somos novios.

-Yo creo que no, los novios no se dejan de hablar así.

-Tal ves tengas razón... Uff pesa... En verdad quisiera saber por qué no contesta.

-Talvez ves solo se aburrió de ti y le importa más sus casos que tú.

-Tal ves solo este muy ocupado, sé que vendrá por mí en mi cumpleaños 15. Bien acabé con el armario, ahora a armar la cuna.

Saqué una caja grande donde estaban las piezas de la cuna y comencé a armarla, Beyond solo se limitaba a ver e imitar a Elle, de pronto la pelusa comenzó a llorar.

-¿Que ocurre?- lo cargué- ¿Tienes hambre?- entonces percibí un terrible olor- Es tu pañal.

Fui al armario saqué las cosas para cambiar su pañal, cuando terminé lo recosté de nuevo y el pequeño comenzó a jugar con sus pies.

-Eres buena cuidandolo.

-No es eso, en realidad es un bebé muy tranquilo, solo llora cuando tiene hambre, sueño o está sucio, es fácil saber lo que quiere, solo que es extraño que siendo tan grande se comporte de tal manera- voltee a verlo y estaba jugando con Lucy.

-Vaya, deberías casarte conmigo cuando crezcamos.

-Ja, que tontería, ¿Podrías ayudarme con la cuna?.- Beyond me ayudó y así terminamos más rápido y nos fue posible jugar un poco.

Pasaron los meses y mis correos siguían sin respuesta, el pequeño Nate ha estado creciendo y ha comenzado a caminar y decir sus primeras palabras, fue un arduo trabajo, al parecer este niño es muy inteligente pero sigo sin entender por qué apenas logra desarrollarse, no soy su madre pero me emociona, según una carta que dejaron junto al bebé nació el 24 de agosto de 1991, en unos días cumpliría cuatro años. He notado que le gusta mucho lucy, creo que te regalaré uno más pequeño, lo haré yo misma.

Decidí ir a la computadora mientras Nate estaba durmiendo, me disponía a resolver un acertijo de casos cuando una noticia estaba en la primera plana de internet.

"Un arma viral se desató en Japón, El detective L trata de encontrar la cura."

Estoy segura de que es él. Lo ignoré. Resolví el caso en pocas horas, unos me llevan días en terminarlos, más ahora con Nate.

Ha llegado el cumpleaños de Nate.

-Hola pequeño, te tengo un regalo.- dije mientras lo despertaba de su sueño.

-Lu~cy.

-No es exactamente ella pero si algo parecido.- saqué una versión de Lucy más pequeña, tan pequeña como para ponerla en los dedos.

-¡Lucy!

Desde entonces Nate desarrolló un gusto enorme por los juguetes, cada día pedía un nuevo muñeco de dedo o le pedía a Roger juguetes de todo tipo, para ser un niño de a penas cuatro años era muy listo, resolvía con facilidad rompecabezas grandes.

Un día Nate y yo nos dirigíamos a la biblioteca, cuando entramos escuchamos la risa de unos niños y los buscamos por todas partes, cuando no los encontré decidimos sentarnos en nuestra mesa preferida, Nate jugaba con sus dados mientras yo leía un poco, He notado que Nate también tiene una forma de sentarse siempre, creo que todos lo tenemos. De pronto algo me golpeó el pie y me asomé bajo la mesa. Ahí estaban dos niños, uno de cabellos rubios vestido con ropa algo ajustada y de color negro y otros de cabellos castaños casi rojizo con un pantalón azul, unas botas negras un poco altas, y una camisa de rayas, estaban con un videojuego.

-Hola chicos, ¿Qué hacen aquí?

-Jugamos, ¿no es obvio?- el rubio contestó mientras observaba al castaño jugar y comía una barra de chocolate.

-No seas grosero. Jugamos tetris, ¿Gustas? -habló con más educación el castaño.

-No, gracias, ¿Son nuevos?

-Llevamos 2 días aquí, L nos trajo.

-¿Elle?

-El detective, tonta.- El rubio, creo que no me caerá muy bien.

-¡Mello! Si, L, el detective, nuestros padres murieron por el arma viral y él nos trajo, bueno, mando a que nos trajeran. Por cierto soy Matt y el grosero es Mello.

-¿Que dijiste tonto?- el rubio le dió un puñetazo en el brazo.

-Soy ______ y la pequeña pelusa que juega el rompecabezas se llama Nate.

-Un gusto, bien, ahora jugaremos, no puedo pasar este nivel.

-Es porque eres tonto.

-Sí eres muy listo termínalo entonces.- de pronto Nate se bajó de la silla como pudo, entró bajo la mesa, tomó el vídeojuego de las manos de Matt y comenzó a jugar, en menos de 5 minutos había pasado el nivel.

-Esa bola de pelos blanca terminó antes que tú tonto.

-Te recuerdo que tú tampoco pudiste, Mello.

-Basta chicos, ¿Que les parece si juegan con nosotros un rato?.- así pasamos el día jugando videojuegos, juegos de mesa y con los juguetes de Nate. Con el pasar de los minutos supe que sus nombres solo eran sus seudónimos en juegos, el rubio se llama Mihael Keehl y el castaño Mail Jeevas.

Llegada la noche Nate y yo nos fuimos a nuestro cuarto, el pequeño durmió rápidamente mientras yo busqué sobre el caso, verdaderamente Elle se convirtió en un gran detective.

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Otro capítulo! Qué tal les parece? Me esforcé en el título, no sabía cómo ponerle jajaja.

También para decirles que ya subí el prólogo de another note y puedan leerlo.

~Yumiliet💜

Death Note: Todo por una apuesta (L Lawliet y Tu) [corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora