capítulo 35: Las cartas.

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Pronto pasaron los días, en un inicio tenía planeado no pasar más de tres días en Londres, pero extrañamente encontraba una gran paz al estar aquí, es extraño pensar así al estar en la casa donde mis padres murieron, pero el hecho de estar llegando al fondo del caso me daba un cierto nivel de alivio. A falta de ropa para los días posteriores a lo planeado tuve que ir al centro comercial a comprar unos cuantos cambios. También durante estos días regresé a casa de Dina Bullet y logré recuperar cuanto menos una de las cartas de amenazas enviadas a mi padre en su juventud.

Vaya que en esta aventura, si es que puedo llamarla así para ocultar un poco la tristeza tras mis acciones, gastaré bastantes pesos, puesto que ahora he comprado un boleto de avión con destino a Japón, volveré a casa de mis tíos y veré si puedo conseguir alguna carta que fueron enviadas a mis padres, así que entregué el carro que había rentado y fui al aeropuerto.

Abordé el vuelo y el avión comenzó a elevarse del suelo, a pesar de ser de día mi cuerpo estaba sumamente agotado, pensar tanto para resolver este misterio verdaderamente es cansado. En cuanto me acomodé en mi asiento caí en un profundo sueño, se me ha hecho costumbre dormir durante mis viajes, aunque sinceramente no me molesta.

Cuando llegué a Japón fui directamente a casa de mis tíos y sin más rodeos pedí las cartas. Los señores Yagami vaya que se sorprendieron por mi petición, no les había contado que estaba investigando todo lo sucedido en el pasado así que era obvia su sorpresa, sin embargo, con la idea de querer ver las amenazas con mis ojos, me entregaron las cartas sin titubear.

Salí de la casa y me dirigí a mi hogar para así comenzar mi ardua investigación en las cartas.

La señora Dina me había entregado lo pedido envuelto en un pañuelo por lo tanto no he visto su apariencia, mientras que los señores Yagami me las entregaron dentro de una caja de madera, no quería abrir aún las cartas sin estar en mi casa puesto que quería registrar todo en mi cuaderno de evidencias.

Al entrar a casa despojé de mis vestiduras y me vestí con mi pijama azul pastel, tomé la computadora, el cuaderno de apuntes, las cartas y fui a mi habitación, en ella, gracias a que soy jefa de laboratorio tengo diversos químicos y una gran reserva de dinero, no puedo decir que soy millonaria pero sí que tengo más que suficiente para sustentarme. Me dirigí al escritorio que estaba pegado a una de las paredes de la habitación y me senté en mi típica manera de hacerlo, al ser mi casa una tradicional de Japón no tenía cama sino futón, este estaba guardado en el armario dando gran espacio para lo que necesitase. Cuando saqué la carta envuelta que la señora Dina me dió y la saqué del pañuelo pude observar la extraña forma que envía este criminal para comunicar sus amenazas.

La carta era tamaño carta, efectivamente, tenía los escritos realizados con letras recortadas de periódicos y revistas, a su vez todo esto anterior estaba forrado con algún tipo de plástico, al parecer esto lo hizo para que las letras no se despegaran, las cartas que la familia Yagami me entregó estaban exactamente con la misma técnica, no había duda de que la misma persona envío esto.

Con los diversos químicos que tenía en mi habitación comencé la búsqueda de lo que podrían ser fallos de este buen criminal, tomé uno de los polvos que tenía entre las sustancias y lo espolvoree por encima de ambos lados de la carta para luego pasarle una luz negra sobre esta. Esto delataría si había o no alguna huella que haya pasado desapercibido por la policía, pero los resultados fueron negativos, este genio fue lo suficientemente listo para no dejar huellas o ADN.

Sumida en mi frustración de no encontrar pistas en ninguna de las cartas comencé a analizar qué errores humanos podría cometer un criminal, observaba con detenimiento las cartas tratando de imaginar cómo las elaboró.

Death Note: Todo por una apuesta (L Lawliet y Tu) [corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora