Capítulo 53: La verdadera historia.

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Abrí mis ojos, al menos esa era la sensación, pues aunque me hacía parpadear no veía absolutamente nada, todo estaba oscuro, mi percepción de espacio me decía que estaba acostada, me senté en dónde sea que estuviera y seguí buscando algo a mi alrededor pero nuevamente las tinieblas se alargaban, solo se podían percibir extraños lamentos a la distancia, muy de pronto se escuchó algo, como quien abre una puerta pesada, voltee hacia donde provenía el ruido y dónde inundaba la oscuridad se comenzó a ver una lejana especie de puerta abierta de dónde entraba luz, una luz brillante y de color blanco que iluminaba el pasillo convirtiéndolo en uno grisáceo y lleno de más puertas cafés, en las cuales podía observar sucesos extraños, pero no me detendría a verlos.

Me puse de pie y comencé a caminar hacia esa puerta, el camino parecía largo, creí que tomaría años, y es que aunque caminaba no parecía acercarme a la puerta, parecía que caminaba en un mismo sitio, aceleré el paso ¿Por que caminaba hacia allá? No sabía la respuesta exacta, pero era una extraña atracción que me pedía ir allá.

De pronto una voz dijo mi nombre, simultáneamente se desató un temblor que me hizo caer, en cuanto se detuvo me levanté y miré a todos lados en busca de quién me había llamado, y lo ví, ví una silueta que llegaba del lado opuesto al que corría, corrí al camino de dónde venía, la silueta seguía gritando mi nombre, entonces poco a poco me acercaba a ella hasta distinguir mejor su forma, la luz era más tenue según me acercaba a ese ser pues más lejos estaba de la luz, entonces estuve cerca de la silueta, esa forma que me era tan familiar... Su postura encorvada y esos cabellos alborotados... Era la silueta de Elle. Gotas de lluvia surcaban mis cuencas al ver a quien es mi amor, al verlo vivo, saber que todo fue un mal sueño... O tal ves este era el sueño.

Corrí aún más rápido para acortar la distancia quedante entre ambos, para lanzarme en un abrazo.

- Elle.- susurré en medio de un sollozo, y sentí como sus brazos me envolvían.

- ¿De verdad eres tú?- escuché decir mientras pegaba sus labios a mi coronilla.

- Lo soy, Elle.

- ¿Dónde estamos?- dijo separándome de su cuerpo.

- No lo sé, creí que tú sabrías.- lo miré dudosa.

- Tampoco se, solo recuerdo... En realidad no recuerdo mucho antes de esto, solo que estábamos en la investigación de Kira...- llevó su pulgar a los labios.- La death note.

- ¡Estamos muertos!- exclamé desesperada y las lágrimas se volvieron rápidas.- ¡Es el cielo!

- Sinceramente no creo que así luzca el cielo.- levantó mi rostro y secó mis lágrimas.

- ¿El infierno?- dije mirando sus ojos, aquellos que no portaban sus acostumbradas ojeras, sino que su rostro parecía plenamente relajado.

- Es demasiado bello para serlo.

- Entonces, ¿Dond...- detuvo mi hablar con su dedo índice.

- Basta, sería mejor si...- tomó mi barbilla y acortó la distancia entre nuestros labios y depositó un suave beso en ellos.- creí que no volvería a verte... En realidad no sé cómo estoy aquí.

- Yo tampoco, de pronto desperté aquí.- Me abracé a su cuerpo.

- Cuando desperté estaba en un pasillo gris con dos puertas, una amarilla y la otra parecía de luz.- llevó su pulgar a los labios.- la amarilla desaparecía y me ví obligado a ir a la blanca.

- ¿Una como esa?- señalé a la puerta que quería cruzar antes de que él llegara.

- Sí, cuando la crucé ví un tumulto de gente, de pronto entre ellas distinguí a Alex.

Death Note: Todo por una apuesta (L Lawliet y Tu) [corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora