Los juegos de Mohamed [Crónicas de Abril #1]

Al fin... el fin

(Umbra, Oficinas de Mohamed)

La sombra aparecía de repente, gracias a su cristal de teletransporte; todos voltearon a verlo, a excepción de Mohamed, quien siempre se guardaba sus pensamientos para él mismo, así que a nadie se le hizo extraño.

-¿Dónde habías estado?- escuchó que le preguntaba desde sus espaldas una voz femenina y algo temblorosa, la representante fantasma del consejo.

-No importa, ya llegué- contestó Umbra sin siquiera verla y dirigiéndose a su asiento.

-Debemos estar preparados- se escuchó la grave y demoniaca voz de Mohamed, en ese instante todos guardaron silencio y pusieron atención, más por temor que por respeto —Pronto tendremos un nuevo ganador, debemos recibirlo adecuadamente

-El mismo ritual de siempre, supongo- intervino el representante natural, Mohamed solo asintió.

Umbra miraba el enorme holograma, donde aparecía la imagen de Abril rodeada de fuego y mirando constante mente a su alrededor, siempre alerta.

-Lo está guiando a una trampa- comentó Umbra, quien por error había pensado en voz alta.

-Con que eso hace- respondió una hechicera compañera -.Yo creí que se estaba volviendo loca

-¿Creen que Lancelot caiga en la trampa?- preguntó la chica quimera mientras jugaba con una de sus orejas de zorro.

-No sé- confesó Umbra —El chico tiene talento luchando, pero admito que no es muy listo, la humana lo podría vencer

-¡Que emoción!- gritó la chica de fuego -.Por fin un humano vencedor ¿Hace cuánto que un humano no se nos une?

-Un par de años- respondió el chico de hielo -. Tal vez cinco... o siete

-No enfrente de Leonardo- se burló el ángel, con intención de sacarle una sonrisa a todos los presentes, mirando de reojo al humano.

-No me importa- contestó el representante humano -. En lo más mínimo me importa, yo sigo aquí, eso es lo único que me interesa- respondió de una manera muy convincente, aunque era una completa mentira.

-Pero qué egoísta- se quejó la quimera cruzándose de brazos.

-Soy humano, así somos

-¡Silencio!- gritó Mohamed, al instante todos lo obedecieron, porque así se hacían las cosas, siempre habían sido así y no podían cambiar, o eso pensaban todos.

Después de un rato de silencio Leonardo, el humano, se atrevió a preguntar.

-¿Creen que elegirá volverse una diosa?

-Imposible saberlo- reconoció la chica de fuego -.Es humana, los humanos son indescifrables-

-No negaré eso- respondió el humano, dejando por terminada la conversación, y el silencio volvió a inundar el lugar.

* * *

(Caro, dimensión humana)

-¡Caro! ¡Ya duérmete!- gritó su madre mientras cerraba la puerta de su habitación tan repentinamente que el golpe se pudo haber escuchado en las casas vecinas.

Haciendo caso omiso de su madre, Caro siguió tecleando en su computador y editando algunos videos, mientras se decía a sí misma que cuando envíe ese archivo a toda la escuela la reputación de Abril caerá tan bajo que lo más probable era que se cambiara de escuela, un video falso.

Era increíble lo que se podía hacer con unas cuantas fotos, unos videos de Youtube y un buen programa de edición, ahora, pasara lo que pasara, regresara Abril o no, ella tendría pruebas, aunque falsas, de que todo lo que dijo era real.