Caminando por el interminable pasillo, Abril se dirigía hacia lo que parecía ser la entrada de las oficinas de Mohamed, ante la puerta se encontraban diez criaturas diferentes mirando a los que llegaban.
Abril pudo notar que todas las miradas poco a poco se posaban sobre ella, sintió una mano en su hombro.
-No dejes que te intimiden- le dijo Michael mientras se detenían a poco distancia de esas criaturas.
¿Quiénes serán? Pensó Abril, pero como si le hubiera leído la mente, Marcie contestó.
-Ahora, son tus enemigos
Abril no podía ver a sus amigos, ellos estaban detrás de ella, y las criaturas que se encontraban entre ella y la puerta no le daban mucha confianza.
Las miradas sobre ella, de repente, Abril pudo notar que uno de ellos dejaba de mirarla y posaba su vista en Marcie, una quimera, un tanto humana, con una mirada pretenciosa y un aire de superioridad que ponía a Abril más nerviosa. Con unas orejas de zorro color blancas sobresaliendo de su cabeza y dándole un toque algo divertido a su cabello castaño, algunas manchas de leopardo en su piel, una cola de zorro asomándose de su mini falda, unas largas botas de cuero negras cubrían sus pies y gran parte de sus piernas, pero se veían sobresalir un par de franjas blancas.
Abril reunió el valor suficiente para voltear a ver a Marcie, cuando miró su cara, le vio fruncir el ceño y mirar con odio a la otra quimera. La humana se sentía como en medio de una línea de fuego, donde las armas son las frías miradas y los terribles pensamientos que se mandaban ambas quimeras.
Abril quiso protestar, pero algo más la distrajo, una chica, tal vez un fantasma, la miraba directamente a los ojos con cierto asombro.
Un chico se acercó a los visitantes, de aspecto humano y mirada seria.
-Bienvenida, Abril, ahora eres parte de los juegos, una de nosotros, ven conmigo, te llevaré con Mohamed- dijo, obviamente sí era humano.
Abril siguió al hombre hasta la entrada del lugar y ambos desaparecieron cuando la puerta se cerró, mientras que Michael y Marcie se quedaban con las otras criaturas. La chica fantasma de antes la seguía mirando con cierta curiosidad, pero lo que resultó más extraño era que ella era la única que la observaba.
Abril perdió de vista a sus amigos, caminó detrás del humano por otro pasillo interminable.
-Por cierto, soy Leonardo- dijo él.
Llegaron nuevamente ante una puerta, muy parecida a la anterior.
-Hasta aquí llego yo- dijo Leonardo mientras abría la puerta —Ahora te dejaré con Mohamed, nos veremos después- y acto seguido empujó a Abril para que entrara lo más deprisa posible al lugar.
-¿Quién es?-preguntó una voz que causaba escalofrío y un miedo incesante.
-Abril
-A si, la vencedora, un gusto
Todo estaba en una completa oscuridad, apenas se lograba ver las siluetas que formaban los objetos de lugar. Mohamed se encontraba sentado en un gran sofá de espaldas a Abril.
-¿Mohamed?- preguntó ella mientras se acostumbraba a tan profunda oscuridad.
-Así me llaman, ahora, debes entender que al ser la vencedora de este año tendrás algunas responsabilidades
-¿Disculpe?
-¡Calla! No me importa si decides venir o no a este lugar el resto de los años, pero te advierto que en los próximos juegos tendrás que estar presente, decidirás la dinámica de los juegos pero yo elegiré a los participantes
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Los juegos de Mohamed [Crónicas de Abril #1]
FantasíaAbril, una pequeña niña que crece como cualquier otra, todo normal, hasta que la verdad sale a la luz, descubre que su mundo es un horrible escenario de muerte, y pronto ella participará en el... en más de una ocasión. En un mundo donde todo es muer...