Garnet se encontraba descansando en su habitación, luego del espectáculo en el gimnasio, dónde recibió un regaño de parte de todas, incluida su entrenadora, Rose Cuarzo.
Le habían prohibido el ingreso por un mes en modo de castigo, nunca era bueno golpear a un colega de trabajo.
Y ahora se encontraba recuperándose de los golpes, ya que igual había sido lastimada.
—¡Estúpida Jasper!—regañaba con los ojos cerrados—¡Ni siquiera me sirvió su ayuda!—sintiéndose miserable, no había logrado lo que quería, olvidar el dolor, y más aun, tendría que disculparse con Jasper, quién la golpearía por lo que hizo.Mientras Garnet se lamentaba su existencia, Perla ingresaba a su casa a verla, tenía su propia llave, la cual le había entregado la morena hace años.
—¡Garnet! ¡¿Estás aquí?!—la llama desde la sala, y al no recibir respuesta, sube a la habitación a buscarla— con que aquí estás…—acercándose a la cama, la encuentra con su rostro hinchado y varias heridas—sigo sin entender porque te gusta el boxeo.
—no lo entenderías….
—y no me interesa…—buscando el botiquín, sabía todo sobre la pelea ya que Amatista, su prima, le había contado sobre lo sucedido, y que Garnet se había dirigido a su casa sin siquiera limpiar sus heridas—¡Siéntate!—le ordena, a lo que la morena se levanta con quejas de dolor y sus rostro hinchado.
Perla procede a buscar alcohol y algodón para desinfectar las heridas, de la hinchazón no se preocuparía, ya en unos días su pasaría sólo.
—¿Me contarás porque lo hiciste?—le pregunta Perla, preocupada, aquel combate no había sido un entrenamiento, Garnet estaba pasando por algo, ella bien lo sabía, por algo habían sido mejores amigas por años.
—por nada…
Y también conocía la terquedad de su amiga, nunca le decía que sucedía para no preocuparla, sin saber que causa el efecto contrario.
Perla suspira algo cansada, pero sigue en su labor de enfermera, mientras Garnet se mantiene en silencio, intentando disimular los nervios que le provocaba la cercanía de la chica.
Garnet cierra sus ojos, y solo se dedica a disfrutar de las suaves caricias que le entrega Perla, como quisiera estar más seguido así entre sus manos, pero sabe que ese es un capricho imposible.
—¿De que te ríes?—pregunta curiosa Perla al ver una sonrisa en el rostro de su amiga.
A la vez Garnet abre sus ojos, solo para encontrar el rostro de Perla muy cerca del suyo, provocando que se sonroje.
—¡Nada!—alejándose rápida para que Perla no notará su sonrojo.—¿Te encuentras bien? Parece que tienes fiebre… tienes tu rostro rojo.
—¡No! ¡Nada de eso! ¡Me encuentro mejor que nunca!—dándole la espalda a su amiga, pero Perla jamás se ha caracterizado por dejar las cosas así.
—¿Porque no me dices qué te sucede?—acercándose por la espalda a Garnet—no me gusta cuando te comportas así—abrazándola—si me dices…. talvez pueda ayudarte.
—no deberías estar aquí… no deberías preocuparte tanto por mi—alejándola, no quiere verla, y ahora se maldice haberle pasado una copia de sus llaves.
—pero lo hago… eres mi mejor amiga…—le dice Perla, sin saber que con esas palabras apuñala aún más el corazón de Garnet.
—deberías estar con él, con él te casarás…. Deberías preocuparte más por él
—así que eso es lo que te pasa…
—volviendo a acercarse—estas celosa—¡¿Qué?!—sorprendida Garnet por haber sido descubierta—¡Te-te equivocas!
—no deberías estar celosa…—colocando una mano en el rostro de Garnet—nunca te dejare…
A lo que Garnet no puedo evitar alucinar con aquellas palabras y la abraza desesperadamente.
—eres mi mejor amiga… y nadie nos va a separar—termina Perla, rompiendo como siempre las ilusiones de su amiga.
Garnet solo se separa de Perla para mirarla con su rostro neutro, se siente una estúpida en estos momentos, años sabiendo que solo es su mejor amiga, ya debería aprender cuál es su lugar en la vida de Perla.
—vamos… te prepararé la cena antes de irme—saliendo de la habitación, dirigiéndose hacia la cocina.
Garnet solo la sigue en silencio, se apoya en la pared mientras la ve trabajar, con tanta dedicación, recolectando los ingredientes y buscando algunas ollas.
Al observarla recuerda los motivos por los cuales se enamoró de ella, bueno, al principio solo la encontraba una linda chica, que tenía novio, pero nunca llamo más su atención.
Fue con el paso de los años, dónde fortalecieron su amistad, que se dio cuenta que no era capaz de vivir sin ella, dónde sus sonrisas le provocaban sonrojos y suspiros de amor, que sus manos sudaran y su corazón latiera como loco cada vez que se le acercaba.
Perla sin saberlo, la había enamorado… sin seducirla, sin coquetearle, sin vestirse sexy, solo siendo ella había entrado tan profundo en su corazón, que ahora no era capaz de sacarla.
—¿Te quedarás a cenar?
—no puedo… Dewey me está esperando—responde Perla, quién voltea a mirar a Garnet, quién la observa con una cara de “te lo dije”—¡no me mires así!—responde sonrojada.
—te vas a casar con él… tendrán una familia, hijos… así que no me prometas algo que no podrás cumplir—responde Garnet, quién vuelve a su habitación.
Perla solo termina de cocinar, para luego retirarse, ya era demasiado tarde, y ya tendría tiempo de reconciliarse con su amiga.
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La boda de mi mejor amiga (Pearlnet)
RomansAños de amistad, provocaron que Garnet se enamorada perdidamente de Perla, a quien nunca confesó sus sentimientos, ¿pero que hará ahora que la chica a decidido casarse? ¿Jugará sus últimas cartas para conquistar a Perla?