La boda de mi mejor amiga (Pearlnet)

24

—¡vamos Garnet! ¡Tu puedes! —le apoya Steven desde una esquina.

Garnet ya se encontraba en el cuadrilátero, creado hace unos minutos en la bodega del aeropuerto, esperando a su contrincante.

—es una pésima idea... - pensaba Garnet, pues su cuerpo no se encontraba en óptimas condiciones, obvio después de dormir en el aeropuerto en una silla incomoda, con comida chatarra y más de un mes sin entrenamientos. Tenía todas las de perder.

—¡si quieres mi permiso para estar con Perla! ¡Debes derrotarla! —también grita Ópalo para apoyarla.

No puede evitar mirar a sus acompañantes, Rose quién la mira sabiendo el obvio resultado, Lapis y Amatista peleando por Peridot, Greg y Steven practicando algunas porras junto a su casi suegra. Todo parecía normal.

Instante en que siente la entrada de su contrincante.

—espero no haberte hecho esperar... —menciona Jasper, entrando al cuadrilátero, lista para el combate.

Cuando se acerca Amatista—bien, yo será el árbitro de este combate...—ubicandose al centro llamando a las peleadoras— ¡ya conocen las reglas! ¡Nada de golpes bajos! ¡Necesitamos una pelea limpia! ¡recuerden que hay un niño presente! ¡A pelear! — le indica, haciéndose para atrás para evitar salir lastimada.

Se da comienzo al primer round, con una Jasper dispuesta a acabar de inmediato, dando varios golpes a la vez, siendo esquivados por Garnet, quien espera algún espacio en la sólida defensa para contraatacar.

—esto no está funcionando... —piensa Rose al ver el estilo de pelea natural de Garnet—¡tienes que atacar Garnet! ¡No puedes mantenerte así!.

Mientras Garnet sigue en la pelea, encontrandole toda la razón a Rose, pero era un poco complicado cambiar su propio estilo de pelea, más aún con una contrincante como Jasper.

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Perla ya llevaba varias horas en su celda, lo cual la había llevado a pensar varias aspectos de su vida, especialmente respectos a Garnet.

—¡Dios mío! ¡Si era tan obvio! —recordando algunos momentos con su mejor amiga, arrepintiéndose de todo el tiempo perdido. Aún le costaba creer que la seguía queriendo después de tanto tiempo.

—si no hubiese sido tan cobarde... Quien sabe dónde estaríamos en este momento—recordando el viaje de la morena—¡no importa! Apenas salga de aquí ¡Tomaré el primer vuelo e iré por ella! ¡No pienso rendirme!—ahora estaba dispuesta a todo. Solo que no había pensado en lo más importante, aun no se había declarado—¿deberé llevar algún presente? ¿o usar alguna frase cliché para decirle?— pensaba en varias ideas, sonrojándose—¿me corresponderá después de todo?— sacudiendo su cabeza para quitar aquellos pensamientos negativos— ¡basta Perla! ¡toda saldrá bien! ¡solo debes ser sincera con ella!— y con aquel pensamiento, se recuesta sobre la incomoda cama de aquella celda, esperando ansiosa el momento de su salida.  

Si supiera que su pronta salida, solo esta en manos de su amada...

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—¡¿te encuentras bien Garnet?!— pregunta Rose, al ver a una agitada Garnet descansar en el asiento a segundos de entrar al tercer round.

—esto... no esta... funcionando— responde Garnet controlando su respiración.

—lose, debes golpearla, o si no, no duraras hasta el décimo round. 

—¡¿y como quieres que lo haga?!... ¡no he podido darle ni un solo golpe!

—todos tenemos un punto ciego... 

—¿punto ciego? —instante en que suena la campana, indicando que debe volver a la pelea.

Ambas comienzan a combatir, pero Garnet no puede sacarse ese "punto ciego" de Jasper, del cual mencionó Rose y ella aún no era capaz de ver. Lo unico que veía era como su sonrisa se agrandaba con cada golpe que le daba.

Siendo el momento donde vio el punto ciego de Jasper... La confianza. Con cada buen golpe que daba, Jasper bajaba la guardia, creía que el combate lo tenía ganado.

Ahora era el momento... Deja que Jasper le dé un nuevo golpe sólo para posicionarse y darle un uppercut directo en la mandíbula y tirarla a la lona.

Nadie era capaz de creer lo que había pasado, ni siquiera Amatista que era el árbitro del combate se movía, solo reaccionó cuando Rose la llamo, comenzando así el conteo.

—10

—9

—8

—7—y ahí es donde Jasper comienza a levantarse con dificultad.

—6— de seguro que no pensó en ningún momento recibir un golpe asi.

—5—pero su mirada indicaba que no volvería a caer en un descuido así.

—4—hasta que logró levantarse por completo, dando continuidad al combate.

—¡estoy muerta! —piensa Garnet al ver cómo se lanza Jasper hacia su persona, tenía ojos de una bestia a devorar a su presa, que por instinto cierra sus ojos, esperando aquel golpe, que nunca llega, sólo logra escuchar una caída, abriendo sus ojos, encontrando a Jasper inconsciente en la lona y a su casi suegra con un extintor en sus manos.

—¡¿que?! —responde Ópalo al recibir las miradas de los demas—¡iba a matar a mi nuera! —dejando el extintor a un lado— y en caso de que pregunte, Garnet la venció limpiamente—bajandose del cuadrilátero con calma.

Garnet no puede evitar mirarla de mala manera, no puede considerar una victoria así. Pero al fin y al cabo, ya le dará su revancha como corresponde, una vez que vuelva a entrenar.

Así, sin más, se deja caer agotada en la lona, pronto vería a Perla, y no podía evitar que su corazón saltará de alegría.