Hiccup Es Mi... ¿¡Hermana!?

FINAL. CAP 3O

Thunder tocaba el timbre por un segundo y al otro apartaba su mano arrepentido, comenzó a caminar en pequeños círculos en un mismo lugar por más de diez minutos, no debía ser tan difícil, solo tenía que llamar a la puerta y darles la invitación a los padres Cloud, no parecían malas personas, o por lo menos no daban la apariencia de seres exigentes con aura de inferioridad. Aún si hiciera cualquier cosa para convencer a Cloud de que fuera a su partido de fútbol americano, esta casi seguro que lo rechazaría inmediatamente, estuvo ignorando sus llamadas por más de una semana, en la universidad apenas y se presentaba a clases, tanto en las entradas, los almuerzos y las salidas era un fantasma, nadie lo veía excepto sus compañeros de clase cada vez que asistía

Hoy en día, ya se había esparcido la noticia de que Cloud no podría volver a jugar baloncesto en su vida, muchos se entristecieron ante la noticia, otros hasta celebraron y algunos hicieron caso omiso. Pero el más afectado de todos fue el castaño, y no podría culparlo, él también estaría perdido y devastado al saber que no volvería a practicar su deporte favorito, porque era su pasión, la única manera en la cual podía relajarse, pisar la cancha era como ir a otro mundo lleno de tranquilidad, donde no hay presión o prejuicios, es considerado como el mismísimo cielo 

Fue por ello que esta vez no se arrepintió de tocar el timbre y esperar a que alguien lo atendiera, y no se equivocó, a los segundos una agradable mujer salió mostrando una cálida sonrisa de bienvenida

— Hola... Thunder, ¿cierto? — El pelirrojo asintió, la mujer terminó de abrir completamente accediendo el paso con confianza — Adelante, me alegra que Storm no fuera el único en visitar a mi hijo

— Agradezco su amabilidad, pero no me quedaré por tanto tiempo — La madre de Cloud miró al chico con confusión esperando a que continuara — Vengo a invitar a Cloud a mi partido de este fin de semana

Thunder extendió un volante a la mujer que ella tomó inmediatamente notando a todo el equipo de fútbol americano y su nombre con llamativas letras de distintos tamaños y colores

— ¿Por qué no se lo das personalmente? — Opinó tratando de devolverle el papel pero Thunder se negó a ello

— Tal vez porque creó que me dirá que no... Y yo en verdad quiero que este ahí — Respondió tratando de no verse débil y afectado por la baja autoestima de Cloud — Espero y usted pueda convencerlo

La mujer asintió con ternura a lo que Thunder se despidió cortésmente sabiendo que no tenía nada más que hacer en la casa del chico que quería, porque el pelirrojo se propuso hacer feliz a Cloud obteniendo que olvidara el baloncesto para siempre

Le llevaría tiempo, pero sin duda haría su mejor esfuerzo para conseguirlo

La mujer subió a la segunda planta una vez que Thunder se fue, caminando por un largo pasillo tocó levemente la puerta de la habitación de Cloud, este tardó en responder unos segundos, hasta que la puerta es abierta viendo a un castaño chico caminar apoyado en un par de muletas

— Escuchaste todo, ¿cierto? — El chico volvió a su cama fingiendo no haber escuchado las palabras de su madre

— Disculpa, ¿dijiste algo? — La mujer bufo ante la conducta tan testaruda de su hijo, por lo que se acercó a la cama tomando asiento en una esquina, miró al apuesto jovencito con su tobillo vendado reflejando claro aburrimiento en su rostro

— ¿Sabes? Deberías salir a algún lugar, ya sabes... Para distraerte, has estado encerrado en estos días — Cloud volvió a fingir no haber escuchado las palabras de su madre acomodándose entre la cama para darle la espalda y hacerle creer que estaba durmiendo — Puedo decirle a Storm que vayan al parque, compren helado o un algodón de azúcar