Hiccup Es Mi... ¿¡Hermana!?

CAP. O7

La mañana no podría ser más placentera que tener una cálida taza de chocolate en tus manos, acompañado de un crujiente pan, pero había un pequeño e inofensivo inconveniente

Era día de escuela

Toothless esta vez decidió salir más temprano de lo usual, era la primera vez que llegaría media hora antes de que las clases iniciaran, pero prefería aquella opción que toparse con el chico que quiso matarlo la noche anterior, sobre todo cuando él mismo le dijo que pasaba por estas calles para ir a la universidad. El día de hoy quería tener paz y calma

Storm era un tipo realmente curioso, no hace menos de dos semanas le parecía una persona pacifista que no mataría ni una sola mosca, hoy en día lo veía como un matón sin autocontrol donde él era la víctima del mes, aunque podía ver en lo profundo de su alma un chico amable y considerado, pero solo con sus amigos, familia o personas cercanas. La única duda que tenía fue, ¿cómo Cloud, un chico popular, alegre y divertido sea el mejor amigo de un ser humano tan amargado como el rubio?

Por lo que Toothless lograba recordar, Anna le había comentado sobre como Storm solo tenía un amigo en toda su aburrida y despreciable vida, era asombroso lo apartado que podía llegar a ser. Ganarse su confianza sería difícil, pero haría su mejor esfuerzo por conseguirlo

Hiccup tenía que estar en su vida y para lograrlo Storm también debía entrar

No se molesto en avisar cuando salió de casa, también encontró como una ventaja llegar temprano ya que su odioso primo no arruinaría su rutina de la mañana. No tuvo que caminar más de cinco cuadras para llegar, incluso había una vibra diferente el día de hoy, más dulce y satisfactoria. No pensó esperar a sus amigos en la entrada, prefería entrar a su aula y tomar asiento mirando la ventana que daba justamente al portón observando a todos los estudiantes llegar, a los veinte minutos se logró llenar de estudiantes incluidos sus amigos, y a pesar de ver a Cloud también, en ningún momento vio a Storm cruzar el portón

Cuando estaba en clase de literatura, no podía escuchar otra cosa más que las aburridas palabras de su profesor explicando el tema de hoy, el chico desinteresado hecha un rápido vistazo a la ventana frotando sus ojos no creyendo lo que veía, era Storm corriendo a toda velocidad

El pelinegro soltó una leve risa tratando de imaginar al rubio desesperado porque su alarma no había sonado llegando tarde a clases

- ¿Quisiera compartir con nosotros su graciosa anécdota, joven Haddock? - Meatball golpeó el hombro de su amigo al notar que este no prestaba atención logrando sacarlo de sus pensamientos. Cuando Toothless miró a su alrededor, todas las miradas estaban posadas en él incluida la del profesor, este se quedó callado al no saber lo que el hombre le preguntó segundos atrás - ¿Y bien?

- Lo siento, no escuche - Todos en el aula comenzaron a reírse, incluido los gemelos mientras Meatball lo miraba confundido. El profesor mostró una mueca dando señales de molestia

- Al parecer mi clase es lo suficientemente aburrida para usted, supongo que estará más concentrado en la oficina del director, ¿no lo cree? - No tenía que decirlo dos veces, esas fueron las palabras mágicas para tomar sus pertenencias y salir del aula con la falta de hoy y una sanción por parte de la dirección

La universidad tenía una extensión exagerada, y la dirección se encontraba hasta el otro extremo del área. Tuvo que cruzar pasillos tras pasillos para llegar frente a la puerta, las palabras del hombre calvo y con traje fueron estrictas. No era de sorprenderse que ya toda la oficina estaba enterada de todos sus datos personales, incluso recibía saludos por parte de la secretaria o los conserjes, la mayoría de los docentes lo conocían por ser un chico rebelde y causa problemas, sus castigos debían llenar más de diez hojas