Flores de Diamante

Capítulo 6

Flores de Diamante

Capítulo 6

-Venga Eva cariño, tranquilízate.-Le decía Jacob a Evangeline, quién yacía en sus brazos llorando sin descanso.-Sé que es difícil pero… Relájate.-Le dijo alzando su rostro, cogiéndola por la barbilla.

-Vale…-Tartamudeó con las palabras de Lena aún rebotando en su mente cual disco rayado.
Finalmente, la francesa se quitó las lágrimas que recorrían su rostro y le sonrió a su amado. Él no merecía verla mal. Jacob, por su parte, le devolvió la sonrisa y le dio un corto beso en los labios.
Poco a poco, el beso fue a más, y las lenguas de ambos comenzaron a danzar en una exótica y lujuriosa danza. Se deseaban el uno al otro, y mucho. Jacob, de forma gentil, recostó a la chica en la cama y dejó un dulce beso en su frente, indicándole así a la francesa que, estando a su lado, todo iría bien.

Poco a poco, y a pesar de que era invierno, la ropa comenzó a molestarles quedándose ambos en ropa interior. Jacob, en un acto de atención, abrió la cama, arropándose junto a Eva.

-Así evitamos resfriados.-Le guiñó el ojo, y Eva se sonrojó aún más de lo que ya estaba.

Sin darle tiempo a responder siquiera, Jacob se lanzó de nuevo a los labios de la francesa, pero, esta vez acariciando sus senos y la curva de su cadera con una mano, mientras que con la otra la agarraba del cuello.

Evangeline comenzó a agobiarse por el agarre de Jacob, recordando la amenaza de Lena, junto con aquel traumático momento. Pero la bomba no se detonó hasta que Jacob, con la intención de adularla, le susurró al oído:

-Eres perfecta, ¿sabes?
Eva, en aquel instante, abrió los ojos como platos y empujó a Jacob lejos de ella con un grito ahogado.

-Yo… Lo… Lo siento Jacob…-Tartamudeó en un susurro.-Yo… No puedo. Joder… Lo siento tanto…-Comenzó a llorar, tapando su rostro con sus manos.

Jacob se sentía desconcertado, ¡todo iba sobre ruedas! Iba… Estaba decepcionado, mas, tenía que dejar de sentirse así. Él sabía que algo así iba a pasar, solo que aún no lo había asimilado del todo. Fue terapia de choque en toda regla. Suspiró y abrazó a Eva, tranquilizándola:

-No te preocupes pequeña, no importa. No llores por favor.-Rogó, bastante tenía con tener una erección como un templo.

-Me siento como una mierda.-Admitió ella entre sollozos.

-No lo hagas por favor. Sabía que algo así pasaría tarde o temprano, no te preocupes. Lo tenía asimilado ya.-Mintió.

-¿De verdad?-Alzó la vista la pequeña, Jacob le sonrió.
Eva le abrazó fuertemente escondiendo su rostro en su cuello.

-Gracias… Mil gracias.-Susurró contra su cuello.-Cuando… Cuando esté lista, lo haremos.-Sonrió entre lágrimas mientras acariciaba su poca barba.-Te lo prometo.-En realidad tenía pavor a hacer algo con él por si Lena se enteraba.

-No tienes que agradecer nada princess.-Sonrió acariciando sus mejillas.-Anda, vayamos al salón a cenar.-Besó la punta de la nariz de la francesa.

Eva asintió y ambos salieron de la cama Jacob, quien volvió a ponerse su camiseta y sus pantalones pero, al ver que Eva buscaba la suya, Jacob repasó la habitación, encontrando la prenda en el lado de la cama de la francesa.