Capítulo 7

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Flores de Diamante

Capítulo 7

Tras aquellos eternos minutos, Elizabeth cayó dormida entre los brazos del francés, que estaba chistándola al oído mientras ella lloraba y decía que todo había sido una pesadilla. Seguido de Eli, Arno no pudo aguantar más con los ojos abiertos.

A la mañana siguiente, Elizabeth se encontraba sola en la cama de la pelirroja y un dulce olor a comida fue lo que la despertó.

-¿Arno?-Se rascó los ojos mientras se levantaba para ir a la cocina

-Bonjour mon chérie.-Saludó Arno dejando el plato de la inglesa preparado en la mesa para ir a su lado y besar su mejilla, cosa que sorprendió a la chica.-¿Has dormido mejor?-Preguntó cogiendo la mano de Eli, llevándola a la mesa.

-La verdad es que sí…-Susurró avergonzada y sonrojada al recordar que ayer lloraba entre los brazos de Arno, además de por la cantidad de contacto que estaba teniendo con el francés.

-Me alegro mucho, tú no te preocupes, es decir, ya cesarán las pesadillas, créeme.-Sonrió ofreciéndole sentarse, apartándole la silla.

-Gracias…-Susurró de nuevo viendo como este se sentaba a su lado, comenzando a comer.

El desayuno transcurrió tranquilamente, sin embargo, Eli seguía dándole vueltas a la pesadilla.

-¿Qué te parece hacer hoy un tour por París?-Preguntó con una sonrisa después de dar un trago a su café.

-¿Un tour?-Alzó una ceja.-¿Para qué? Ya conoces París.-Se encogió de hombros.-Además, ¿no se supone que no debemos salir de la casa?

-Tonta, para mí no… Para que tú lo conozcas.-Rió mirándola mientras se levantaba para quitar los platos y los vasos.-Ahora que estamos aquí, no es necesario, es decir, no debemos salir todos los días, pero podemos hacer un poco de turismo.-Respondió a la pregunta de la rubia.-Además, así pasamos el día fuera, y no encerrados aquí. Si quieres, vamos primero al palacio de Versalles, luego… A Notre-Damme, después al museo del Louvre, y luego al Arco de Triunfo. Podemos hacemos un descanso tras salir de la catedral para ir a comer y luego, por la noche, cenamos en el mejor restaurante y, visitamos la Torre Eiffel. Así podrás ver  lo precioso que es París de noche, y, antes de volver a casa, hacemos un viaje en globo aerostático, ¿quieres?

-¿Un viaje en globo?-Sonrió ampliamente.

Arno asintió.

-¿Te parece un buen plan madame?-Arno miró a los ojos de la chica.

-¡Claro!-Rió la chica.-Va a ser divertido pasar el día a tu lado fuera.-Soltó sin pensarlo, cosa de la que se dio cuenta tarde, haciendo sonrojar a ambos.-Digo… Sí, a ver, que va a estar bien el día.-Rió nerviosa.-Iré al balcón a fumarme un cigarro.-Dijo seria yendo hacia el sitio mencionado.

-¿Otra vez fumando?-Suspiró.-Debes dejarlo, en serio, es muy malo para tu salud.

-¿Y?-Le miró con una ceja levantada. Arno suspiró.

-Vale.-Dijo Arno alargando la “a”, alzando los brazos.-Voy a fregar los platos e iré arriba para prepararme.-Dijo con una sonrisa en su rostro dejando los platos en la cocina.

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