Capítulo 4

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- Quiero ver a mami...- Berrincheó Georgie, sentado en las faldas de su hermana mayor.

    Lily suspiró e intercambió una mirada con Daniel, que agitaba el pie con nerviosismo en el sillón opuesto. Se hallaban en la sala de la casa de los Cavanaugh, frente a la limonada y los sándwiches que su tía Spencer les había preparado rato antes, previo a marcharse a la cocina a atender una llamada importante.

- Lo sé, Georgie- Lily meció al pequeño, desesperada por no poder serenarlo. Ojalá fuese tan fácil como sus mamás lo pintaban...-. Podrás verla dentro de muy poco tiempo. No te preocupes.

- ¡Quiero verla ahora!- Gimió Georgie- ¡No quiero estar aquí, quiero ir con ella!

    Danny se puso de pie y se acuclilló frente a sus dos hermanos, forzado una pequeña sonrisa en dirección al rubiecito y tomando un pañuelo de encima de la mesa para limpiarle la nariz. De alguna forma, el niño siempre se las arreglaba para tener la punta de ésta teñida con polvo, tierra o suciedad.

- Georgie, ¿recuerdas lo que nos dijo mamá antes de irnos? Si nos portamos bien, nos llevarán a ver a mami dentro de muy poco tiempo. ¿Harás el esfuerzo?

    El pequeño lo miró intensamente durante un instante, como si se lo pensara, y luego, tras sorber por la nariz, asintió frenéticamente, sin dejar de hacer pucheros.

    Oyeron pasos desde la cocina, y poco después, Spencer apareció en la sala, vestida elegantemente, como era de costumbre, y sentándose en el sillón junto a Lily al tiempo que les otorgaba una sonrisa tranquilizadora a los tres.

- ¿Era mamá?- Preguntó Danny, sentándose al otro lado de su hermana.

    Spencer asintió, inclinándose hacia adelante.

- Alison está bien- Reveló.

    Lily y Danny se miraron, aliviados.

- ¿Fue esa mujer extraña que había en el bosque quien la dejó inconsciente?- Inquirió el moreno.

    Spencer asintió levemente, poniéndose seria de repente.

- ¿Y quién era?- Preguntó Daniel-. ¿Por qué mamá se asustó tanto? ¿Por qué me dijo que corriera? ¿Por qué...?

- Danny- Spencer levantó una mano para que se detuviera-, sé lo mismo que tú. Nos enteraremos del resto cuando Alison despierte.

    Georgie sorbió por la nariz, comenzando a berrear nuevamente.

    Su tía lo izó y lo colocó sobre sus muslos, hablándole con clama al tiempo que pasaba una mano por su cabello rubio.

    Mientras tanto, Danny le hizo un gesto a Lily con la cabeza para que lo siguiera afuera.

    Se sentaron en el porche y contemplaron la calle vacía e iluminada por los faroles anaranjados de las esquinas, por donde, cada espaciados minutos, pasaba algún auto, bicicleta o moto.

    Daniel se envolvió en su abrigo de lana y se cruzó de brazos, mirando a su hermana de lado.

- No nos quieren decir lo que pasa, pero lo saben- Declaró, observando con atención la reacción de la otra, quien se abrazó las rodillas y mantuvo la vista al frente.

- Ya- Resopló Lily-. Pude ver la cara de mamá cuando le dijiste lo de la mujer con el abrigo rojo- Giró sus ojos claros hacia él-. ¿Crees que tenga que ver con lo que supimos el otro día?

    Danny se mordió el labio, encogiéndose de hombros.

- Tal vez- Hizo un gesto con las manos-. Con lo que supimos, con las cartas, y también con lo que dicen en el instituto...- Miró a su hermana directamente, cargado de impotencia-. De seguro todo está conectado...

Emison- ¿Podrás con la oscuridad?- Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora