Capítulo 9

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- Podría acostumbrarme a esto- Murmuró Emily, cerrando los ojos y aspirando el aire campestre, fresco y aromático debido a las cientos de hierbas que danzaban a su alrededor, tan altas, que sus piernas quedaban ocultas entre éstas.

    Alison rió y abrazó su cintura desde atrás, lo que requirió – dado al grueso abrigo de la morena destinado a las temperaturas prácticamente glaciales de la zona –, de toda la extensión de sus brazos. Luego apoyó el mentón sobre su hombro y contempló las montañas, el bosque y el verde infinito junto a ella.

    Habían llegado el día anterior al campamento que los O'Brien prepararon como celebración de su aniversario, y la tranquilidad de la naturaleza y la compañía de sus amigos más cercanos eran como un elíxir para el buen humor.

    Emily dio un sorbo a su café, servido en un termo campamentista, y acarició el antebrazo de su esposa, que le bajó el gorro de lana hasta los ojos juguetonamente.

    La morena rió y lo volvió a subir para girarse y poder verla.

- El estilo campista te queda muy sexy- Murmuró Alison, frotando su nariz con la suya de lado a lado.

- Mmm...- Emily rozó sus labios-. Del tuyo mejor ni hablemos... que hay niños en la zona.

    La rubia elevó los labios y le retornó un beso más profundo, que le supo a café.

- Estás más relajada- Siguió la morena, acariciando su mejilla sonrosada-. No sé donde quedó la abogada estrella súper atareada y estresada, pero de seguro no nos acompañó...

- ¿Te molesta que sea así?- Preguntó Alison de repente, mirándola con seriedad.

    No era la primera vez que la acosaba esa duda. Poniéndose en el lugar de Emily, de seguro no debía ser fácil hacerse cargo de la casa y de los niños cuando ella pasaba todo el día entre el tribunal y la firma y volvía tan tarde... Eso sin contar con que, debido a sus horarios tan atareados y desencontrados, prácticamente que no habían hablado de verdad en meses.

    Emily alzó una ceja.

- Vale, ya te lo he dicho cientos de veces, pero si necesitas que lo haga una vez más...- Ladeó la cabeza y presionó los labios contra su mejilla-. Eres la mujer más fuerte e intimidante que conozco. Haces temblar hasta a ese zopenco de Andrews dos por tres... y adoro que seas así, Ali. Tan dura por un lado y tan cariñosa y dedicada por el otro- Esbozó un gesto jocoso- Te digo más; no podrías ser más perfecta aunque lo intentaras...- Su sonrisa se ensanchó debido al golpecito que la rubia dio a su hombro-. ¿De quién crees sino que he estado enamorada todos estos años?

- ¿No te ha parecido últimamente que el tiempo se va volando, y que no lo aprovechamos como deberíamos?- Alison, que estuvo concentrada jugando con el cuello de la chaqueta de Emily, levantó sus ojos oceánicos hacia ella-. No recuerdo la última vez que tuvimos ocasión de pasar un rato juntas... o de charlar como antes... siempre llego agotada, y tú, aunque tengas la voluntad de esperarme despierta, no es que seas una persona demasiado activa durante la noche...

    La morena elevó una comisura y suspiró.

- Eso está claro, corazón. Ya no somos adolescentes soñadoras... Somos adultas, y tenemos una familia que cuidar y mantener. Pero déjame decirte que esa es la parte más maravillosa...- Miró hacia el campamento, donde sus niños correteaban y charlaban con los hijos de sus amigos-. Si alguien me hubiera dicho que mi vida sería así hace unos cuantos años, me habría costado creerle.

- Yo lo habría llamado desquiciado y corrido en otra dirección, solo para no traicionar las costumbres- Se sumó la rubia, poniendo las manos en los bolsillos traseros del pantalón de Emily para resguardarlas del entumecimiento que de otra forma les depararía el frío de la mañana.

Emison- ¿Podrás con la oscuridad?- Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora