Capítulo 10

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    Alison despertó a mitad de la noche con las manos entumecidas de frío. El aire en la montaña parecía cortar la circulación, y aún dentro de la carpa, tapada con sacos térmicos y durmiendo vestida, éste se adhería a su piel y la hacía tiritar.

    Se movió un poco sobre el colchón y abrazó a Emily, cuyo cuerpo sintió increíblemente tibio en comparación con el suyo.

    Apoyó los labios y la nariz sobre la espalda de la morena, encontrándose con su esencia tan conocida como querida, y embriagándose de la misma así como de su calor.

    Emily se removió un poco y tomó la mano que Alison había dejado enredada alrededor de su cintura, dándole un ligero apretón y entrelazando sus dedos, percibiendo de esa forma lo fría que estaba.

    Se dio vuelta en ese instante y miró a su esposa a través de la oscuridad.

- Estás helada- Comentó con una preocupada voz somnolienta mientras la rodeaba con los brazos-. Ven aquí- Se la llevó al pecho y apoyó el mentón sobre su cabeza-. ¿Quieres que vaya a por más abrigo? Creo que hay un par de camperas extra en la camioneta de Zoé...

- No, así está mejor- Contestó Alison, pegándose más a ella por debajo de las numerosas frazadas-. Lamento haberte despertado, cariño...

- No lo hiciste- Emily comenzó a masajear su espalda-. Estaba pensando...

- ¿En qué?- Inquirió la otra al percibir un tono contrariado en su voz.

- Nada de lo que preocuparse.

    Alison levantó la cabeza para mirarla.

- Em; te conozco... Y eres mala mentirosa.

- Sabes que eso no es cierto.

- Conmigo sí eres mala mentirosa. Venga, suéltalo.

    La morena permaneció en silencio, y Alison iba a seguir insistiendo, pero el ruido de una rama al partirse la distrajo.

    La fogata del campamento permanecía encendida a pocos pasos de la tienda, por lo que pudieron ver con toda precisión la proyección de la sombra que se plasmó sobre la tela azulada.

   Ambas mujeres se estremecieron. Emily encendió la linterna, se incorporó y se adelantó hacia la salida de la tienda, sintiendo la presión de la mano de la rubia sobre su hombro intentando detenerla.

    Entonces el cierre de la carpa se abrió, y una cabeza diminuta se hizo visible.

- ¿Mami?

    Alison y Emily se relajaron al oír a su hijo más pequeño, intercambiando una mirada significativa entre ellas. Hacía tanto que esa clase de miedo paralizador se había marchado... O al menos eso era lo que habían creído. No era difícil considerar que éste estuviese relacionado a los acontecimientos recientemente vividos...

- ¿Qué sucede, cielo?- Emily volvió a su sitio junto a la rubia y se frotó los ojos, haciéndole una señal a Georgie para que se acercara.

    El niño se aproximó a ellas gateando por encima del colchón, sin soltar en ningún momento a Mowgli, al que llevaba tomado del brazo, bien apretado, en su manita derecha.

    Se colocó en medio de ambas y abrazó su peluche. Alison pasó una mano por su cabello desordenado.

- Había una sombra fuera de la tienda- Contestó Georgie, hundiéndose entre sus madres.

- Puede haber sido un árbol, pequeño- Le dijo la rubia-. O quizás alguien que se levantó al baño. Somos unos cuantos para eso...

- Pero se quedó parada junto a mí- Insistió el niño-. Era grande y alta... Jean dijo que hay osos en ésta zona.

Emison- ¿Podrás con la oscuridad?- Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora