Amor Entre Mejores Amigos

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Jennifer.

Hola diario, hoy tuve un día genial. ya llevo una semana en mi nuevo colegio y hoy hice un amigo, su nombre es Alex es lindo y muy cariñoso, me callo super bien se ve que es un gran chico. estuve con él en el almuerzo hablábamos en todos los recreos parece como si lo hubiera conocido desde hace años.

*Al día siguiente*

llegue al colegio como si fuera la persona con más seguridad del mundo y así era como me sentía, como si nada malo fuese a pasar, como que el simple acto de haber hecho un amigo lo fuera todo en el mundo.

-Hola Alex.

-Hola...-dijo confundido.

- ¿Cómo estás? -seguí hablando.

-Disculpa, ¿Nos conocemos?

-Si, estuvimos juntos ayer, vamos a la misma clase.

-¿Cuál era tu nombre?

¿En serio soy tan insignificante? No sé cómo me deje ilusionar tanto por una amistad, soy patética.

- ¡Caíste!

-Eres un idiota- le di un golpe en el brazo.

-Deberías haber visto tu cara-dijo mientras se reía a carcajadas.

-No deberías jugar así con los sentimientos de las personas. -dije un poco seria.

-Lo siento. -puso su brazo alrededor de mis hombros.

-Idiota.

*En casa*

Hola diario.
Hoy Alex me hizo una broma de mal gusto, pero se disculpó y todo está bien por ahora, estuvimos juntos todo el día y después de clase me llevó a una heladería muy linda, compramos helados y nos sentamos en el pasto de la plaza que estaba cruzando la calle.

*1 año después*

-Jennifer, ¿quieres ir por un helado después de clases?

-Claro, te veo después.

Terminó la jornada y fuimos por helados a la heladería del señor Luis y nos sentamos en el pasto del parque que estaba al frente

- ¿Alex?

-Dime.

- ¿Si pudieras ser un animal, cuál serías?

-Mmm... creo que un lobo.

-Claro, tu un lobo solitario. - Sonreí, Alex hizo una mueca tonta

- ¿Y tú? - me pregunto.

-No sé, no me siento identificada con el reino animal.

-Podrías ser un zorro.

- ¿En serio?

-Te haces la misteriosa, eres inteligente, callada y linda. -dijo mientras se comía el helado.

Comencé a reírme a carcajadas, mientras Alex me miraba confuso.

- ¿De qué te ríes loca?

-Tienes toda la cara con helado-dije entre risas.

*suena el teléfono de Jennifer*

mamá: ven a casa hija, ya es tarde.

-Lo siento Alex me tengo que ir, nos vemos mañana-dije algo apurada.

-Deja que te acompañe a tu casa.

-Gracias, aunque no es necesario.

Llegamos a mí casa y yo ya iba a entrar, pero tuve una idea.

-Gracias por acompañarme, nos vemos. - dije mientras abría la puerta.

-Adiós Jane- se despidió.

-Alex, ¿Quieres pasar?, ya es tarde y hace frío aquí afuera.

-Claro-sonrío.

Entramos, saludé a mi mamá y le presenté a Alex y fuimos a mi habitación.

- ¿Por qué nunca me invitaste a tu casa? Hace más de un año que somos amigos-dijo mientras miraba alrededor.

-No sé, nunca me dijiste que querías venir.

-Eso no se dice.

- ¿Por qué no?

-Porque o suenas cómo acosador o cómo pervertido.

-No creo que eso sea cierto, además si alguien de los dos es pervertido probablemente eres tú.

-Qué molesta eres. -dijo empujándome a mi cama

-Gracias. -dije sarcástica.

-Jenni ¿Dónde está el baño?

-No me vuelvas a llamar Jenni, o te voy a golpear-dije molesta

- Okey... lo siento, ¿el baño? jane - insistió

-rodé los ojos- En el pasillo segunda puerta a la derecha.

-Gracias-sonrío

Realmente odio que me llamen así, me recuerda a alguien que no me gusta recordar.

-Volví- Alex entró a la habitación.

-Ya me di cuenta. -dije sin levantar la mirada.

-Oye, ¿Por qué te molestaste cuando te llame Jenni?

-Porque no me gusta que me llamen así.

-Y ¿Por qué no te gusta que te llamen así? - se sentó a mi lado, dijo interesado.

-No quiero hablar de eso Alex. - dije seria

-Entonces tendré que pensar en otra manera de llamarte-dijo rendido- porque Jane es muy simple y Jennifer muy largo.

- ¿Tienes algo en mente?

-Si...enana, pero estoy indeciso entre enana enojona o enana sabelotodo

-Le di un golpe en la nuca-No me vas a llamar enana, de ninguna manera te voy a dejar que me llames así.

-Hey, deja de golpearme- se levantó de la cama. -Te queda mejor enana enojona. -dijo mientras arrugaba su nariz

-No soy enana, tú eres gigante. -Me acerque a él y lo mire a los ojos, tenía que mirar hacia arriba.

-Mides 1,60 con 13 años - me desordenó el pelo.

- Y tú mides casi 1,75 con 14 así que cállate. - se sentó a mi lado a los pies de la cama.

-Enana enojona- puso su brazo alrededor mío

-Gigante inmaduro. -Apoye mi cabeza en su hombro.

Denle a la estrella si les gusto, eso me ayudaría muchísimo a seguir escribiendo está historia.