Capitulo 3

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Arianne

Melina tuvo pesadillas a la madrugada, me hizo despertar dos veces. Ella sigue durmiendo tranquilamente, decido ir a la cocina por un rico desayuno al bajar la escalera, me encuentro con el desconocido de nuevo quien antes puso sus manos en mi hombro.

— Buenos días — saludo en un tono cortante.

— Buenos días preciosa — saluda con una sonrisa, me dirijo a la cocina, escucho sus pasos siguiéndome.

— ¿Dónde está la pequeña? — pregunta con curiosidad

— Esta dormida, ayer tuvo pesadillas y no pudo dormir bien — explico y el asiente callado comienza a comer su desayuno al igual que yo, hago una bandeja para que la pequeña pueda comer también, al subirme y dirigirme hacia la habitación encuentro a la pequeña llorando, enseguida dejo la bandeja en la mesita de luz y me acerco a ella.

— Tranquila Meli, tranquila solo fue un sueño — repito mientras la consuelo abrazándola, acaricio su cabello, cuando se separa de mí, ella me observa con un puchero.

— Quiero a mi mamá Ari, quiero a mi mamá, quiero encontrarla — repite una y otra ve mientras llora.

— Meli a tu mamá le tienen unos malos, no podemos ir a buscarla sé que es difícil, pero ella me dijo que te cuide hasta que tu padre venga por ti — explico mirándola.

— Él la tiene, le hará daño y eso yo no quiero Ari, tenemos que proteger a mi mamá y papá — dice con desesperación.

— No tienes que preocuparte porque estas en un lugar seguro ¿De acuerdo? — continúo hablando mientras le abrazo de nuevo.

— Tranquila Meli, le buscaré a tus padres, veras que ellos te buscaran pronto — susurro en su oído mirándola y ella asiente, me abraza

— Ahora vamos a desayunar para que tengamos fuerzas, pero primero vamos a bañarnos — cambio de tema, cuando estamos bañadas y vestidas, nos encaminamos hasta la cocina y nos sentamos en las sillas de la cocina, preparo su desayuno a Melina y le entrego.

— Arianne — me llama mi hermano lo cual hace que preste atención a lo que me quiere decir.

— ¿Qué pasa? — pregunto.

— Alguien viene a buscar a Melina — dice

— Ya nos vamos — es lo único que digo y asiente, se va cuando terminamos de desayunar, nos bajamos hacia el club, nos encontramos con llenos de hombres hasta que reconocí al tipo que me secuestro.

¿Qué hace aquí?

— ¡Tu! — chillo señalándolo con el dedo mientras que me acerco más a él.

— Tu fuiste quien me secuestro y me llevo en ese horrible lugar — grito alterado, el hombre se pone nervioso y mira a todos los hombres del club, Melina mira al hombre

— ¡Papá! — grita alegre corre para abrazarle, pero el esquiva a su hija.

¿Qué carajos hace? ¿Por qué vino sino reconoce a su hija?

— Yo no te conozco — dice serio

— Papá soy yo Melina, mamá ¿dónde está? — pregunta pero el ignora y niega con la cabeza.

— Te equivocas de persona niña, yo no soy tu padre y tu madre está muerta — suelta de la nada. Melina comienza a llorar y dirigirse hacia mí, me abraza

— No quiero estar aquí Ari ¿Nos podemos ir a otra parte? — pregunta con una voz quebrada.

— ¿Porque no vas al patio a jugar con los niños mientras yo hablo con el señor? — pregunto con un tono suave, levanto mi cabeza y miro con desprecio al hombre que tengo frente mío. La niña corre hacia el patio, me doy la vuelta furiosa empiezo a caminar hacia el tipo

— No sé quién eres, pero tu hija te reconoció, eres un puto cobarde, quiero que dejarte bien en claro algo, buscas a Melina y a mí para hacernos daño te las veras con mi hermano y con los demás en este club. Si traicionas a este club y su presidente pagarás las consecuencias de todos tus actos. Yo sé que me seguís en el momento que tu esposa y yo salimos de esa casa, Yo sé que fuiste el que mató a tu esposa y yo sé que tu trabajas solo, a mí no me engañas porque acuérdate que las mujeres enojadas somos más peligrosas que los hombres — amenazo al hombre al agarrar sus huevos y se queja de dolor

— Así que ya sabes, nos hace daño y te veras conmigo o con mi hermano mayor — amenazo nuevamente.

— ¿Como supiste que trabajo solo? — pregunta

— Porque eras el único hombre de la casa solo le hiciste creer a tu esposa que te iban a matar los de la mafia, pero no es así. Yo tengo ojos y oídos, no soy sorda ni mucho menos sorda — susurro en su oído haciendo que se ponga tenso, Le suelto y me voy al patio trasero de la casa.

No dejaré que se quede con Melina para hacerle daño, tengo que proteger a esa niña. 

Seth (#5 Mc Demons Kings) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora