Aᥣmᥲs Coᥒᥱᥴtᥲdᥲs · Tom Rιddᥣᥱ [1] ✔

14 - La idea de Venus

-Arlette-

Hoy volvemos a casa para pasar las vacaciones de Navidad con nuestra familia ya que el año pasado me quedé en el castillo con Venus. Después de las vacaciones es el torneo de los tres magos ya que el director nos anunció que desgraciadamente tuvo que posponerse así que el baile se hará más adelante. Estamos impacientes porque ayer llegaron los alumnos de las escuelas de Francia y Bulgaria, el cáliz para seleccionar a los campeones está colocado en el gran comedor y todos los que quieren participar ya han puesto su nombre en él.

Uriel quería participar y tiró el papel con su nombre dentro de la copa. Lo hizo a mis espaldas porque sabía que si me enteraba iba a quemar el papel para que no participara. Espero que no le toque a él.

Mi mejor amiga este año se irá de vacaciones con sus padres, se van a Venecia a ver a un familiar lejano que vive allí. La voy a extrañar.

—Oye, ¿Por qué no invitas a Riddle?—pregunta de la nada.

—Venus, empiezo a pensar que estás realmente loca.

Rueda los ojos.

—Solo digo, si lo invitas podrás conocerle bien, descubrir sus secretos...

En cierta parte tiene razón.

Al final Venus me ha insistido más y he terminado aceptando, no sé cómo logra convencerme de tantas locuras.

—Mira por dónde vas—me dice la persona que se ha chocado conmigo. Riddle por supuesto, el más simpático del mundo.—oh, eres tú.

—¿Te quedas en el castillo?—le pregunto al ver que no lleva la maleta en sus manos.

—¿No es obvio? No quiero pisar el maldito orfanato.

A veces me siento mal por él ya que no tiene padres y vive en un orfanato donde lo tratan mal, como ha dicho Venus podría invitarlo a pasar las vacaciones en casa pero Uriel se enfadaría, a no ser...

—Oye Tom, ¿Q-quieres venir con-conmigo?—le pregunto nerviosa.

—¿Dónde?—pregunta extrañado.

Suspiro preparándome para soltar la bomba.

—A pasar las vacaciones.

Le ha tomado por sorpresa esta contestación. Es raro que estemos él y yo teniendo una conversación sin discutir.

—Encantadora oferta, pero no quiero pasar una semana entera con muggles.

Y vuelven las ganas que tengo de asesinarlo, Arlette aguanta.

—Tengo una casa de campo a las afueras de Londres, podríamos estar tú y yo ahí. Bueno si no quieres te puedo dejar la casa para que no vuelvas al orfanato y podrías leer o sea lo que sea que hagas en tu tiempo libre, ¿Sabes qué? Olvídalo. Suena absurdo no sé qué digo.