Aᥣmᥲs Coᥒᥱᥴtᥲdᥲs · Tom Rιddᥣᥱ [1] ✔

17- El torneo de los tres magos

-Arlette-

Hoy es el primer día de clases después de las vacaciones de Navidad. No he tenido ocasión de contarle a Venus todo lo que pasó, hemos quedado esta tarde en los jardines del castillo.

A la hora del desayuno, el director nos ha anunciado a todos que en la cena nos dirá los ganadores de cada colegio para el torneo de los tres magos. Ya hemos conocido a algunas chicas de la escuela francesa y nos han caído realmente bien, a pesar de los rumores de que son egocéntricas.

Mis pies caminan en dirección al aula de pociones. Es uno de los primeros días que llego tarde a clase.

—Disculpe Slughorn, ¿Puedo pasar?—pregunto al abrir la puerta.

—Adelante.

Cierro la puerta al entrar y me dirijo a mi lugar. Mi sonrisa crece al ver a mi compañero, Tom.

—Buenos días—me susurra a la oreja.

—Hola—le digo con las mejillas más rojas que un tomate.

El profesor Slughorn coloca un libro sobre cada mesa y nos anuncia que debemos hacer la poción agrandadora. Me levanto y camino hacia el estante donde están todos los ingredientes y al volver empiezo a hacerla. Comienzo echando dos cucharadas de ortigas secas en el caldero y al remover la mezcla le echo los tres ojos de pez globo. El profesor pasa por mi mesa y se queda un segundo quieto mientras huele la mezcla.

—Muy bien, Arlette, sigue así.

Sonrío con arrogancia y sigo elaborando mi perfecta poción. Mientras termino pongo el caldero al fuego y lo programo treinta segundos, pero una voz a mis espaldas me interrumpe.

—Lo estás haciendo mal—dice Tom cogiendo mi varita y cambiando el tiempo a veinte segundos.

—¡Oye!

—Son veinte segundos, te estas equivocando. Si lo colocas treinta lo que pasará es que se te quemará.

Frunzo el ceño algo confundida y vuelvo a mirar el libro.

Calentar hasta alcanzar una temperatura media durante 20 segundos.

—No te creas tan listo, es solo una confusión.

Al terminar todos la poción solo la hemos hecho bien Tom, Black y yo. No quiero admitirlo pero tener a Tom cerca me pone muy nerviosa, se me acelera el pulso y mis mejillas están constantemente encendidas en un rojo abrasador.

Camino alegremente con Hércules en mis brazos hacia los jardines para hablar con mi mejor amiga sobre lo que pasó el otro día, ya sabéis...

Un grupo de chicas ríe disimuladamente mientras observan a los chicos de las otras escuelas.

—Hola cosita bonita—saluda Venus acariciando a mi gato—hola a ti también Arly.

Instantáneamente ruedo los ojos.