Después de esa canción regresamos a la barra donde poco a poco sus amigos vuelven, solo José sigue bailando. Me sirvo de nuevo tequila en mi vaso pero Kate me lo quita para beberlo de golpe.
— ¡Oye! Eso es mío.
— Pues ya lo tomé, además, ¿quieres terminar como la vez pasada? – arquea la ceja.
— No voy a embriagarme – frunzo el ceño – y no voy a olvidar todo lo que hice.
— ¿Ni vas a hacer cosas que no debes? – se burla – ¿O que sí quieres pero no tienes el valor aceptar?
Los chicos voltean a vernos confundidos. ¡Gracias a Dios! ¡Significa que no se enteraron de nada! Solo Christian se sonroja pero lo disimula riendo.
Luego esperamos a que José termine de ligar a alguna pobre chica para poder irnos del club mientras aún podemos. Tomamos dos taxis para volver al departamento pero Kate dice que ella y Elliot irán al suyo.
Igual que el jueves pasado, los chicos se quedan a dormir así que saco las cobijas y almohadas del clóset para ponerlas en el sofá. Christian se da una ducha mientras ellos miran televisión un rato más y se me ocurre una idea... Una brillante idea.
Discretamente tomo el estuche de la jodida guitarra y lo llevo hasta la lavandería. La lanzo en la parte más alta del clóset, detrás de unas bolsas y salgo pasando el seguro de la puerta. Me aseguro de resguardar la llave en la bolsa de mi pantalón.
Cuando Christian entra a mi cuarto, ya me he cambiado y finjo dormir plácidamente. No puedo evitar sonreír como alguna villana de película por mi pequeña travesura.
Desde temprano se escucha el alboroto en la sala pero no me muevo de la cama. Mi intruso se levanta y sale de la habitación cerrando la puerta tras él.
Me río con anticipación y espero por el grito del jodido arcoiris cuando no encuentre su amada guitarra.
— ¡Anastasia! – gruñe y yo me tapo la cabeza con la cobija – ¡Ana! ¡¿dónde está?! – se escucha en la sala.
Mi puerta se abre de golpe y la cierra con un portazo. Siento el colchón hundirse a ambos lados y se deja caer a horcajadas sobre mi vientre.
— Bájate idiota – le gruño aún debajo de las cobijas.
— ¿Donde está? ¡¿Qué le hiciste?!
— No sé de qué hablas – intento decir sería pero la risa me delata.
— Mi guitarra, Ana, ¿dónde está? – me jalonea la cobija.
— ¡Déjame! ¡Me lastimas! – finjo un gesto de dolor.
— No hasta que me devuelvas la guitarra.
Quito la cobija de mi rostro y saco los brazos para empujarlo. Él toma mis manos y las apoya a ambos lados de mi cabeza, aún montado sobre mi.
— Mi-gui-ta-rra – repite lentamente.
— ¡La tiré! ¡La arrojé al contenedor de basura!
Me mira con los ojos muy abiertos mientras aprovecho para removerme de su agarre. Luego él sonríe... Mierda, sonríe.
— Vas a compensarme por ella.
— ¿Qué? ¡Claro que no! ¡Yo te lo advertí! – pataleo tratando de quitármelo de encima.
— Si, vas a compensarme, eso harás – hace gesto de pensar – ¿Qué quiero?
— ¡Ayuda! ¡José! ¡Me quiere violar!
Grito y pataleo hasta que la puerta se abre lentamente y tres cabezas se asoman con los ojos muy abiertos.
— Emm... ¿Chicos? – pregunta Ethan.
— !Quítamelo de encima! – grito pero solo nos miran – ¡José ayúdame!
Christian los observa con los ojos entrecerrados pero sin moverse, luego mi amigo se busca entre la ropa y arroja un paquetito metálico sobre la cama.
— ¡Jodido idiota! – le gruño – ¡así no imbécil!
— ¡Bien! ¡Sin condón pues! – se acerca y toma el paquetito – ¡llénense de bebés! Par de locos...
Y sale cerrando la puerta. Suspiro con frustración... ¿Por qué lo elegí como mejor amigo?
— Quiero el piano – dice sacándome de mis pensamientos.
— ¡Claro que no! Van a correrme del edificio por tu escándalo.
— Entonces no te suelto, ¿o de qué otra forma vas a compensarme? – arquea la ceja.
— No quiero interrumpir lo que sea que hayan decidido hacer – dice Luke detrás de la puerta – pero es hora de almorzar.
— Esto no queda aquí amor – me mira con los ojos entrecerrados y se aparta.
Lo miro con el ceño fruncido hasta que se incorpora y sale de mi habitación. Me levanto a buscar ropa limpia y la toalla para darme un delicioso baño con agua caliente.
Aún estoy molesta cuando entro a mi cuarto a secar mi cabello. Escucho la voz de mi hermana y el alboroto antes de que ella abra mi puerta.
— ¿Que ocurre? ¿Por qué esa cara? – me dice.
— ¡Nada! así despierto cada día, odiando a Christian con todo mi ser – ella me mira como si no me creyera.
— Si claro – se ríe – termina de arreglarte, los chicos están cocinando.
Cuando estoy lista salgo hasta el comedor donde los chicos ya están sentados desayunando. Ethan suelta una risita y Luke pone los ojos en blanco, y por el leve sonrojo en Christian puedo darme una idea de qué están pensando.
Elliot y Kate nos observan confundidos pero no preguntan. Después de comer vemos una pelicula, aunque yo me quedé dormida en la primera parte.
Cuando se acerca la hora, José, Kate y yo nos preparamos para abrir el bar. Los chicos deciden quedarse a descansar mientras llega su hora de presentarse. Me alegra ver a Travis y al chico nuevo Frank.
Primero voy con José y Travis a la barra para asegurarme que todo está bien coordinado para ellos, luego con Mía, Kate y Frank para que se ajusten la distribución de las mesas.
Después de un rato, Christian y sus amigos pasan hacia mi oficina en silencio, pero algo en la mirada gris me inquieta. Antes de que el bar abra sus puertas, ellos regresan al escenario a instalar los instrumentos y ensayar un poco.
Esa es mi señal para tomar un descanso, así que camino los tres pasos desde el extremo de la barra hasta mi oficina y cierro la puerta.
Me siento en la silla y abro el cajón de abajo donde guardo la caja de las galletas pero no las encuentro. Remuevo entre las revistas hasta que tomo el cartón para levantarlo.
¿Barras de granola? ¿Es una jodida broma? ¡¿Granola?! Jodido Christian, ¡ésta me la paga!
Canción en Multimedia:
Fall Out Boy – Sugar, We're Going Down- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Hola de nuevo!
Actualización 2 de 3 😄😄
Y como ya lo dije en el capítulo de Una Historia de Amor 2, aquí está la sinopsis:
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Someone Like You (Versión Fanfic)
FanfictionAna es una chica resentida con la vida, con falta de esperanza y suerte. Aprendió que todo se logra a base de esfuerzo y que aquello que "fácil llega, fácil se va". Hasta que conoce a un chico demasiado irritante, según ella... ~ • ~ Me encantan las...