Someone Like You (Versión Fanfic)

Feels

Capítulo Extra.

Christian.

— ¿Qué haces todavía aquí, hermano? ¡Vete!

— Ya voy, ya voy, solo me aseguro que tengas todo lo que necesitas.

— Si, lo tengo. Ahora vete a tu casa con tu fiera.

— Bien.

Me quedo parado un momento viendo como José pone orden en la barra. Él, Frank y el chico nuevo Johnny se hacen cargo del bar a la perfección. Miro de nuevo el reloj, son las 9 en punto y Maggie y las chicas pasar por mi lado directo al escenario.

— ¡Buenas noches! – ella saluda – Vamos a iniciar con una de mis favoritos, ¡Venga!

Es el momento justo para salir, así que voy entre los clientes hasta la puerta y luego hasta el departamento. No puedo esperar a llegar a casa con mi bebé y mi esposa.

Voy subiendo las escaleras cuando el sonido de una llamada me hace sacar el móvil. Jefferson.

— ¿Jef?

— ¡Christian! Mi amigo, ¿cómo estás? ¿Qué dice la familia?

— Todo bien, gracias. ¿Qué pasó?

— ¿Ya lo pensaste bien? Es mucho dinero mi amigo, solo unos meses de gira, ya sabes, ¡Fama, viajes, mujeres!

— No. No gracias, no voy a volver a eso. Deja de llamarme.

Cuelgo la llamada, frustrado. Guardo el móvil y golpeo mis mejillas un par de veces para sacudirme la molestia por la llamada de mi ex-promotor antes de entrar a casa.

— ¡Hola amor!

La televisión está encendida, pero Ana está de espaldas a ella recargada en la barra. No me contesta.

— ¿Amor? ¿Qué pasa?

Me acerco despacio y es entonces que se gira hacia mi, llorando. Los ojos llenos de lágrimas y la nariz roja, moquea un poco pero se limpia con la servilleta.

— ¿Qué ocurre? ¿Teddy está bien? ¿Qué pasó?

— Es que él... – balbucea con la voz cortada – Él estaba solo y nadie lo visitó en su cumpleaños.

Dice y señala la pantalla de la televisión. Tengo que presionar mis labios para no reírme.

— ¿Eso? – la atraigo a mis brazos – Es un comercial, amor. No es real.

— ¡Pero si pasa, Christian! ¡Y eso es tan triste!

— Lo sé, nena – acaricio su cabello para que se tranquilice.

Ella sigue sollozando en mis brazos, sus ojos están un poco hinchados por llorar y beso su cabello conmovido por su inesperada sensibilidad.

— Lo siento, ¿Cómo está el bar? ¿Cómo fue todo hoy?

— Excelente, igual que ayer. ¿Le avisaste a Mía que vas más tarde al restaurante?

— Si, le dije que voy después y Kate se ofreció a venir a cuidar a Teddy.

— Pensé que lo llevaríamos con nosotros, pero tienes razón, hace frío.

Beso su frente antes de ir a la cocina a preparar la cena para ambos, algo sencillo. Un sándwich y su taza de café para ver la televisión un rato antes de dormir.

— Iré a tomar una ducha.

Le digo pero ella sigue recargada en mi hombro. Me remuevo un poco pero no me mira, así que la recuesto en el sofá mientras voy a nuestra habitación.