O7

211 42 7
                                    

Reí.

—Pero, ¿vosotros dos os conocéis? —Preguntó Yugyeom algo confuso.

No, no le conozco, no. Me niego a que sea él. Es imposible. ¿Cuántas probabilidades había?

—Es la chica de la que te hablé. —Dijo Youngjae dirigiéndose a Jaebum.

—¿La acosadora? —Preguntó el contrario con cierta sorpresa dibujada en su rostro. —Imposible.

—¿Qué acosadora? —Pregunta también Jackson.

Yo no he acosado a nadie. Creo.

—Que sí, es ella. —Anunció Youngjae en dirección a Jaebum. Luego, se giró para mirar a Jackson. —Una chica que me persigue, nada más. —Dijo sin expresión alguna en su rostro.

Todas las miradas se clavaron en mi, salvo la de Tae, quien miraba a Youngjae con odio, repulsión.

—Así que acosadora. —Suelto por fin, tras asimilar que acaba de afirmar que soy su fan o algo así. —Gracias. —Dije irónicamente. —Aunque hay una historia tras ese apodo tan cariñoso. ¿La has contado, Youngjae?

La expresión de Youngjae cambió. Estaba visiblemente asustado. Cuando iba a empezar a contar todo lo ocurrido, me agarró bruscamente de la muñeca.

"No" —Dijo en un susurro.

—¡Cuéntalo ya! No puedo con este suspense. —Dijo Bambam.

—Si te has sentido acosado, lo siento, ¿si? —Me zafé del agarre de Youngjae. —No quería hacerte sentir incómodo. Si te molesta, no me meteré en tus asuntos y no trataré de averiguar el problema que tienes para poder ayudarte.

—Ella trató de tener un buen gesto contigo. ¿Lo pagas insultándole? ¿Crees que te "perseguía" por gusto? Dime, aparte de desagradecido, ¿eres también egocéntrico? —Dijo Tae con total calma.

—No estoy entendiendo nada. —Mark se metió en la conversación. —Pero si hay alguna diferencia entre vosotros, deberíais solucionarla.

—Y contad el chisme desde el principio porque yo quiero saber. —Añadió Jackson.

Suspiré. Tae puso su mano sobre mi hombro y sonrió con calma.

Me sentía algo decaída. Mis intenciones eran buenas, pero es cierto que es raro que alguien, sin conocerte de nada, quiera saber por qué lloras y trate de calmar tu dolor. Pero no es malo, ¿no?

—Se hizo tarde. Debo irme. Ya nos vemos, chicos. Me encantó conoceros. —Dije con una sonrisa forzada.

—Al menos nos pasarás tu número, ¿no? —Yugyeom estaba también sonriendo débilmente, cuidando sus palabras para no arruinar más el ambiente.

Asentí.

Desperté asustada por el sonido del teléfono: era una llamada de un número desconocido. Contesté algo enfadada ya que estaba teniendo un sueño bastante bonito

—¿Si?

—¿Alex? Soy Youngjae. ¿Llamo en buen momento? —La voz de la otra línea me sorprendió. Me senté en el borde de la cama.

—¿Qué quieres? —Contesté molesta.

Me gustaría verte, yo... Creo que necesitamos hablar.

Lo pensé un rato, ya que por la noche estuve reflexionando. Verle llorar me partió el corazón, traté de ayudarle. Tengo la necesidad de ver a todo el mundo feliz porque no pienso que las personas merezcan el mal. Bueno, solo algunas. Y estoy segura de que Youngjae es algo bueno, pero tal vez haya sufrido recientemente. No le guardo rencor.

—Está bien.

—¿Te viene bien vernos esta tarde en el Starbucks del centro? El original. —Propone. —¿A las cuatro?

Odio los starbucks, me parecen repugnantes. Su café de mierda me cuesta un ojo de la cara, pero acepté porque no me apetecìa mucho pensar un lugar mejor.

—Vale. Adiós. —Colgué y fui a darme una ducha.

Estaba contenta porque ese sería mi último día de trabajo en la horrible cafetería. Tras tres años trabajando ahí, había reunido dinero suficiente para acabar mi carrera, aunque solo quedaban dos años.

Había llegado al trabajo sin darme cuenta, pues mis pensamientos estaban más centrados en el nuevo libro que empecé a leer que en otra cosa.

—Hola. —Saludé al llegar.

—¿Hola qué? —Contestó bruscamente Dae Gi, mi compañero.

Rodé los ojos.

—Hola, pedazo de gilipollas. —Espeté. Después de tres años aguantando sus chorradas, no pensaba permitir ni una bobada más. Además, era mi último día y probablemente no le vuelva a ver. La ciudad es grande.

—Hola, mi amor, hoy estás más simpática que de costumbre. —Contestó irónicamente. Acto seguido, descorrió la cortina del local y colocó en la puerta de cristal el cartel de "abierto"

Suspiré.

Pasada media hora, entró el primer cliente, que se dirigió a Dae Gi para pedirle uno de nuestros tés pijos. No les veo la gracia, todos saben iguales. Es un aguachirri con plantitas.

En fin.

Poco a poco, comenzaron a llegar más personas, aunque la mayoría (niñas de entre 14 y 16 años) se acercaban a Dae Gi. No pienso que sea feo, pero yo no lo quiero cerca, así que si alguna de esas niñas quiere llevárselo un ratito, ¿quién soy yo para decir que no?

Mientras preparo un frappe no-se-qué con no-se-cuál, reconozco una voz familiar.

—Dos capuccinos, por favor. —Cuando me giré, vi a Mark y a Jackson sonrientes al otro lado de la barra. —Por cierto, ¿cuándo acaba tu turno, preciosa? —Dice, y los tres comenzamos a reír.

—Termina a la una, así que aún quedan un par de horas. Ya nos veremos.

—¿Esta tarde? —Pregunta Mark, y yo niego con la cabeza.

—Tal vez, pero he quedado con Youngjae y no sé cuando acabaremos.

—Ah, también queríamos hablarte de ello. Últimamente lo veo más apagado y frío. Antes siempre estaba sonriendo, era nuestro sol, pero últimamente... —Siguió Mark. Puse los cafés frente a los chicos.

—Cuando yo lo vi por primera vez estaba sobre un banco, calado, y cuando me vio, yo le ofrecí ayuda, y se fue llorando. —Comenté yo. —Guarda la cartera, Mark, invita la casa. Es mi último día y me da igual todo.

—Algo tendrá que ver la asquerosa de su novia. —Afirmó Jackson.

—Sí. —Coincidió Mark.

Esta historia está improvisada JAJAJAJ.
No tengo mucho tiempo para escribir porque este trimestre lo veo jodido, tengo que hacer un montón de exámenes en apenas mes y medio, pero intentaré actualizar.

GOT7 viene a mi país pero no puedo ir :) PORQUE ES EN OCTUBRE EN SEMANA DE EXÁMENES asco. Igual intentaré ir al año que viene +si es que pasan por aquì) porque tendré 14 y ya podré ir solita :).

Gracias por leer este fanfic tan random jsjsjs de verdad que la idea principal era más soft (y lo sigue siendo pero habrá que esperar). Os quiero uvu.

sempiterno : choi youngjaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora