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Después de mi charla con Youngjae, volví a casa mucho más feliz de lo que estaba al salir. Tan solo había estado fuera unos minutos, tal vez un par de horas, pero Jae me parecía realmente agradable y me caía bien.

Por consecuencia, estuve de buen humor el resto del día, incluso cuando me choqué con un señor cascarrabias que me dio una larga charla sobre el poco respeto que tenemos los jóvenes hacia los adultos. Hasta le mandé a freír churros con una sonrisa, figura tú cómo de contenta me sentía.

Abrí la puerta de mi pequeño piso, me duché, me cambié y cuando me disponía a leer, oí como mi teléfono sonaba desde la mesa del escritorio. Me levanté de la cama para cogerlo y descolgué. Era Tae-Seob.

—Hola, Tae.

—¿Qué tal con Youngaje? ¿Qué te dijo?

—Bueno, se disculpó y eso. Luego estuvimos hablando de otras cosas. Es un buen chico.

—Yo le habría partido los dientes.

—¡No digas eso! Él se siente mal durante estos días, es normal que no sea agradable con todo el que se le cruza.

Desde la otra línea oí la risa de Tae-Seob.

—Era broma, mujer. Solo era eso, te cuelgo porque me voy a dormir. —Anunció.

—Tae, son las seis. 

—¿Y? Estoy cansado, ayer estuve despierto hasta tarde, así que voy a tener que dormir muchas horas para compensarlo. No niego la posibilidad de coma o hibernación primaveral. Buenas noches. —Y cortó la llamada.

A veces dudo si Tae es humano. Es imposible encontrar a alguien que duerma tanto como él.

.

El día siguiente, me levanté algo más tarde de lo normal para recoger mis calificaciones. El curso “acabó” la semana pasada, aunque con la entrega de las notas se da por terminado oficialmente.

Mientras estaba en el bus, me decidí por llamar a Yugyeom y preguntarle por sus planes.

Me dijo que él y los chicos tenían planeado ir esa misma tarde al parque de atracciones, y que Jackson había hablado ya con Tae-Seob para que me llevara con él. Simplemente acepté y guardé mi teléfono ya que debía bajarme en la siguiente parada.

Atravesé los pasillos de la universidad, chocándome de vez en cuando con algunos estudiantes. Fui hasta la larga fila de personas que se alineaba frente a la puerta de mi clase y me puse detrás.

—¡Alex! ¿Qué planes tienes para este verano? ¿Irás a ver a tus padres a Jeju? —Preguntó Chaeyoung, mi compañera de pupitre, que estaba justo delante mío.

—Me temo que pasaré todo el verano aquí. Tal vez vengan ellos. Es la primera vez que lo hago desde que se mudaron a la isla, pero no debe ser tan terrible. —Comenté.

—Salvo por la contaminación. —Replicó Chae.

—Bueno, de todos modos intentaré escaparme a la playa algún día. Buscaré otras formas de mantenerme ocupada. Aunque no creo que me aburra mucho, he conocido a varias personas recientemente. Vamos a ir esta tarde al parque de atracciones.

—¡Oh! Eso parece divertido. Hace mucho que no voy. Tal vez mi hermana y yo salgamos a dar una vuelta por ahí también. ¡Puede que nos veamos! —Dijo Chaeyoung alegre.

—Es probable. —Sonreí. —Oye, deberías girarte. Pronto será tu turno.

—Cierto.

Chaeyoung se dio la vuelta y unos minutos después recogió el boletín amarillo con sus calificaciones. Estaba muy nerviosa, este curso me había esforzado y mis resultados habían sido positivos, pero siempre pienso que las cosas van a salir mal.

Naturalmente me equivocaba. Había obtenido un sobresaliente en todas las asignaturas, incluso en psicometría, que fue la asignatura más difícil para mí del semestre.

Salí satisfecha de la universidad y me dirigí a casa de Tae corriendo para darle la noticia. Él siempre me animaba a estudiar duro, incluso cuando necesitaba ayuda, él me la proporcionaba a través de libros o internet. Lo cierto es que he pasado muchas tardes estudiando junto a Tae aunque él no estudia, y las cosas han salido bien. Por eso quiero compartir mis notas con él.

Llegué a casa de mi amigo jadeando y con las mejillas rojas a causa del esfuerzo y el calor. Llamé al timbre incluso cinco veces antes de que Tae contestara alarmado y abriera la puerta.

—¡He aprobado todo con sobresaliente! —Dije sin siquiera saludar.

—¿¡Qué!? —Dijo Tae como si no me creyera. Me arrebató el papel de las manos y lo leyó. —¡Es fantástico! —Me abrazó con fuerza. —Estoy orgulloso de ti, sabía que lo conseguirías. Realmente te has esforzado así que mereces todo esto. Ahora entra, he comprado helado. Sabía que vendrías a contarme tus resultados así que hoy salí a comprarlo para cuando llegaras. Es de Vainilla, tu favorito.

Esta historia no está recibiendo mucho cariño pero a mi me encanta, de verdad.

Rodéate de gente como Tae-Seob, quien celebre tus logros contigo, comiendo helado :p.

Os quiero.

sempiterno : choi youngjaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora