「incubus」 ;+k. th

†❝Demon 17#❞†

—Hola, Jungkook.

Llegó a mi cuarto, como siempre en las noches, solo tardó unos minutos en llegar ya que lo había llamado... Necesitaba hablar con él. Se sentó de sopetón en la cama mientras yo cerraba la puerta con seguro, sus ojos ansiosos delataban que se encontraba asustado, inquieto y preocupado. Suspiré a duras penas tratando de repasar en mi cabeza de nuevo todo lo que tenía para decirle. El sol nos iluminó mientras la suave brisa recorría mi cuarto, esta mañana era perfecta.

—¿Qué sucede? ¿Te encuentras bien?—murmuró al tiempo en que me sentaba a su lado.

Negué.

—Ya tomé una decisión con respecto a el incubus que me persigue.— Jungkook se sorprendió, sus ojos me observaron con más intensidad. Tanto el como yo sabíamos que tomar cualquier decisión acerca de este tema no iba a ser fácil, pero yo ya había encontrado mi camino y ya mi decisión, a pesar de que aún no se la he contado, y estaba tomada.—Él me ofreció mi libertad por mi alma...— Jeon padeció. — Ya no me queda nada aquí y no puedo seguir atandote a mis problemas, no te lo mereces... Tampoco merezco el cielo, ni mucho menos vivir junto a ustedes, no podría seguir soportando todos los días de mi vida mentirles a ustedes. Entiende, yo ya no pertenezco a esto, y si me quedo aquí seré la deshonra de mi madre y de todos, así que mi decisión ya está tomada.

—No te puedo permitir esto, no puedes así como si nada irte y dejar a un lado a todos lo los que te amamos.

—El me ofreció la ayuda que necesitaba...

—Deja que nosotros te ayudemos, deja que yo te ayude, vayamos a hablar con tu madre, hagamos lo que sea necesario, pero por favor no te vayas, no hagas esto— su voz se quebró.

Tomé sus manos sintiéndome mal pero a la vez siendo consciente de que esto pasaría.

—No puedes dejar todo así, no puedes dejar que te controle—habló rápidamente— No hagas...

—Me enamoré, Jungkook.—el pelinegro negó— Quiero hacer esto porque lo amo y porque ya no tengo nada que perder, ya lo he perdido todo. que mas da si voy al infierno, porque ya me siento ahí. Tal vez lo ame por el simple hecho de que es lo único tangible en mi vida por los momentos y porque sin poder evitarlo estar con el carnalmente me consumió la cabeza.

—Yo también me enamoré, Sorah... Me enamoré de ti, ¿Por qué mis sentimientos no son tan importantes como los de aquella cosa? ¿Acaso no te das cuenta de qué te amo? 

—Exacto, Jungkook, tú te enamoraste de mi después de que estuvimos juntos, después de entregarnos por completo, ahí te enamoraste. Yo me enamoré después de todas aquellas veces en las que él me tomó. Amamos lo prohibido, y tú aún puedes salvarte, por eso tengo que alejarme y aceptar que si él me ama o no, yo me entregaré. Ya es tarde...

Y Jungkook se desmoronó.

Golpes en la puerta de madera me desconcertaron, me dirigí suavemente mientras observaba por la ventana aquella fría noche que me cubría.

—Jungkook... ¿Qué haces aquí?

Y sin decir nada me besó, empujando su cuerpo contra el mío mientras cerraba la puerta, sus labios eran fríos e insistentes, enredo sus brazos alrededor de mi cintura mientras mis manos recorrían su cabello, simplemente me dejé llevar por aquel tierno chico que siempre estuvo conmigo. Sus manos bajaron mientras sus labios llegaban a mi cuello, cerré los ojos por un momento sintiendo como mi cuerpo se crispaba. Suspiré llevando mi vista al sillón de mi recámara hasta que lo vi.

Sus ojos negros me observaban furiosos mientras su cuerpo descansaba tranquilo sobre el sillón marrón, ladeó la cabeza mientras su cabello se balanceaba sobre su frente.

Asustada, tomé a Jeon por los hombros y lo alejé.

—No puedo hacer esto Jungkook, no quiero que sigamos cometiendo los mismos errores, quiero que puedas quedar inmune a todo esto, es mejor que te vayas.

—Lo haré, esta bien, aceptaré que quieres esto, pero lo aceptaré el día en que te vea partir, pero por los momentos seguiré aquí insistiendo hasta que entres en razón de que esto no es para ti.

Tomó mi rostro entre sus manos y depositó un suave beso en mi frente, y así sin más se marchó.

Lo siento, Jungkook...