— Mary, Mary despierta— la sonrisa de Jane aún no se había borrado de su rostro.
Los ojos de Mary comenzaban a abrirse lentamente — ¿dónde estoy?—
-¿Acaso no sabes a dónde has entrado? respondió Jane mientras hundía sus pinceles en unos vasos con tonalidades carmesí.
-¡Déjenme ir, prometo no volver!- las lágrimas de Mary comenzaban a mojar su vestido violeta.
-Ese es el problema, no quiero que te vayas.- Dijo Jane mientras aflojaba las cuerdas de las muñecas de Mary para acomodarla.
La tinta comenzaba a dispersarse en los brazos de Mary — ¿por qué me pintas?— pregunto Mary.
—Es mejor que el real— respondió Jane distraída mientras esparcía "sangre" en las comisuras de los labios de Mary.
— ¿¡QUE!?— exclamo Mary asustada.
-¿En serio? ¿A estas alturas, eso es lo único que te asusta?- Dijo Jane mientras se sentaba en la silla frente a Mary.
Largas líneas comenzaban a trazarse a lo largo del lienzo, los ojos de Jane estaban abiertos y sus pupilas dilatadas.
— Mejor no hables— Dijo Jane totalmente concentrada.
Las lágrimas comenzaban a correr por las mejillas de Mary mezclándose con la tinta, a Jane no le iba a gustar.
El tiempo pasaba Mary intentaba contar los minutos con cada lagrima que caía al suelo.
—..158...159...— Mary lloraba en silencio ocultando su amargo dolor.
—Terminamos, voy a traerte algo de comer—
Jane comenzó a subir las escaleras haciendo que estas crujieran.
Mary doblaba sus muñecas hacia los lados intentando librarse, pero las cuerdas no cedían.
Observó la habitación en la que se encontraba, los cuadros estaban clavados en la pared con tinta alrededor de ellos ¿Cómo la habían atrapado? ¿Jane la había golpeado y amarrado? No, no era posible no le dolía nada. Entonces se había desmayado y Jane la había encontrado. Si, probablemente era esa la razón.
Jane bajaba las escaleras con un plato de estofado entre sus manos
—¡Es el que tanto te gustó la vez pasada!— Dijo Jane en tono risueño. —Te bajare para que comas más a gusto— Jane comenzó a aflojar las cuerdas de las muñecas de Mary que la mantenían fija contra la tabla.
—¿Por qué haces dibujos tan feos?— Cuestionó Mary mientras bajaba de la tabla que estaba clavada en la pared.
—¿Feos? Pero si Jhon dice que le encantan y que por eso no quiere dejarme— respondió Jane auto consolándose a sí misma.
—No quiere dejarte porque estás loca— Dijo Mary con firmeza preparándose para correr.
Tiró el caliente estofado en el rostro de Jane.
Subía las escaleras lo más rápido que podía cerrando todas las puertas tras de sí.
— ¡Mary!— Gritaba Jane a la distancia — no puedes irte eres mi hija— Jane abría Todas las puertas golpeando las paredes.
— ¡Yo no soy tu hija!— Las lágrimas de desesperación de Mary comenzaban a caer al suelo.
Entro en el garaje y se dirigió a la entrada de la tienda con la esperanza de que estuviera abierta para poder correr hacia las calles al menos ahí podría estar segura.
En la multimedia está uno de los cuadros de Jane ^w^
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Elkie
HorrorMary es una pequeña de ocho años que sufre grandes perdidas cuando su familia es asesinada por terroristas, el odio y la sed de venganza comienzan a emerger en su interior haciéndola cometer atrocidades con las personas que la han acogido, sorpresas...