1º de Junio 1886
El vaivén de la diligencia ya saturaba la mente y por sobre todas las cosas el estómago de Mary Jean, que no veía la hora de poder parar en el siguiente pueblo para tomar un sorbo de agua fresca, si es que el estómago se lo permitía. Había vomitado tantas veces que ya había perdido la cuenta, algo que iba a obviar en la carta que le escribiera a su madre una vez que llegara a Carson City. El paisaje verde del este se iba perdiendo para convertirse en un paisaje seco y montañoso, el calor cada vez se hacía más abrazador y las praderas esporádicas que cruzaban eran cada vez más escasas. Se preguntó si la pradera que había al fondo de su casa continuaría verde y llena de vida, tenía miedo que su memoria le jugara una mala pasada.
Eran pocas las personas que realizaban tan largo viaje, una niña de 8 años que era enviada con su tía a vivir después de que sus padres murieran por una peste que ni dios sabía cómo se llamaba, una joven maestra que iba a una escuelita en medio de la nada, la cual no tenía ni idea de los desafíos que le esperaban considerando que era una niña de bien, y un hombre mayor que después de perder su casa iba en búsqueda de su hija que vivía con su esposo en el oeste el cual se hizo rico después de buscar por años oro en California.
A Mary jean le fascinaba conocer a la gente sus historias de vida, estaba segura que eso marcaba su presente y su futuro. Sin esperar que este gran viaje cambiaría para siempre el suyo. Aunque en este viaje no pudo relacionarse mucho con los demás pasajeros debido a su indisposición, lo cual lamentó profundamente.
-El siguiente pueblo es Carson City pequeña- le dijo el cochero, espero que pases una buena temporada por aquí después de semejante viaje.
Mary jean solo se limitó a sonreír y a asentir con la cabeza, lo cual hizo aumentar sus nauseas.
Esa misma tarde llegaron a destino, el cochero abrió la puerta y la esperaba un joven apuesto que extendió su mano para ayudarla a bajar. Haciendo un esfuerzo supremo intentó mantener la compostura pero luego de apoyar los pies sobre la tierra vomitó sobre las botas de aquel extraño.
-Bienvenida a Carson City, usted debe ser la señorita Mary Jean Craridge- dijo con una forzada sonrisa para ocultar su asco.
-Así es, y usted…-Dijo Mary Jean
-Clark Davis el esposo de Sarah, ella me envió a buscarla.
-Perdón, no fue mi intención el viaje no me sentó demasiado bien.
-Eso veo- dijo Clark bajando las maletas de la diligencia- Sarah quería venir a recibirla pero le fue imposible debido a su estado, la ha estado esperando hace varios días.
-¿Mi carta no le llegó?- preguntó con asombro Mary Jean
-Lamentablemente no, las diligencias han sufrido varios ataques y robos, el correo no es la excepción. Nadie sabe con exactitud si son las tribus indígenas que quedan por la zona o maleantes en busca de dinero.
-Espero que eso no la haya puesto muy nerviosa.
-En realidad, tengo que decirle algo quería esperar para no asustarla pero es mejor que esté preparada.
-¿Qué sucedió?- indagó alarmada Mary jean preocupada por el estado de su amiga.
-La bebé ya nació…
-¿Cómo? ¿Cuándo? ¿no debería haber nacido recién en unas semanas?- las preguntas se agolpaban en su mente y en su boca y una opresión le tomaba el pecho.
-Si, así es, nació antes de tiempo, prematura como dijo el médico. La pequeña Grace está bien. Sarah mejora pero muy lentamente ha perdido mucha sangre, espero que con tu ayuda y compañía mejore.
El resto del viaje hacia la casa habían estado en silencio, Clark no era un hombre de muchas palabras hasta parecía serió y distante, Mary Jean se preguntó si sería igual como esposo de Sarah, o si con ella sería diferente. Trató de no prejuzgarlo pensando en que la situación lo tendría preocupado, la cosecha a pocos días de llevarse a cabo, Sarah enferma y una bebé recién nacida además de que eran unos perfectos desconocidos, trató de convencerse que era eso.
Mientras Clark la miraba con aire desconfiado, se preguntaba cómo podía esta señorita de sencilla apariencia pero muy refinada podía ser amiga de su esposa. Sara era una mujer sencilla pero muy trabajadora, no permitía que nadie hiciera anda en la casa salvo ella misma, ni siquiera había dejado que Holly su hermana menor le ayudara en la casa, eso era foco de discusiones frecuentes considerando que se estaba volviendo una completa inútil para su edad.
Mary Jean parecía ansiosa, tanto que se olvidó sus modales al llegar a la casa, dejando a Clark solo bajando las maletas y sin pedir permiso, entró a la casa y subió a la habitación de Sarah.
Clark no pudo detenerla, y se lamentó, no había sido completamente sincero con Mary Jean, pero ella no tardaría mucho en descubrir la verdad
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HOLA DE NUEVO! ESPERO QUE DISFRUTEN ESTA HISTORIA COMO YO, EN LA MULTIMEDIA PODRÁN VER UNA FOTO DE MARY JEAN.
COMENTEN QUE LES PARECE!!!!
BESOS
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LOVE BEGINS
RomanceMary Jean viaja a ver a su mejor amiga que esta a punto de dar a luz a finales del siglo XIX en el lejano oeste en Estados Unidos sin saber que allí descubrirá el amor, el significado de la palabra familia y unas cuantas aventuras inesperadas.