LOVE BEGINS

Capitulo 15

Las horas no pasaban más, nuevamente los ronquidos de su futura suegra no lo dejaban dormir y Clark se preguntaba como hacia su futura esposa para conciliar el sueño, eso sonaba muy extraño en su mente pero mañana sería una realidad que ya no podía volver atrás. Mirando a Missie dormir junto a Holly se preguntó sobre el futuro de la familia. En su pecho comenzó a crecer el sentimiento de temor, el de la traición y … antes de que las lágrimas brotaran se puso su abrigo, las botas y comenzó a bajar lenta y sigilosamente las escaleras.

Cuando abrió la puerta de la cocina se encontró con una Mary Jean con una taza de té en la mano dormida sobre la mesa, la tenue luz de la vela encendida al costado iluminaban sus finos rasgos, su respiración era lenta y tranquila, su cabello rubio caía como cascada entre sus brazos que servían de almohada y la mesa. Clark comenzó a mirarla como nunca antes…como una mujer como su mujer y siendo completamente sincero era muy bella. En otro momento y olvidado las extrañas circunstancias presentes se dio cuenta de que realmente se hubiera fijado en ella, si es que la hubiera conocido antes y no estuviera… ¿casado? Borró rápidamente esa idea de su cabeza ¿acaso estaba traicionando la memoria de Sarah?

Sin saber en que momento sucedió Mary Jean despertó.

-¿Clark? ¿Qué sucede?

-Nada…simplemente no podía dormir por…

-La misma razón que yo creo ¿no?....mi mamá

-Si

-¿Quiere un taza de té? Creo que eso funcionó conmigo.

Clark pudo ver una lagrima que antes no pudo notar y los ojos enrojecidos de Mary Jean lo hicieron caer en cuenta de que la situación también le estaba afectando a ella.

-Por supuesto.

Mientras Mary preparaba el té Clark permanecía en silencio observando cada uno de sus movimientos.

-¿quiere hablar de algo antes de…lo que va a suceder mañana a la mañana?

-¿hablar…no es medio tarde para eso?

-No, yo no dije suspender, dije hablar de lo que te preocupa….

-a ver… ¿qué me preocupa? … será acaso no se…mmm… ¿el sentimiento de traición que tengo o el sentir que estoy ocupando un lugar que no me corresponde?

Al ver que lloraba Clark se acercó hasta ella tomó su cara entre sus manos enjuagó con su dedo pulgar una lágrima y susurró en su oído:

-Eso no es así, Sarah sabía que era lo mejor para todos como siempre, ella te lo pidió y yo… estoy muy agradecido de que hayas aceptado, en este momento no me imagino que sería de nosotros en esta casa sin vos. Quiero que entiendas que sos parte de esta familia y el lugar que estas ocupando es el que te mereces y lamento no ser la clase de esposo que te mereces….

-Estas no son horas de estar despiertos- retumbó en la cocina la voz de la señora Claridge haciendo que ambos se separaran inmediatamente -Mary Jean ve al cuarto…ahora.

Mary agachó la cabeza avergonzada sabiendo que si su madre no entraba estaba a punto de besar a Clark lo que estaba segura que aumentaría su sentido de culpa.

La noche fue larga para un Clark muy confundido y una Mary Jean preocupada por los sentimientos que  crecieran y la afligían y que pese a que iba a ser su esposo a partir de mañana, había un par de cosas que no habían arreglado con respecto a la convivencia.

Aun antes del amanecer y sin saber cuánto tiempo había dormido Mary jean fue despertada por su madre para concluir con los arreglos.

Todo estaba listo, bajo aquel árbol tras la casa de Clark todo estaba dispuesto para la boda. El novio esperando bajo un arco de flores, los vecinos y amigos alrededor y una Mary Jean blanca y radiante que caminaba hacia un Clark muy nervioso. Al llegar él tomó su mano, le dio un beso en la frente y la ceremonia comenzó. Después de decir unas palabras llegó el tan temido momento para Mary Jean.

-Puede besar a la novia- dijo el juez.

Los colores subían por la cara de Mary Jean mientras Clark dudaba si besarla o no.

Mary escucho que Clark decía muy bajo:

-Solo por esta vez te lo prometo.

Hasta que lo hizo y el corazón de ella comenzó a latir tan fuerte que creyó que se saldría de su pecho. Cuando comenzó a devolverle el beso súbitamente Clark se separó y a pocos centímetros de su rostro la miró a los ojos.

Clark se quería convencer de que era una farsa, solo un beso para disipar las dudas de los invitados y sobre todo de aquel infame médico que pese a tener en su brazo a su dulce prometida, y terriblemente rica, miraba a Jean con deseo. No era un ser territorial y por lo menos nunca había tenido que serlo hasta ahora. Se dijo a si mismo que luego se disculparía con Mary Jean por el atrevimiento. Se armó de valor, cerró los ojos y la besó. En el momento en que ella comenzó a corresponderle se dio cuenta que no sabía si el mismo tendría la fuerza de voluntad para cumplir su promesa.