Antes de que el sol saliera Mary Jean se dispuso a preparar el desayuno, en plena tarea la puerta de la cocina se abrió y apareció Clark.
-¿Qué está haciendo?- Le preguntó Clark
-Lo que vine a hacer, ayudar. Todos en esta casa necesitamos alimentarnos de forma sana y nutritiva. Sarah para recuperarse, yo para ayudar a Sarah, y usted para poder trabajar todo le día, ya falta poco tiempo para la cosecha.
-Está bien, pero no quiero que seamos una carga para usted, prefiero que pase el tiempo con Sarah.- dijo secamente Clark evitando su mirada.
-Yo no dije que fuera una carga o una obligación venir y atenderlos, son la familia de Sarah y si me preocupo por ella me preocupo también por ustedes- dijo indignada- ahora dígame ¿Cómo le gusta el café?.
-Negro y amargo.
Mientras servía el café se sintió un llanto del piso superior.
-Si desea puedo ir a atenderla, ayer no pude verla.- Dijo Mary Jean
-No es necesario, yo puedo encargarme y usted puede ir a conocerla después de desayunar cuando ya este vestida ya arreglada.
-No me voy a asustar por un pañal sucio señor Davis.
Y sin decir una palabra más Clark subió rápidamente las escaleras dejando a Mary Jean sintiéndose un estorbo. Preguntándose cuanto realmente podría aguantar el trato de este hombre, se resolvió a aguantar por el bien de su amiga, tenía la esperanza de que mejorara pronto. Decidida a ser lo más útil posible terminó el desayuno que estaba preparando para Sarah y subió las escaleras hasta la habitación principal.
-Buen día dormilona- saludó a Sarah muy alegre como si absolutamente nada hubiera pasado.
-Buen día Mary Jean veo que madrugaste hoy.
-Y con mucho gusto.
-Hoy me siento mejor, debe ser tu compañía.
-¡Que exagerada! Si apenas llegué ayer, es que realmente estas mejorando.
Comenzaron a desayunar pero Sarah poco era lo que comía realmente. Por primera vez desde que había llegado, y a la luz del día. Mary Jean pudo ver que Sarah estaba pálida, que unas grandes ojeras negras oscurecían sus ojos y reflejaban cansancio, le hubiera gustado poder hablar con el médico para saber su condición y cuáles eran los mejores cuidados para ella. Después de ayudarla a acomodarse, se sentó al borde de la cama y le dijo:
-Me gustaría saber cómo es que se conocieron El señor Davis y tú.- Esperaba que se concentrara Sarah en la conversación y fuera alimentándose de a poco.
-Por favor, no le digas así, le molesta en sobremanera, solo llámale Clark- Mary Jean no acotó que realmente no le aprecia propio de una señorita como ella, siendo que él no la había autorizado y que la trataba con la misma formalidad.
-Cuando te fuiste quedé muy sola y triste, así que después de la escuela me dedicaba a tiempo completo de cuidar a los niños en el orfanato donde vivía. Sobre todo los amas pequeños. Tiempo después llegó Clark con Holly muy pequeña, y como él estaba por cumplir la mayoría de edad, le dieron por el tiempo que restaba un techo y comida, con la condición de que él ayudara en el orfanato. Yo cuidaba a Holly y el cada día iba a verla. Me costó mucho llegar a él, a que me contara porqué había llegado allí, pero con el tiempo y paciencia me contó que su familia venía de California y tuvieron un accidente donde falleció su papá y su mamá enfermó y terminó muriendo no mucho tiempo después. Logré que fuera abriéndose, hasta que llegó a ser muy dulce conmigo, se convirtió en mi mejor amigo. Cuando cumplió la mayoría de edad comenzó a trabajar y a ahorrar para poder comprar esta casa, yo siempre le contaba lo mucho que me gustaba. Sé que puede parecer muy intimidante, serio pero la verdad es que se preocupa sinceramente por los demás. Se desvive por cuidarme a mí, a Holly y a Missie.
-Si de eso puedo dar fe. Espero que con el tiempo entienda que no me molesta en lo más mínimo ayudarlos, que es de todo corazón que lo hago.
-Lo entenderá…-Sarah suspiró- la verdad es que no me siento bien necesito descansar.
Mary Jean le ayudó a recostarse y cuando le dio un beso en la frente sintió que la su temperatura había aumentado notablemente.
En seguida buscó a Holly para que vigilara a Missie y salió corriendo al campo a buscar a Clark, que salió en búsqueda del médico.
Al volver a la casa, Mary Jean tomó agua fresca del lago del fondo de su casa y comenzó a ponerle paños fríos en la cabeza. Pero nada parecía funcionar, Clark no aparecía y con el correr de las horas La fiebre aumentaba.
-Necesito pedirte algo, por favor escúchame.
-NO, ahora descansas cuando la fiebre baje hablamos tranquilas.
-No Mary necesito que me escuches, prometeme que vas a cumplir mi último deseo.
-¡Por dios!- dijo espantada Mary Jean- ¡no digas semejante tontería, te vas a mejorar y esto va a quedar solamente como un mal recuerdo. Vas a cuidar a tu hija…
-¡Por favor Mary Jean!- la interrumpió- déjame hablar, esto ya es difícil para mí pero necesito hacerlo. Quiero que me prometas que vas a quedarte aquí con Missie, Holly y Clark. Que vas a ser la mamá de Missie, yo sé lo que es crecer sin madre y no quiero que ella viva lo mismo que me tocó mi. Por favor prométemelo.
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LOVE BEGINS
RomansaMary Jean viaja a ver a su mejor amiga que esta a punto de dar a luz a finales del siglo XIX en el lejano oeste en Estados Unidos sin saber que allí descubrirá el amor, el significado de la palabra familia y unas cuantas aventuras inesperadas.