⟨ « Su nombre era Byeol, que significaba estrella.
Ella era la estrella que iluminaba su oscura noche. » ⟩.
Cuando ambos se juntan, crean una mezcla rara pero muy buena. Cómo si se tratara de algo exótico.
Amor, dudas, temores, celos, malentendidos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
+×+×+
Byeol comenzó a buscar a BeomGyu por los pasillos de la escuela. Ayer le había dicho que tenían que verse en el árbol, y ella ya tenía tiempo esperándolo, pero no llegaba. Así que mejor fue a buscarlo.
Y sí, era Sábado, pero la escuela estaba abierta para los alumnos que querían reforzar lo aprendido y/o tenían dudas y quisieran solucionarlas con algún profesor. Pero para eso no fue Byeol.
Cuando llegó al piso en donde estaban los salones de segundo año, pudo dibisarlo entre todos los alumnos aglomerados en ese pasillo. Pero, no estaba solo ya que estaba conversando con una muchacha de un porte muy fino y lindo; y ésa conversación se veía que iba para largo.
Algo raro se removió dentro de Byeol. No sabía que era, derrepente ella se sintió un poco sofocada y molesta, necesitaba apartarlo de ella y quedarse al lado de BeomGyu, como su fuera un perro quedándose fielmente al lado de su amo. Pero pensó que no podía hacer eso, en primera: eso sonaba algo extremo; en segunda: analizó muy bien la situación y llegó a la conclusión de que ella era la chica le gustaba al castaño.
BeomGyu vio hacia el fondo del pasillo, y notó a EunByeol observandolo a él y a su amiga. Había olvidado por completo el que había citado a Byeol gracias a las clases, así que mejor terminó conversación con su amiga, y así no hacer esperar más de lo que debía.
—¿Qué tal si mejor hacemos un grupo por Kakao y ahí nos ponemos de acuerdo para el trabajo de Inglés? Tengo que hacer algo...
—Me parece bien, yo también tengo que hacer algo ahorita —respondió la chica—. Hasta luego BeomGyu-ah.
—Adiós —ambos inclinaron un poco la cabeza para despedirse y así Beom se acercó a Byeol, casi corriendo—. ¡Byeol-inne! —acaricio la cabeza de la pelinegra, como disculpándose—. de verdad siento hacerte esperar, no debí.
—Esta bien, BeomGyu —trató de no sonar tan dura— ¿Qué tenías que decirme? —pero era casi imposible, los celos hacían de la suya. Ella simplemente los odiaba, eran muy molestos.
—¿Vamos al árbol?
A lo cual, Byeol asintió.
+×+×+
Ambos se encontraban debajo de la sombra del árbol, y sí estaban tomando el refresco que hace días BeomGyu compró para Byeol y termino haciéndose de favorito.
Un trago, dos tragos... Y así.
EunByeol esperaba “pacientemente” a que hablara Beom, pero solo emanaba un silencio incómodo entre los dos.
