⟨ « Su nombre era Byeol, que significaba estrella.
Ella era la estrella que iluminaba su oscura noche. » ⟩.
Cuando ambos se juntan, crean una mezcla rara pero muy buena. Cómo si se tratara de algo exótico.
Amor, dudas, temores, celos, malentendidos...
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Dos días.
-¡Unnie! -Mitsuha recibió con los brazos abiertos a Byeol.
Solo faltaba dos días para que ella se fuera, y no se volvieran a ver en no sabían cuanto tiempo.
-Que bueno que vinieron -dijo Byeol. Aún no les decía el porque quería verlas. Y no haría hasta el final.
-¿Vamos? -dijo JiNa.
Tomadas de la mano, las tres comenzaron a explorar aquel centro comercial, viendo que cosas podrían adquirir y comer. Tenían el tiempo contado, pues después irían con los muchachos a la N Seoul Tower. Para pasear y poner un candado en algún lugar, que simboliza la perduración de su amistad.
-¿No quieren algo para comer? ¿Unos churros, crepas, helado, un café? -en el día de hoy se dedicaría a consentir a sus mejores amigas.
-¡Uy! Yo quiero una crepa, ¿Vamos? Yo invito -dijo JiNa.
-¡No! Yo lo hago -JiNa iba a repelar pero Byeol la interrumpió-. Mis padres me dieron dinero y me gustaría gastarlo en ustedes porque las quiero mucho -y porque hoy va a ser el último día en que puede hacerlo.
-¿Segura? -ambas la miraron incrédulas.
-Sí -y con una única sonrisa, Byeol se ganó la aprobación de ambas.
Fueron a comprar las crepas y pasearon un poco por el lugar.
-Tenemos que entrar a todas las tiendas -hablo la japonesa con cajeta manchando sus labios. Byeol le limpió esa zona y JiNa recordó alguna escena de un animéyuri que vió; por lo cual, ella río para si.
-¿A cual primero? -inquirió la pelinegra- ¿Esa? -señaló una tienda de ropa-, o ¿Esa otra? -señaló una tienda de discos.
Byeol le llamaba más la atención la de discos. Podría comprar unos cuantos para sus amigos, novio y hermano.
-Quiero ver si esta algún disco de iKON -respondió Minie.
-Mmm... Me dieron ganas de empezar una colección de discos de vinilo, ¿Con cual disco debería iniciar la colección?-concordó Jina-yah.
Bien.
-Michael Jackson -sugirió la japonesa. Las tres se encaminaron a la tienda- O The Beatles, o mejor ¡The Cranberries!
-Oh~~ ¿Qué tal Queen?
-Ay, JiNa, no seas posser, por favor.
-Me gustan.
-Cuanto que solo has escuchado BohemianRapsody o Will We Rock You.
Las mejillas de JiNa se calentaron.
-Bueno, bueno, me quedo con Cranberries que de ellos si he escuchado más.
Byeol solo podía sonreir con nostalgia, mientras añoraba los días en los cuales podía estar con ellas sin la preocupación de que mañana no se fueran a ver.
Porque aúnque aún no se iba, ya comenzaba a extrañarlas.
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Toda la mañana y la mitad de la tarde se la pasaron creando momento que serían recordados por mucho tiempo.
Ya hacían los ocho juntos de nuevo.
Pensaban que este sería un día que podrían repetir prontamente, pero dos cabecillas de ahí sabían que no iba a ser. Y eso les causaba impotencia y vacío.
Ya no podían evitarlo. Tenían que irse.
-Yo. . . -Tae comenzó a hablar-, compre un candado. Hay que escribir algo en el y ponerlo en un bonito lugar. Para conmemorar la primera salida del grupo Tomorrow By Together.
A todos les fascinó la idea, asíque en la parte de en frente escribieron el nombre del grupo y lo decoraron con estrellitas y "confeti". En la parte de atrás cada quien puso su inicial.
-¡Qué bonito! -chilló Minie, quien de la emoción casi golpea a YeonJun.
El mayor le dedicó una sonrisa tranquilizadora, diciendo que todo estaba bien.
-El candado está muy mono, a decir verdad -dijo Kai.
-Yo como líder de este excelente grupo -hizo mención SooBin-, apruebo que coloquemos este candado.
Comenzaron a buscar dónde, hasta que encontraron un lugar perfecto. Lo colgaron en un barandal, que era especial ahí porque se podía ver a la perfección la vista de la ciudad y como en los edificios se veían tan fantásticos con el fondo del artadecer.
BeomGyu tomó la mano de su pequeña estrella. Ella se sobresaltó, pero al notar quien era, su corazón empezó a latir lenta y pesadamente.
Este tipo de cosas hacían que no quisieran que el tiempo existeran. Qué se detuviera y que los dejara ser felices aquí. Pero no.
En esta ocasión, el tiempo jugó a su contra.
Solo quedaban dos días.
Dos días y todo lo que estaba al frente suyo le sería arrebatado.
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+×+×+× . . . . . . . . Vayan preparándose para el final.
