Little Star 🌛 Choi BeomGyu.

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“Capitulo final”

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~•°· Nap Of A Star ·°•~

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—¡BeomGyu!

—¡Oppa~!

—I love you~~~

Cosas así gritaban las fans a lo cual yo respondía con una sonrisa y una sacudida de mano, saludandolas. Iba de vuelta a Corea después de estar fuera cuatro meses fuera debido a una gira en algunos países de Asia.

Volvería a mi país natal para descansar un poco y continuar con la gira, pero ahora por América del norte.

Después de su partida, lo que leí en su carta fue lo que hizo que me plantara ante mis padres y les dijera que iba a cumplir mi sueño de ser un artista; y aquí estoy: rodeado de personas que darían lo que fuese por estar cerca de mi, pero que también que les gusta mi música y mi voz.

De verdad que les estoy muy agradecido pues estas personas hacen que mi sueño sea real por completo.

Antes de pasar a abordar el avión me gire y me despedí de aquellas personitas especiales.

Al abordar, deje que mi cuerpo se relajara y cerré los ojos. Y pude verla ahí, en mis memorias; sus ojos de pasas, su pelo obscuro como la noche que ella misma alumbraba, su piel blanca, su pequeña altura. . .

¿Estará bien? ¿Habrá cumplido sus sueños? ¿Será feliz? ¿Aún se acordará de mi, como yo de ella?

Quería verla, abrazarla, oler su aroma, besar sus labios, decirle que también la amaba. . . pero no sabía dónde estaba. . .

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—Hyung~ — hablé al mánager—, quiero ir al observatorio, ¿Se puede?

—Lo siento BeomGyu-ah.

—¡Pero hyung! Por favor. . . Hoy, de verdad necesito ir.

El mánager guardo un rotundo silencio hasta que puso la direccional y retorno en el camino.

—Okay, okay. Será por un momento, mañana temprano irás a grabar en aquel programa de variedades y tienes que descansar bien.

Sonreí.

—Gracias.

“Puedo ver, incluso si no estás enfrente mío, te siento”.

Ir a ese lugar y ser parte de este por un momento, me daba la sensación de estar cada vez más cerca de ella. Se sentía muy cómodo estar ahí y ver los hologramas de las constelaciones y planetas. De hecho, estando en ese lugar, escribí las mejores letras de varias canciones mías, las cuales fueron las que me hicieron más conocido.

Al llegar a aquel observatorio fuí a una sala obscura donde tenía proyectadas aquellas estrellas en la parte cóncava del techo.

Me senté en las sillas de tipo teatro que estaban al rededor, saqué mi teléfono, conecté mis audífonos y miré el techo. Dejé que las notas tranquilas de la canción llenará mi cuerpo y mi corazón, dirigiendome a su recuerdo.

“Puedo tocar. Incluso si no estás delante de mis ojos, te alcanzo; aunque te vallas a un lugar lejos, incluso solo con los recuerdos, mi corazón siempre está bailando como en aquél entonces”.