No huyas *1*

"¿TENSIÓN?"

Salgo del apartamento lista para irme a la universidad cuando noto que la puerta del apartamento de al lado se abre dejando ver a un Stephen bien peinado, bien vestido, con la mochila al hombro y con un aire mañanero que a cualquier chica haría escapar un suspiro, pero a mi solo me saca una rodada de ojos.

- Buenos días Karina

No le contesto. Empiezo a bajar las escaleras sin prestarle atención. Le escucho bajar las escaleras tras de mi. Al llegar a la puerta, antes de poder abrirla, siento como me coge del brazo y hace que me gire hacia el.

No puedo evitar mostrarle mi verdadera personalidad... le fulmino y me deshago de su agarre mientras me cruzo de brazos mirándole.

- Bien, al menos ya no finges. Te llevo yo, no discutas preciosa.

- No hace falta, puedo ir yo sola, no necesito que hagas nada.

Le veo girarse con una sonrisa arrogante

- Me lo debes por el gancho de ayer

Cuando veo su rostro veo claramente difuminado un moretón del golpe que le di... el sentimiento de culpa me invade haciendo que me ponga de mal humor.

Refunfuño y le sigo hasta su coche. Me siento en el asiento de copiloto y me dedico a mirar por la ventanilla mientras Stephen entra y arranca el motor.

Nos pasamos el camino en silencio, un silencio cargado de miles de palabras que no se dicen pero se sienten... sin saber porque demonios, la escena de lo que paso ayer en mi casa, en el sofá, me viene a la mente, haciendo que mis mejillas se sonrojen levemente. 

Decido despejar mi mente y simplemente centrarme en el día de hoy y las asignaturas. 

Entramos en clase bajo la atenta mirada de nuestros compañeros, yo simplemente me coloco en mi papel de todo sonrisas y amabilidad mientras por dentro tengo unas ganas enormes de gritarle y decirle que deje de hacerse el superior a mi.

Me siento junto a Sabrina, quien sonríe al verme forzando un poco mi sonrisa.

- Veo que alguien se ha despertado con mal pie.

La miro haciendo que sonría mas... y maldita sea, me contagia la sonrisa relajada que siempre he intentado mantener... con poca victoria por lo visto.

La clase va a empezar cuando de repente Stephen se levanta de su sitio y se sienta justo a mi lado. Todo queda en silencio y yo no puedo evitar mirarlo raro... si intenta intimidarme, no va a conseguirlo.

Miro al frente igual que el resto cuando el profesor entra al aula.

Las horas pasan, y no puedo evitar sentir la tensión que se ha creado en el aula por culpa del maldito de Stephen. En el primer descanso, todos nos levantamos y salimos del aula como quien lleva al diablo encima. Sabrina y yo nos alejamos del grupo de chicos despejando un poco el ambiente.

Nos sentamos en el patio de afuera.

- Bien, vas a decirme que demonios ha sido eso de ahí dentro? Un poco mas y no nos asfixiamos todos.

Suspiro abatida y miro a mi amiga en busca de apoyo y ayuda moral, pero lo único que consigo es que alce una ceja y se cruce de brazos para que empiece a hablar.

- Bien, ayer cuando todos os fuisteis, Stephen se quedo sin yo darme cuenta, me dijo que con el no fingiera y que quería ayudarme a seguir entrenando mi boxeo... y luego no se como acabamos en mi sofá con el arriba advirtiéndome de que no mas juegos

No puedo evitar sonrojarme un poco al recordar esa escena. Mi amiga salta de su sitio emocionada y me abraza corriendo.

- Tía, me apuesto a lo que quieras a que acabáis juntos!

Me deshago rápidamente de su abrazo y la miro como si fuera un monstruo que acaba de aparecer.

- No digas tontadas por favor... ni hablar acabo con el... ni muerta...

Sabrina se ríe y me indica que vayamos entrando. La sigo y al entrar, veo a Stephen exactamente donde antes... me siento a su lado sin decir palabra y vuelvo a notar una atmósfera aún mas tensa que antes... solo espero que esto acabe rápido.