Me incorporo ya vestida y me peino. No pienso seguir en un hospital sabiendo que el asesino de mis padres y hermano está en la misma ciudad que yo. Cuando voy a abrir la puerta de la habitación, esta se abre antes dejándome ver el cuerpo tatuado y trabajado de Stephen.
Su mirada me recorre y alza una ceja.
- Donde vas?
- Me voy a casa.
Veo como me mira con ternura y me abraza contra su pecho.
- Voy contigo. No te dejaré sola princesa.
Le doy un codazo sonriendo.
- Te he dicho que odio que me llames princesa o preciosa o lo que sea...
Me alza la cabeza y se acerca a mis labios haciendo que suelte un suspiro.
- Tal vez, pero no odias que haga esto.
Y siento sus labios posarse sobre los míos suavemente. Amo esta sensación que causa en mi interior, como agita mi corazón, como hace mis músculos temblar.
Sonrío en medio del beso y lo abrazo con fuerza.
- Te quiero Stephen.
Escucho como su pecho se hincha de alegría.
- Y yo preciosa.
Salimos de la habitación y nos dirigimos hacia el aeropuerto sin despedirnos de nadie. La seguridad que me transmite es tal que por un momento me olvido de todo. De mi pasado, de mi presente... todo se limita a estar con el.
Subimos al avión y espero con ansias llegar a mi apartamento, a mi casa, a mi zona de confort. Cierro los ojos y siento como el sueño me invade poco a poco.
Despierto al notar que alguien me mueve suavemente y susurra mi nombre. Abro los ojos, y veo unos ojos grises verme intensamente.
- Karina despierta ya, somos los últimos.
Miro a mi alrededor y efectivamente, solo estamos nosotros dos en el avión. Me levanto y salgo junto a el en dirección a su coche.
Llegamos al edificio entre risas y miradas juguetonas. Subimos a nuestro piso y antes de meterme en mi apartamento, Stephen impide que cierre la puerta.
Le miro algo molesta, pero su sonrisa me dice que tiene algo en mente.
- Vamos al gimnasio
Una luz juguetona aparece en sus ojos. Sonrío y asiento, si quiere jugar, juguemos.
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No huyas *1*
RomanceEl, boxeador reconocido, modelo de élite y hombre de pocas palabras. Ella, boxeadora en las sombras y rota por dentro. Si sus caminos se cruzaran... ¿el destino los juntaría o jugaría con ellos?