# 34 ¡YO SOY LA DOÑA!

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Valeria: Se declara a la señora Altagracia Sandoval...

Valeria: Inocente...

La audiencia explotó.

Valeria: Quedando libre de todo cargo con una indemnización de Un millón de pesos. El sonido del martillo de madera que sostenía retumbó en mis oídos durante varios segundos. Me quedé atónita. Podría jurar sentir la vida volver a mi...

Quería correr y abrazar a las niñas, quería abrazara mi hija, besar a Andrea, estar con mi familia. Solo eso quería.

Saúl me abrazo de la nada y ni si quiera supe cuando me deje llevar pero mi barbilla sonríente estaba en su hombro.

Altagracia: Gracias- dije sin más

Tal vez era la felicidad que sentía o me había vuelto loca, pero me aferraba a Saúl como si fuera el oxígeno que respiro.

El me abrazo fuertemente para después sostener mi rostro entre sus manos.

Saúl: Te dije que esto lo lograríamos

-Juntos - finalice la oración.

Entonces solo éramos el y yo, la audiencia había desaparecido, el dolor se había esfumado, dudé al acercarme a el pero mis labios estaban aferrados a los suyos sumiendonos en un beso tan tierno y honesto, si era demasiado apresurado pero que importaba...

Siempre iba a volver a el, y el a mi.

Disfrute aquella sensación como si estuviera dispuesta a morirme en este momento con tan solo eso, lo necesitaba... Lo extrañaba.

Aún no había olvidado lo bien que se sentía estar en sus labios, me sentía protegida, la mujer que podía llegar a ser... La Altagracia sin máscaras o disfraces, ese beso me daba la calidez que llevaba buscando hacia mucho tiempo.

Nos separamos al sentir el sabor salado de nuestras lágrimas llegar a nuestros labios.

Saúl: Te dije que lucharía por ti.

Altagracia: Lo se y aún tienes que hacerlo incluso cuando yo dudé...

Saúl: Yo nos sostendré a los dos- finalizó.- Además ni que estuvieras tan pesada.- Reí.

Si, tenía miedo de volver a intentarlo, ni si quiera sabía si después de esto lo haríamos.

Tenía miedo de volver a perderlo.

Esto era como un círculo vicioso, siempre volvíamos a lo mismo y el siempre terminaba rompiéndome el corazón en mil pedazos.

Se veía como algo presente pero fuera de mi alcance...pero ese beso había sido más que real, lo que sentíamos aún estaba latente y lo que nos rodeaba también. Habíamos vuelto a lo que habíamos dejado...como un sueño: A la audiencia.

Magda: ¿Como puedes besarla Sauuuul!!!? ¿Como pudiste defenderla si quiera? Decía llena de coraje.

Azucena por primera vez no dijo nada, solo estaba decepcionada y salio de la sala.

Lopecito: ¿Que haces compadre la Mónica te esta viendo?

Dirigí mi mirada hacia Mónica restándole importancia al comentario de Lopecito. Tenía el temple fuerte pero sus lágrimas estaban retenidas. Ella formuló en sus labios... Esta bien.

Me sorprendí como nunca antes.
Sentí un escalofrío recorrer cada parte de mi cuerpo. Mónica había aceptado el amor que Saúl sentía hacia a mi y el que yo le tenía a el.

Le sonreí. Sin más.

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Narrado por Clara

La Doña IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora