#15 ¿Por que nunca te he podido olvidar Saúl?

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Saul Aguirre

Sostuve la cadera de Altagracia con mi brazo derecho, la preocupación me inundo por completo, honestamente no sabia que hacer ella se habia desvanecido de la nada sabia que su desmayo era por la borrachera pero de todas formas me preocupaba,sentí una angustia recorrer mi cuerpo al ver a si tan frágil y tan débil, ella se mostraba fuerte pero era una mujer completamente diferente.

Su torso caía y  las puntas mas largas de su cabellera tocaban el suelo que ahora se encontraba inundado, la tome entre mis brazos y con mi pierna intentando abrir la puerta del piloto de su camioneta que habia dejado entre abierta, suelto sus piernas con cuidado evitando un duro impacto contra el suelo para a si dejar una de mis manos libres pero aun sostengo su torso e intento abrir el seguro de la parte trasera, cuando por fin lo logro abro la puerta a su máximo punto y vuelvo a sostenerla con ambos brazos a Altagracia, la coloco con cuidado en el asiento y trato de encontrar la forma en la que se sienta cómoda, tomo un cobertizo de las princesas de Disney que por alguna extraña razón se encontraba ahí y la cubro con el. ¡Oh Dios!Es tan bella.

Me subo a la camioneta, y escucho el beep beep de un celular que me imagino que era el de Altagracia, busco entre la guantera, y tomo el celular, en la pantalla pude visualizar el nombre de Matamoros. ¿Que hacia Altagracia con este hombre? ¿A caso tendrían algo? La rabia empezó a llenar todo mi ser, apague el celular y trate de pensar que era lo que tenia que hacer. 

Cuando encendí la camioneta un  Gps en la pantalla de la misma se encendió con el titulo de Maison familiale, a lo cual solo entendí la primera palabra que si no mal recuerdo era casa en francés.

Seguí las indicaciones y no tarde mas de 30 minutos en llegar a una zona residencial, me detuvieron en las rejas  unos hombres vestidos de traje negro era la entrada que conducía hacia un jardín y por lo lejos podia visualizar una enorme casa. Nunca escatimaste en gastos Altagracia-pensé

Cuando aquellos hombres de muy mal genio se dieron cuenta que la que no conducía al volante era Altagracia apuntaron hacia mi. Todo mi cuerpo se alerto y el miedo de que una bala errónea fuera a caer en Altagracia hizo que entrara en desesperación.

 Baje del auto con las manos arriba.

Saul: Nos disparen por favor, estoy con Alta...Verónica-Corregí al instante

Aquellos hombres seguían apuntando hacia mi, vi como uno de ellos hablaba por un pequeño micrófono, cuando escuche como cargaban el arma para disparar entre en panico, cerre los ojos con fuerza esperando la bala.

Altagracia: Arrêtez, ne tirez pas

Altagracia Sandoval

Altagracia Sandoval: Veía la luces pasar por el cristal, trataba de mantener mis ojos abiertos pero el cansancio me consumía. Sentí como el auto paro del golpe, escuche la puerta abrirse y cerrarse a la vez, cuando por fin tuve conocimientos de mi existencia, me senté y analice todo lo que estaba pasando, mis hombres apuntaban hacia Saúl decididos para dispararle, el pánico me llego de lleno e intentando procesar todo de golpe baje del auto.

  Altagracia: Arrêtez, ne tirez pas - (Alto, no disparen)- Al instante los guardias bajaron sus armas

Saúl se quedo perplejo al verme, pase del lado de el rozando mi hombro con fuerza y me acerque a uno de mis hombres.

Altagracia: Donne moi ton arme-(Dame tu arma)- Mi hombre obedeció y me entrego su arma formule una sonrisa en mi rostro y me voltee con brusquedad hacia Saúl apuntándole.

Lo mire fijamente a los ojos, el sorprendido dio un paso hacia atrás.

Saul: ¿Altagracia, que haces?

Altagracia: Que no me llames a si imbécil, da gracias a Dios que mis hombres no entienden el español. Alguna vez tu me tuviste en la misma situación ¿Te acuerdas?-Dije intentando conservar mi voz que cada vez se hacia mas débil, para ser honesta apenas si la escuchaba yo.

Altagracia: Entraste a mi casa, y estabas dispuesto a matarme-intente retener algunas lagrimas que se acumulan entre mis pupilas- Pero ni si quiera para eso tuviste los pantalones necesarios-concluí con una risa irónica.

Saúl: Altagracia, yo

Altagracia: ¿Tu que Saúl?-dije volviendo a cargar el arma para disparar- Vete de mi casa Aguirre y no vuelvas

El hizo caso omiso y avanzo algunos pasos hacia mi, pero yo no me inmute concentre mi mirada en su muslo justo en donde los tendones no hacían contacto con la piel, y dispare, haciendo que la bala solo lo rozara y le causara una pequeña herida,  el se retorció de dolor y se tiro al suelo con su mano derecha apretó la herida provocando que su pantalón se llenara de sangre. Saúl busco mi mirada y algunas lagrimas se esforzaban por salir de sus ojos pero el se resistía.

Saúl: ¿Tanto daño te hice?- Ante su comentario solté una fuerte risa.

Altagracia: Siempre me has subestimado Saúl, ahora vete de mi casa o el próximo ira a tu cabeza.

Deje caer el arma en el pavimento y camine hacia la entrada de mi casa, parecía el trayecto mas largo que habia tenido que recorrer en toda mi vida, miles de emociones se apoderaban de mi, trataba de mantenerme en pie mientras algunas lagrimas caían por mis mejillas, abrace con fuerza mis brazos y como siempre ignore mis sentimientos y seguí caminado.

En mi camino me encontré con Matamoros, pero lo pase de largo y entre a la casa, subí las escaleras y entre abrí el cuarto de las niñas para verlas, asome mi cabeza y la lampara de noche aun seguía prendida alumbrando el cuarto con angelitos en movimiento. Sonreí y sentí como mis problemas desaparecían en tan solo instantes, tan solo con verlas dormir y tenerlas conmigo me llenaba de una paz enorme, paz que me quitaba Saúl tan solo con verlo.

Me quite la ropa que aun estaba húmeda y abrí la llave del baño dejando caer el agua caliente sobre mí, sentía como el agua caliente se deslizaba por mi espalda disfrute cada momento en el baño y cada gota caer sobre mi espalda,necesitaba esto un baño que pudiera sacudir todas mis emociones y lograra aclararlas. Salí del baño y me envolví en una toalla, me coloque mi ropa interior y tome una de mis batas del amplio closet que tenia, camine hacia mi cama y me coloque las pantuflas, amarre mi listón de la bata. Me senté en la orilla de la cama y le di varios masajes a  mi sien, honestamente si me preocupaba el bien de Saúl, pero sabia que un roce de bala no lo detendría, el podría continuar con su vida normalmente después de esto y yo también tenia que hacer los mismo a si que deje atrás todas mis preocupaciones, y me acosté entre las sabanas, deje caer mis ojos ante en cansancio y los cerré, reinaba el silencio y la paz ante la inmensa soledad que me cubría por unos instantes me sentí libre pero aquella paz fue interrumpida por el molesto sonido de mi celular, extendí mi brazo hacia la mesa de noche y vi el identificador, "desconocido" . Volví a dejar el celular en la mesa de noche y gire mi cuerpo hacia la ventana. El molesto chillido de mi celular persistía como nunca antes, volví a girar mi cuerpo con fuerza hacia la mesa de noche y tome el celular con brusquedad, deslice mi dedo indice para contestar y lo lleve hacia mi oído.

Altagracia: ¿Qué?

- Por favor no me vallas a colgar soy Saul- Entonces solo con escuchar aquellas palabras tome apague mi celular y me dispuse a dormir. Acomode mi almohada y trate de cerrar mis ojos pero mis pensamientos  le pertenecían a Saul, a nuestro beso de esta noche me abrumaban como si no hubiera un mañana, habia sentido algo tan especial con aquel beso, como si hubiera vuelto a vivir, como si fuera mi primer beso. Aquel beso se habia convertido en cómplice de nuestro amor, sentía cada sensación sobre mis labios como si justo ahora me estuviera besando Saúl, lleve una de mis manos hacia mi boca, sintiendo cada textura de mis labios... de sus labios que ahora se habían quedado en los míos.

Altagracia: ¿Por que nunca te he podido olvidar Saúl?






La Doña IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora