#25 "Yo soy La Doña"

544 46 24
                                    

Las miradas no dudaron ni un momento en dirigirse hacia mi...expectantes y siempre con el deseo de saber mas, estaba segura de que algunos se preguntaban si realmente era Altagracia Sandoval, la temida Doña, los murmullos no cesaban y las miradas me recorrían de arriba abajo por un momento quise salir corriendo, hasta ahora me daba cuenta del gran error que habia cometido ¿Que estaba pensando? tenia una hija pequeña a la cual cuidar y otra pequeña a la cual resguardar como si fuese su madre, pero ya no habia marcha atrás.

Yo ahora estaba aquí, arriesgando todo... ¡Todo! y una vez mas por ella, por Mónica.

 Su mirada trato de encontrar la mía pero mis lentes de sol se lo impedían, analice todo el terreno en segundos, todos estaban aquí, mi mirada corrió veloz por la audiencia, Justino Lopez, Valeria y su hijo, Leticia, Margarita, la muchacha que Emiliano alguna vez atropello pero su nombre lo habia olvidado. No es que fueran ellos la gran cosa para mi así que no consideraba necesario recordar sus nombres.  Azucena y su amiga que siempre la acompañaba ¿Maria?, no se, pero al ver a Karen sentí que pronto estaría jodida ella no me quitaba la mirada de encima, sabia que estaba obsesionada conmigo y atraparme seria el mayor triunfo en su carrera y si confirmaba quien era yo no le temblaría ni tantito el pulso por ponerme tras las rejas...

Regina su llanto se estaba contenido entre sus parpados ella sabia perfectamente quien era pero trataba de disimularlo para que nadie sospechara, solo quería correr y abrazarla, Isabella mi corazón se rompió al verla aun seguía siendo una niña en busca de su mujer interna... Y Saúl, también sabia quien era yo, ¡como no! si hace algunas semanas lo tenia en mi cama. Saul me analizaba confundido como siempre querido descubrir mas pero esta vez sus ojos tenían enfado y decepción ¿Hacia mi?  y sobre el podia ver dolor.

Volví la mirada hacia Mónica estaba confundida, quería hacerle saber que no estaba sola pero no sabia como reaccionaria, tome aire de lo mas profundo de mi y saque fuerzas de donde ya no habia...

Tratando de contener todas mis emociones camine hacia la empresa demandante con paso firme pero admito que el paso firme se desvanecía ante cada pisada con mis pies descalzados ademas que era algo ridículo pero aun así no deje el carácter atrás.

Altagracia: Antes de ser dictada la sentencia me gustaría que escucharon mi oferta, daré el dinero que la señorita Mónica debe a la empresa demandante con el precio máximo de interés ya que tengo entendido que solo se estaba peleando por pagar el mínimo pero si están dispuestos les daré el máximo del monto mas una compensación mayor que la deuda original por ser tan amables con ella- dije en el tono mas irónico que me pude sacar de la manga- Y a usted juez no se preocupe también sera bien recompensado tengo entendido que tiene hijos ¿No es así? por que no piensa en ellos, total sus estudios serán completamente pagados.

Por cada palabra que decia me temblaba el temple pero no saldría como una cobarde de aquí, algunos habrían reconocido mi voz seguro y sus sospechas aumentaban pero aun no podían confirmar del todo que yo era Altagracia Sandoval.

Gire mi cuerpo hacia los demandantes y me acerque hasta su mesa, coloque mis manos en la orilla de ella y espere su respuesta. De reojo vi a Karen, ya tenia las esposas preparadas, pero estaba segura que si quisiera apresarme ya lo hubiera hecho así que llegue a la conclusión de que Matamoros ya se habría encargado de hacerle llegar el mensaje de si infidelidad hacia su pareja, hacia Jorge. 

 Era un buen chantaje, libertad por reputación.

- ¿Cree que con dinero nos va a convencer?- volví a centrar mi atención en aquel hombre

Altagracia: Pues con dinero baila el perro- escuche algunas risas disimuladas entre la audiencia.

El señor golpeo la mesa con fuerza parándose de golpe habia acabado con su cordura, su mirada era de rencor y rabia estaba seguro que lo que mas le enfadaba era que una mujer se pusiera arriba de el, camino rápidamente hacia mi  estaba dispuesto a pegarme pero Saul como un haz de luz apareció, interponiendose y tomado con fuerza el brazo del hombre que habia quedado en el aire con una cachetada preparada, aventó su brazo con brusquedad y con una de sus manos me coloco detrás de el, miraba desafiante a aquel hombre de traje. Me miro de reojo con esa mirada de ¿Que estas haciendo? 

La Doña IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora