#14 No dejare que te vuelvas a perder en el agua

734 52 27
                                    

Altagracia Sandoval

Saúl: ¿Altagracia?

 Me encontraba con la cabeza recargada en mi mano y mi cabellera cubría mi rostro pero cuando escuche aquella voz pronunciar mi nombre me quede helada. La reconocí de inmediato, por cada letra que tenía mi nombre era como si una daga se clavará en mis oídos , mis piernas temblaban, no sabía como reaccionar nunca imagine una situación como esta se veía muy lejana incluso inexistente, quería salir corriendo, quería darle un buen golpe,  quería reclamarle todas mis lagrimas y hacérselas pagar una por una, también quería besarlo y si  ¿Por que no?también seria buena idea matarlo, como el me mato a mi.

Saul: ¿Altagracia, eres tu?-Volvió a preguntar ante mi evidente reacción o mas bien a mi no reacción.

Saúl Aguirre

Al entrar al bar pude oler el alcohol impregnado por todas partes, el humo y las risas de los clientes, de fondo se encontraba la canción de "Dua Lipa IDGAF" me senté en un mesa cercana a la ventana, empezaba a lloviznar y algunas gotas largas caían sobre la ventana, pedí una cerveza y lleve un limón a mi boca para extraer el jugo. 

Tome la cerveza e incline mi cabeza hacia atrás para poder beber de ella.

Siento como si se detuviera el tiempo, un olor tan familiar inunda el lugar, una fragancia que...¿ALTAGRACIA?

Sin pensármelo dos veces busco de donde proviene aquel olor, veo caminar la silueta de una mujer hacia la barra, ¡Esto no podia estar pasando! Reconocería a Altagracia en cualquier lugar, conocía cada parte física de ella por muy mínima que fuera, sus curvas, su porte y forma de caminar, ¡Oh Dios, todo! Pero... no se, aquella mujer se veía diferente, se veía mas delgada y su cabello era rubio, aunque solo pudiese ver su torso note la frustración que en sus hombros cargaba, camine hacia ella con cautela, ¿Con miedo? miedo a encontrar las respuestas que estaba buscando, por mas que mi cerebro decia corre, esto te va a traer problemas mi corazón quería respuestas. Necesitaba saber si aquella mujer era Altagracia.

Altagracia Sandoval

  Saúl: ¿Altagracia?  

No sabia que hacer, por primera vez en mi vida no sabia que hacer. Solo me quede callada sintiendo como mi corazón latía a mil por hora, esto no iba a salir nada bien.

Sentí como las yemas de los dedos de Saul tomaron mi brazo en el que encontraba recargada mi cabeza, ante el contacto mi cuerpo  tembló como nunca antes lo habia hecho, se erizo mi piel, cada parte de mi me llamaba a el, se aferraba a el, nada habia cambiado era la misma extraña sensación que aparecía al tocar nuestros cuerpos, era algo indescriptible, algo que solo yo y Saúl podíamos sentir. Entonces en ese preciso instante en el que hicimos contacto sabia perfectamente que Saul ya sabia quien era yo. Se paro el tiempo.

Saúl, comenzó a recorrer mi brazo, hasta llegar a mi cabellera, sentí como su rostro se acerco a mi, podia lograr escuchar como su respiración se agitaba, tomo aire cerca de mi cabello para guardar el olor que desprendía mi cuerpo, su mano se poso en mi cintura, haciendo que mi cuerpo se girara hacia el, nuestras miradas se cruzaron por instantes que parecían eternos. Pero la eternidad era tan solo una oleada de viento, sentimos de nuevo esa conexión como una electricidad que recorría nuestros cuerpos , todo era ajeno a nuestro alrededor solo estábamos el y yo, cada vez se fue acercando mas a mi, sentía su respiración junto a la mía, sus labios estaban a escasos milímetros de los míos, pero de nuevo todos aquellos recuerdos  de el que tantas lagrimas me provocaron vinieron a mi mente,los recuerdos me golpearon como pedradas en el  corazón, estaba idiota si volvía a dejar que sus labios tuvieran contacto de nuevo con los míos así que de inmediato me separe de el bruscamente aventandolo contra la barra, provocando que algunas miradas se posaran en nosotros.

La Doña IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora