CAPÍTULO 1

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- ¿Ya están listos los tronos? –Inquirió el moreno mirando a su mejor amiga con impaciencia.

- ¡Faltan dos meses, Magnus! –Gruñó la chica fulminándolo con la mirada–. Aún tenemos tiempo...

- ¡Dos meses no son nada! –Refutó el chico–. Mi trono tiene que ser perfecto.

-Aún no te han nominado, idiota –Indicó otro joven mirando con irritación a Magnus–. Y no sabes si lo harán.

- ¡Claro que lo harán! –Declaró con completa seguridad–. Soy Magnus Bane.

Y sí, ser Magnus Bane era más que suficiente.

Magnus Bane era el chico más popular de toda la academia superior de Manhattan, una prestigiosa y costosa preparatoria en Nueva York. También era el más atractivo. Con una altura de 1,87, piel color canela, ojos rasgados que denotaban sus raíces indonesias que para suma eran de color verde-dorado. El moreno también tenía un cuerpo delgado pero musculoso, eso sin contar que el joven siempre estaba al último grito de la moda, siempre estaba con purpurina, ropa costosa y colorida y con una buena dosis de maquillaje que resaltaba sus bellos ojos.

Por otro lado, el padre Magnus trabajaba como un gran inversionista en la bolsa de valores, era un gran empresario y padre amoroso.

Además de eso, Magnus tenía dos mejores e inseparables amigos, Catarina Loss, una bella morena alta y curvilínea, aunque un tanto sobreprotectora con sus mejores amigos y bastante mandona; luego estaba Ragnor Fell, un chico gruñón, delgado, alto de tez clara y cabello verde que parecía odiar al mundo, pero amaba a sus amigos más que a sí mismo.

Definitivamente Magnus Bane tenía la vida perfecta, o al menos así era hasta aquel día...

Magnus, Catarina y Ragnor eran los encargados del comité de baile de graduación. El moreno tenía los nervios de punta. Aquel sería su último baile y quería que todo saliera perfecto. Por supuesto tanto Catarina como Ragnor tenían que sufrir las consecuencias de aquello.

Los jóvenes duraron dos horas más organizando los preparativos para el baile y una vez terminaron, Catarina y Ragnor arrastraron al moreno fuera de la escuela.

- ¡Estás insoportable! –Se quejó Ragnor mientras se dirigían hacia el auto de Magnus.

-En serio Magnus –estuvo de acuerdo Catarina–. Aún faltan dos meses –señaló ganándole a Ragnor el asiento de copiloto antes de sacarle la lengua–. Tenemos mucho tiempo.

Welcome to the Real World #Watys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora