Nada especial había sucedido, incluso ya me cansaba de tanta tranquilidad por acá. Escuché rumores de un torneo local organizado por alguien perteneciente al alto mando, apenas logré escuchar la noticia sentí algo que creía que había perdido, la emoción por batallar.
—Chicos, estoy interesado en participar en un torneo local, necesito ver si están en forma para ello.— Les dije con ánimo.
—Sceptile y yo hemos entrenado muy duro recientemente, pero no creo que llegue a tu expectativa... — Kori sonaba un poco triste.
No podía creer lo que dijo ella, para ser de una raza tan dedicada y orgullosa es muy pesimista. Me limité a acariciar un poco su cabeza, a lo que ella respondió con una leve y fugar sonrisa.
—Iré a inscribirnos, no me tardo.— Fijé una sonrisa en mi cara.
Me despedí de ellos y salí de nuevo. Una tabla era la indicada para dejar que los participante se anoten, claramente había unos requisitos: "Tener 3 pokémon en el equipo, y prohibida la utilización de legendarios" Creo que la última va para alguien en específico. Sin dudar ni un poco me anoté para participar hoy a mediodía, ahora tenía un nuevo problema: El tercer pokémon.
Antes de regresar a casa hice una parada por un centro pokémon, al entrar encendí la PC de ahí, era momento de volver a verme la cara con "él". Por algún extraño motivo me temblaban un poco las manos, era mi único pokémon en la PC así que no tenía de otra, saqué al pokémon y me retiré de ahí. Llegué a la casa en silencio, Sceptile me miraba con la pokeball en manos y de inmediato se acercó a mí.
—No puede ser... nunca pensé que este día llegaría tan pronto. ¿Estás seguro?— Sceptile estaba asombrado, pero no más que yo.
Afirmé con la cabeza y lancé la pokeball, ella emitió un destello y dejó ver al pokémon que contenía.
¡¡GLISCOOOORR!!
Por primera vez después de mucho tiempo, el compañero de Sceptile estaba de vuelta. No lucía alegre pero era lo que había.
—¡Otra vez este patán! Sceptile cuanto tiempo amigo.— Un viejo amigo...
—¡¿A quién le dices patán?! ¡Gracias a mí eres lo que eres!— Demostré quien mandaba
Gliscor me miró asustado, Sceptile no tardó en susurrarle algo al oído, eso lo calmó un poco pero seguía incómodo. Entramos a casa de resolver cuentas pendientes.
Un escándalo se había armado, desde las escalera nos miraba Kori un poco asustada.
—¡Por tu culpa perdimos a los demás integrantes!— Furioso me atacó con sus tóxicas palabras.
—¡Ellos tomaron esa decisión y yo no podía hacer nada!—
—¡Eso es lo que siempre haces, NADA!— Eso me había dolido...
—Cállense de una vez, la Absol está asustada— Sceptile fue el único sobrio de aquella cólera que no teníamos.
Gliscor miró de reojo a Kori, Sceptile nuevamente le susurró unas cuantas cosas al oído lo que provocó que Kori se avergonzará ruborizándose un poco.
—¡Todo lo que te diga esa rana subdesarrollada es falso!— Muy repentinamente aclaró las cosas.
Y así transcurrió el tiempo, hasta que una alarma sonó por toda la casa.
—No hay tiempo de más discusiones, vengan.— Di marcha a una nueva experiencia de equipo.
Fuimos todos al centro del pueblo, Gliscor al principio fue a las fuerzas pero al ver los carteles sobre un torneo tomó la delantera, aún conserva ese espíritu. Al llegar todos los entrenadores habían sido derrotados por una sola persona, nada más y nada menos que el integrante del alto mando Blasco.
—¡Más retadores! llegaron un poco tarde pero todavía sigo fresco.— Tsk... presumido.
Blasco... mejor amigo del campeón, su actitud era muy diferente antes. Nos miramos a los ojos y el resto es historia, o tal vez no. Una ráfaga de viento abrumó el lugar, una chica apareció después de tan repentina llegada un Deoxys descendió de los cielos.
—¡Esto va ser divertido! espera... ¿Tú no habías muerto hace 4 años? creo que Deoxys no hizo bien su trabajo. Bueno, basta de charlas, Deoxys haz lo tuyo.—
Otra vez no... Un Deoxys con ojos púrpuras de nuevo. A una velocidad exageradamente increíble se desvaneció para reaparecer en frente de mí, cargó un Hiperrayo, no podía hacer nada... era el final. ¡ESPERA! ¡¡NO!!
Kori se interpuso entre el rayo y Lloyd, recibiendo todo directamente ella. Deoxys no tuvo problema alguno y volvió a cargar el ataque, pero esta vez el campeón Rubí llegó con su Rayquaza, impidió el segundo ataque y se vio involucrado en una batalla en conjunto con Blasco contra la chica misteriosa. Mientras tanto Lloyd no reaccionaba, se encontraba en frente de Kori, no daba esperanzas... Las cosas se distorsianaron un poco en donde se encontraban Lloyd y su compañera caída.
...
—Ohh... tu amiga cayó.—
Una voz extraña y gruesa invadió el espacio.
—Todos los seres poseen un soplo de vida, hasta el más pequeño caterpie. Ella perdió el suyo, no hay forma de recuperarlo. Pero... puedes compartir el tuyo con ella.—
—¿M-Mi soplo de vida?— Dije asustado.
—Efectivamente, pero claro, hay consecuencias leves pero es un precio razonable por la estadía de tu amiga en este plano. ¿Qué dices?—
—Acepto lo que sea que propongas... no perderé a alguien más.—
—Bravo, le brindaré una oportunidad más a tu amiga. . . —
Un extraño destello iluminó todo... Lloyd se encontraba en cama, miró el sitio y pudo notar una presencia extraña.
¡¿Kori?! yacía acostada al lado mío, pero con una gran diferencia: sus proporciones no eran las de un Absol, era más como de una mujer humana, sin embargo conservó sus otros aspectos.
—¿Qué sucede? oye, ¿Te pintaste el cabello? tienes un mechón de color negro.— Dijo ella mirándome raro.
Fui a un espejo para verificar, y en efecto era cierto, además Kori no notó que mis ojos pasaron a ser rojos.
—¿No recuerdas nada de lo sucedido?— Pregunté y no pude evitar desviar un poco la mirada, era instintivo... y mundano.
—Mis ojos están más arriba humano; y no, lo único que me viene a la mente es una especie de resplandor. Un momento... ¡¿Y mis patas delanteras?! ¡¿Qué les pasaron a mis garras?!— Kori estaba desesperada, intentó pararse pero no mantenía el equilibrio.
—¡Deja de verme así!— Me miró agresiva.
—¡E-Entonces ponte algo!— Una respuesta obvia pero certera.
—Tengo mi pelaje, ah, espera... supongo que el morbo humano me obligará a usar prendas, no me opongo ante eso. Tomaré prestado un camisón del armario. ¡Te dije que dejes de verme!— Sonaba enfadada.
Salí de ahí lo más rápido que pude, comprobé la hora y había pasado 1 hora desde el suceso. Revisé para verificar si todo estaba bien, era extraño, Sceptile y Gliscor se encontraban en sus pokeballs.
"¿Qué haré ahora? supongo que lo primero será comprar algo decente para Kori..."
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Mi Absolución por Ti
Fanfiction"La belleza se presenta con diversas formas y motivos." Cuando no se tiene determinación para continuar con un viaje siempre llega alguien para enseñarnos la principal razón de cualquier ser: El amor. porque haríamos cualquier cosa con tan solo esta...