Capítulo 12: Melancolía

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Era el momento, estábamos allí... En la entrada a la cueva cuyo nombre desconozco. Lo primero que noté es el hermoso clima de la pequeña isla, y lo segundo, un gran campamento que aparenta estar bien equipado.

-¿Esto no es demasiado? Digo, solo es una cueva, aunque... Si lo que sucede aquí está relacionado con lo de Deoxys supongo que harían falta hileras de ataúdes.-

Dije mientras pensaba en lo sucedido hace años... No suelo pensar mucho sobre eso, pero creo que a veces refrescar me da motivaciones suficientes.

E s t o y a q u í :>

Recibí un mensaje de texto, al leerlo voltee y tenía a Blasco detrás mío.

-Emm... HOLA BLASCO CUÁNTO TIEMPO, HAGAMOS COMO QUE LA ÚLTIMA VEZ QUE NOS VIMOS NO CONTÓ...- Definitivamente sonaba bastante fuera de lugar -... Blasco, ¿Rubí está aquí? Hace tiempo que no lo saludo, bueno, desde que perdí la liga.- Le dije mirando al suelo.

-¿Ah? Por supuesto que está aquí, está en una de las tiendas del campamento, sígueme.- Al terminar de decir eso, Blasco nos guió hacia la tienda que él decía, antes de entrar pude apreciar todo el campamento, calculé la presencia de unas 20 o 30 personas, lo más probable que entrenadores calificados y personal del ejército, los Pokémon de un soldado promedio suelen ser muy poderosos. Habíamos llegado a la tienda, era bastante grande y entramos sin problema alguno.

-Cuánto tiempo, L l o y d, Jijijiji, tu nombre siempre me pareció lindo.- Era la voz afeminada de Rubí, es demasiado reconocible

-Hola Rubí, lo mismo digo, cuánto tiempo- Rubí, campeón de la liga, desde que ganó hace años nadie lo ha movido de su trono, ni siquiera yo en mis años de mayor juventud, aún recuerdo el calor de las patadas ígneas de su Blaziken, además, Rubí es toda una celebridad ya que también participa en concursos de belleza Pokémon, siendo jurado en algunas ocasiones de los eventos de talla más alta, en resúmen, Hoenn está a sus pies.

-¿Por qué me miras tan fríamente? Lo que sea que haya pasado fue hace mucho, pese a todo seguimos siendo amigos ¿Cierto?- Rubí mantenía su sonrisa de siempre. Amigos... En mis años de oro él me ayudó bastante, él me ayudó a crear mis sueños y aspiraciones como líder de liga, irónicamente fue él que las destruyó, es cruel si lo digo así, igual es su trabajo como campeón.

-¿Cómo has estado? Aún recuerdo la potencia y elegancia en batalla de Blaziken.- Dije con pequeños tonos de admiración, pese a todo ese chico merece respeto incluso de mí.

-¡Bien, bien! Muy bien, te traje aquí por medio de Blasco para afrontar una situación bastante... Peligrosa, como sabes hace no mucho fuimos atacados por Deoxys y una dama extraña, su objetivo aún está en duda, pero tenemos claro que iba a por mi cabeza, de seguro no recuerdes nada porque estabas inconsciente en es momento, cuando tú y tu absol estaban en el suelo Blasco y yo logramos detener a Deoxys, sin embargo notamos algo muy extraño... Deoxys era muchísimo más poderoso que la última vez... Emm... Tú sabes... Lo siento.- Maldita sea... Recuerdo todo con mucha claridad.

-Bueno, en la mesa hay té, iré a hacer los preparativos, te digo que pasa con esta cueva después, pero creo que ya sabes de qué se trata.- Rubí se fue, dejándonos a Korii y a mí en la tienda, decidí sacar a Sceptile y a Gliscor de sus Pokeball.

-Bueno, llegamos, relájense y eso, aún no iremos al sitio así que disfruten de la calma, hay bayas en mi mochila.- dicho eso Sceptile fue a por vayas, Gliscor solo se tumbó al suelo a descansar, y Korii de sentó a mi lado.

-¿Qué fue lo que sucedió hace tiempo? Parece que eso te tiene bastante mal.- Korii me dirigió la mirada.

-Bueno... Es una larga historia.

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Fue hace 5 años, tenía yo 14 años y acababa de perder la liga, no pude contra Rubí, tenia planeado regresar a casa pero un suceso azotó a ciudad Colosalia, Deoxys atacó la ciudad.

-Ve a recuperar a tus Pokémon, esto puede ponerse serio.- Aquí estamos, acabo de ser derrotado y entramos de nuevo en un conflicto, menudo día tan de mierda.

-P-Por supuesto Rubí.- Rápidamente fue a recuperarlos, no demoró mucho, ni necesité asistencia para ello.

Éramos Rubí y yo, el alto mando ya estaba en la ciudad protegiendo de lo que sea que pasaba, Rubí era solo un año mayor que yo pero demostraba gran madurez para afrontar las cosas, de repente presenciamos el descenso de un Pokémon muy poderoso a nuestro sitio, estábamos en un gimnasio para combates ultra formales, como lo son las batallas de liga, no había techo por lo que entrar era fácil.

-Imposible... Deoxys, un Pokémon apenas descubierto está aquí.- Dijo Rubí.

-¡Estás en lo correcto! Deoxys y Miles de copias suyas están atacando ciudad Colosalia, hemos venido para tomar Hoenn desde su cabecilla.- Las palabras vinieron de una chica la cual Deoxys ayudo a poner en tierra, un legendario a Merced de ella, esto pinta mal.

-¡Lloyd, necesito que hagas tiempo, iré a por algo!- en un instante Rubí ya no estaba, confía demasiado en mi fuerza para dejarme solo contra ella, creo que es posible que saque a esa tal "arma secreta" de la región.

-¡Detente ahí! No dejaré que le hagas nada a nadie.- dije de manera amenazante, aunque no daba esa sensación. Saqué a todo mi equipo, necesitaba ayuda de todos y cada uno para contener semejante poder. Sceptile, Salamence, Gliscor, Medicham, Aggron, Ludicolo y Sableye.

Ya habíamos practicado una formación grupal, Salamence y Aggron toman la posición delantera, Ludicolo y Sableye funcionan como retaguardia, y Medicham y Sceptile son la contra ofensiva, su velocidad les permitía hacer ataques sorpresas con el más mínimo error enemigo.

-Impresioante... Pero debo emparejar las cosas- Cuando la chica dijo eso Deoxys se dividió en 1, 2, 3... 4?! Los cinco Deoxys parecían cumplir una función, el defensivo tomaba delantera para cubrir ataques, el delgado era extremadamente veloz, tan solo veíamos su silueta, era demasiado veloz, el que parecía más ofensivo se encontraba tras el defensivo esperando contraatacar, y el Deoxys de apariencia normal estaba flotando al lado de los otros dos.

-No puede ser...- Dije totalmente desesperanzado.

La batalla había iniciado...

Fue bastante duro de ver, tenía una buena formación pero era muy difícil contra un equipo de 4 Deoxys, todo parecía mal para mí... Iba a morir seguro, pero peor, mi amado equipo moriría... pero...

Salamence estaba viendo a Sceptile, no entendía lo que trataban de decirse, entonces todo el equipo se miró fijamente subiendo lo que iban a hacer, tengo un mal presentimiento. Gliscor creo una oleada de arena separándonos a del fulgor de la batalla, Sceptile aprovechó para tomarme y llevarme fuera de ahí, Gliscor mantuvo la oleada hasta que nos fuimos, nos siguió para prevenir cualquier nuevo intento de ataque hacia mí...

-¡¿Qué hacen?! ¡Salamence, Medicham, Aggron y Sableye aún están peleando!- será que... Sabían que no íbamos a sobrevivir así que me llevaron mejor de ahí... Maldición.

-¡VAMOS, RAYQUAZA!- se oyó a lo lejos la voz de Rubí, al parecer ya llegó al combate, lo dejo en tus manos... Ru-bí...

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-Cuatro valientes pokemones murieron ahí, mis amigos... Rubí derrotó a Deoxys, lastimosamente escapó junto a la mujer, esa fue toda la historia.- miré fijamente el rostro de Korii, estaba llorando en silencio.

-Lo lamento mucho... En serio...-
Apenas terminó de decir eso fui a abrazarla, no quiero que alguien más sufra mis penas...

Oye... Sceptile, ¿Crees que soy muy duro con Lloyd? Después de todo no fue su culpa lo que aquella vez.

Mi Absolución por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora