Stiles, ¿qué es Wattpad?

10 Part. 2

Habían dos árboles en la cima, su distancia era mínima, ayudando así a qué un gran cartel de fondo blanco y letras rojas y brillantes se pudiera leer la frase: ¿Te casas conmigo Sourwolf?, adornado con muchas flores de colores y corazones.

En algunas ramas estaban colgados con hilos dibujos de corazones, pájaros, flores y lobos, al igual que unas luces navideñas.

En el centro se encontraba una gran sábana puesta en el césped, con cuatro canastas marrones en un extremo y pequeñas velas puestas al rededor de esta.

Pero sin duda alguna, lo más hermoso allí era el pequeño castaño que se encontraba de pie en medio de todo ese paraíso sonriéndole grande y tiernamente vestido con un smoking negro, camisa celeste y sin corbata con sus manos detrás de su espalda.

— Antes que digas algo déjame explicarte el porque quiero que te cases conmigo, simplemente porque si sourwolf, te amo demasiado que te quiero junto a mí siempre, sé que siempre es una palabra muy grande pero la quiero vivir contigo, quiero que con las palabras Stiles y Derek siempre vaya Siempre, porque yo te amo mucho, si tú un día me llegas a faltar yo me voy a morir Derek y lo digo enserio, ¿tú quieres que me muera?, pues si no quieres que me muera, te recomiendo decirme que si, porque pase más de una semana planeando esto y un día entero adornando y cocinando, además tuve que sobornar a Scott, sé que no es lindo pero era eso o pedirle ayuda a Isaac, pero como anda en su rollo con Jackson no lo creí conveniente, así que tuve que seguir a Scott hasta ver algo con lo que lo pudiera meter en problemas con Liam y lo utilice a mi favor... —unos suaves y carnosos labios lo hicieron callar junto con unos fuertes brazos que sostenían su delicada cintura.

— Comenzaste diciéndome lo que sentías por mí y terminaste hablándome de Scott metiéndose en problemas con Liam. –murmuró el mayor sobre sus labios—. Pero aprecio la intención bebé.

— ¿La intención?. —el castaño se separó de su novio—. Acabo de pedirte matrimonio y tú dices que ¿aprecias la intención?. —dice indignado.

— Bebé, no es...

— ¡La intención!. —chilla poniéndose en puntillas—. Eso es injusto Hale, lo único que deberías de decir es Si o No, no decir que aprecias la intención, ¡estás loco!, todos ustedes los chuchos lo están, ya no vuelvo a hacer nada así, se nota la gente malagradecida... —y el menor siguió divagando mientras se inclina a las canastas y empezaba a sacar un plato de una de ellas y de la otra sacaba unas fresas con chocolate y empezaba a comerlas sin dejar su diarrea verbal—. Tantas cosas que uno hace por los que aman y ellos solo dicen: aprecio la intención. —murmura tratando de imitar la voz del moreno—. Pero ya verán cuando uno les regale unos calzoncillos y les haga un orificio por delante y por detrás, esta generación que ahora no aprecia los regalos de sus seres...

— ¡Stiles!. —gritó el mayor.

— Encima de no gustarte mi gesto me gritas. —susurra el menor con sus ojos empeñados—. ¡Eres un desconsiderado Hale!, pero ya veras chucho mal oliente, en tu almohada te pondré Wolsbane, para ver si vas a seguir gritándome.

— ¡Si quiero casarme contigo!. —volvió a gritar.

— ¡Hale, ya te he dicho que no me... espera, ¿qué?. —el menor abrió sus ojos—. ¿Has dicho si?. —el ojiverde soltó una risa.

— Si bebé, por supuesto que quiero casarme contigo. —el menor chilló y se tiró a los brazos de mayor repartiendo muchos besos en su rostro.

— ¡Te amo!, ¡te amo!, eso significa todo para mi amor, lo del acónito no era cierto pero si vuelves a gritarme no dudaré en usarlo, ¿vale?. —regañó al moreno.

— Si mi vida, lo prometo. —dejó un último besito en los labios del castaño.

— Ahora, ¡a comer!. —mencionó emocionado el menor mientras sacaba las diferentes comidas de dos canastas diferentes.

— ¿Y el anillo?. —inquirió confundido el mayor.

— Oh, tú lo vas a comprar. —dijo el menor sin dejar de servir.

— Así que me pides matrimonio sin anillo y aún así yo lo voy a pagar. —el menor se volteó a verlo.

— Seamos sinceros Hale, si yo no te proponía matrimonio, tu no lo hubieses hecho, además quien debe llevar el anillo soy yo y si yo me compraba mi propio anillo no sería especial así que te dejo esa tarea a ti. —el mayor alzo una de sus cejas pero no mencionó nada al saber que el menor tenía razón, Stiles era la chica de la relación, él debe cargar con el anillo.