Maratón(2/4).
Paulo:
Mía daba vueltas de aquí para allá, estaba nerviosa y no sabía que ponerse de ropa, me daba gracia por lo nerviosa que estaba.
—Amor—dije alargando la o —, ya te dije que no te pongas nerviosa, ponete algo sencillo.. —le digo desde la cama, estaba acostado ya preparado mientras ella buscaba que ponerse.
—Paulo, hoy es tu cumpleaños y también vamos a festejar eso con tu familia, no puedo ir así nada más. —se queja y agarra un vestido no tan corto de color negro, seguía riéndome con el celular en la mano cuando fue corriendo al baño. —No te rías forro, vos no entendes lo que vivimos nosotras en los momentos de presentación. —me reprocha y río aun más escuchando su quejido.
—Pensas que no nos ponemos nerviosos cuando vamos a ver a la familia de nuestras novias, pues si mi vida. —digo irónico escuchando su risa. La amo.
Hoy iríamos a la casa de mi familia para festejar mi cumpleaños, ya lo habíamos hecho acá en el departamento con los chicos y ahora a las 6 de la tarde teníamos que ir a la de mis viejos.
Después de unos minutos veo salir a Mía con el vestido puesto bien ajustado, dios es hermosa.
Me mordi el labio al verla tan apurada poniéndose las zapatillas, las cuales la dejaban re linda, más aún.
—¿Qué me miras? —pregunta media enojada por como me reía de ella, se encontraba al frente del espejo peinando su pelo, apague el celular y la abrace pasando mi mano por su cintura.
—No te erice'—suplique en broma, ella rodó los ojos con una sonrisa y negó. —Ya quiero sacarte este vestido. —le digo en el oído viendo como se le erizaban los pelitos del brazo y seguro de todo el cuerpo.
—Callate. —acota avergonzada mientras niega y sale de mi agarre.
—Callame bebesita—me acerque un metro a ella y sentí sus labios sobre los míos.
—Listo, ahora callate—dice divertida, duro muy poco el beso, pero sonreí y no hable más.
❥❥❥
Nos encontrábamos caminando ya que queda cerca del hotel el de mis viejos, seguía sin hablar, no estaba enojado pero quería que ella me diga, me estaba aguantando las ganas de reírme de su cara confundida.
—Paulo, no me digas que te tomaste lo de que te calles enserio—acoto, y más que una pregunta fue una afirmación. Reí cuando me miro incrédula.
—Me estaba aguantando vo'—digo cuando ya estábamos en la puerta de la casa de mi mamá, Mía empezó a apretar mis manos con nerviosismo. —Calmate—agregue riendo. Toque dos veces y rápidamente abrió mi hermana.
Mía:
Tenía a la chica que había visto en el hotel, ese día que fue a buscarlo, y yo que pensaba que era su novia o algo.
La salude como pude y pasé junto a ellos quienes reían por los saludos que hacían. Cuando llegamos a la sala estaban sus padres quienes me miraban serios, Paulo rodó los ojos divertido y escuche la risa de sus padres quienes después me miraron normal y me saludaron. No entendía esta familia.
—¿Cómo te llamas? —me pregunta el papá mientras me servía un poco de coca.
—Mía... —respondí, ellos me sonrieron y después de unas preguntas de que de donde era, edad, si estudio, que estudio.
—¿De qué club sos? —pregunto nuevamente el papá haciendo que las dos chicas rueden los ojos divertidas.
—River. —respondí, sabía que Paulo era de Boca, y de seguro su padre también por la cara que puso.
—Pues bueno eh, —es lo único que dijo, no se lo veía ofendido es más siguió hablando y haciéndonos reír, me caían muy bien.
—Todos en la familia somos de Boca. —me comenta Paulo en un susurro. Asenti sin darle importancia, no me podría a pelear con ellos viste.
Seguimos hablando hasta que se hicieron las 20 de la noche, a las 9 y 30 salía mi vuelo, tenía sólo una hora y media.
—Un placer haberlos conocido, capaz que vuelva un día de estos. —los salude.
—Vivís un poco lejos.. —me mira la mamá media apenada me habían aceptado y yo a ellos.
—Ya nos vamos a volver a ver cuña. —me saluda su hermana dándome un abrazo la cual se lo correspondí.
—Si no fueras de River te iba a poner en el podio de novias. —dice su papá y por su seriedad me daba miedo, pero cuando soltó una carcajada me tranquilice.
—¡Papá! —le reta Paulo mientras se tapaba la cara.
—Estas re aceptada. —me abraza su papá por último.
Los saludamos rápido porque osino se me hacia tarde, fuimos caminando nuevamente hasta llegar al hotel donde Camila ya me esperaba.
La tristeza me invadió nuevamente, sabía que volvería después de unos meses por la tarea.
❥❥❥
Salimos de la casa, me había puesto otra ropa, iba mirando en la ventanilla de la camioneta. Camila ya venía llorando y yo seguía aguantando las lágrimas.
Cuando finalmente llegamos nos bajamos llendo los 4, Piero, Camila, Paulo y yo hasta los asientos, quedaban sólo minutos o incluso segundos. Y si, segundos;
—Pasajeros destino Mar del Plata aborden. —
Escuchamos el comunicado en la pantalla, abrace a Paulo lo más fuerte que podía, el también lo hizo y cuando se separo lo vi con los ojos aguados.
—No llores mi león, que voy a llorar yo... —y cuando dije todo eso mi voz se quebró y una lagrima cayó lentamente. Nos abrazamos nuevamente, que rápido se fue esta semana.
Cuando dieron el último aviso le di un beso a Paulo y agarre mi maleta dejando caer varias lágrimas más, Camila también estaba llorando. Me rompió en 50 ver llorar a Paulo. Fui lentamente mirando el piso, cuando di mi pasaje miré por último a Paulo quien me mandaba besitos los cuales hacía como si los agarra y después le mandaba otros, pasamos por la puerta y lo salude con la mano por último hasta irme y subir al avión, llorando aún peor.
Como voy a extrañar a este Rubio.
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-7Lloro:(.